Es vergonzoso el abandono que está sufriendo la candidatura de Cuenca 2016, por parte de todas las instituciones, incluido el Ayuntamiento de Cuenca

EDITORIAL.- A los ciudadanos en general nos importa un bledo si una institución está gobernada por el Pp y las demás por el Psoe, y no admitimos que esto sea, aparentemente, el principal motivo para que nuestra ciudad sea dejada de la mano de "dios", y a la deriva, en lo que debería ser una carrera en equipo para poder competir en condiciones de igualdad con el resto de las poblaciones españolas que aspiran a ocupar el galardón ilustre, pero además sin ninguna duda importante de cara a la prosperidad, de la capitalidad cultural del viejo continente durante el año 2016.

No es justificable que la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha prácticamente se haya apeado de un proyecto que, recordemos, fue presentado por el propio presidente Barreda pocos meses antes de las Elecciones Locales y Autonómicas, cuando todavía Cenzano era alcalde de Cuenca y candidato a seguir siéndolo si los conquenses lo creían conveniente en aquellos comicios; lo que anunciaba Barreda de la mano de Cenzano, no formaba parte de un programa conjunto del Psoe a nivel local y autonómico, sino un compromiso institucional con los conquenses absolutamente independiente de los resultados electorales. Pero el tiempo nos demuestra, una vez más, que los políticos que nos toca sufrir por estas tierras no entienden de compromisos y obligaciones, sino de engaños a los vecinos de Cuenca para garantizarse un recuento favorable de votos en los escrutinios electorales.

Y si lo del Gobierno de Barreda en la Junta y el de Ávila en la Diputación es absolutamente injustificable, lo de Pulido y el Pp de Cuenca en el Ayuntamiento es, si cabe, todavía más reprobable. No se puede permanecer en una apatía permanente, lamentándose del aislamiento que están padeciendo por parte del resto de las instituciones al estar administradas por el Psoe, cuando precisamente enfrentarse a la adversidad y superarla es lo que demuestra la buena intención y el buen oficio en la política. Ya ocurrió en las anteriores legislaturas en las que el bastón de mando de la alcaldía lo asía la debilidad de las manos de los anteriores alcaldes del Pp, pues tanto Andrés Moya como Manuel Ferreros, utilizaron ese argumento de forma machacona para culpar, en exclusiva, a la Junta de todos los males que anclaban a Cuenca en un pasado del que en la actualidad sigue sin salir, también por culpa de ellos.

Es cierto lo que dice Pulido de que sin el apoyo de la Junta de Comunidades y de otras instituciones no es posible optar a la nominación de la capitalidad, y que proclamar a Cuenca la Capital Cultural de Castilla la Mancha sería un gesto de respaldo indudable por parte del Gobierno Autonómico, además de los proyectos importantes que llevaría ya de por sí emparejados esta designación, pero no es menos cierto que para ello es imprescindible dar buen ejemplo desde el propio Consistorio conquense, y demostrar desde aquí que se tienen ganas y que existe un verdadero afán y disposición hacia el objetivo.

No vale mirar continuamente hacia otro lado desviando la atención de los conquenses para descargar cualquier responsabilidad en lo que ya parece inevitable, es decir, en el abandono de la candidatura de Cuenca para 2016; sino muy al contrario trabajar con tenacidad para que no solamente no se renuncie, sino que Cuenca cuente en 2012 con las infraestructuras necesarias ya con plena operatividad, o al menos en un estado de ejecución de obras muy avanzado. Y para que sea posible, el Alcalde de Cuenca debe ejercer de forma plena lo que está dentro de sus funciones, y sobre todo hacerlo con inteligencia, la picardía que se requiere en política, aún más en su cargo, y tesón. Aunque nos tememos que las dos últimas no son cualidades de las que pueda presumir Francisco Pulido.

Hace unos días escribíamos en otro artículo, tras unas declaraciones del Alcalde, que es sorprendente que ahora salga Pulido con que Cuenca debe ser declarada Capital de la Cultura de Castilla la Mancha, haciéndose eco de una idea de Independientes por Cuenca y para la que existía una estrategia pactada por ambas partes de cara a su consecución, que él mismo rompió por conveniencia de tres constructores.

El otoño pasado, decíamos que rompiendo el acuerdo que existía para la convocatoria de la Consulta Popular sobre la Estación del AVE, el Alcalde además tiraba por tierra toda una estrategia también pactada para el gran proyecto cultural; y, como vemos, el tiempo nos da la razón.

Desde Independientes por Cuenca entendíamos, que un buen acicate para respaldar la candidatura de Cuenca, sería que nuestra ciudad fuera declarada Capital Permanente de la Cultura de Castilla la Mancha, y que eso debía llegar de la mano de una petición popular masiva de parte de los conquenses, que solicitarían el acuerdo unitario del Pleno de nuestro Ayuntamiento, para que se elevara a las Cortes Autonómicas de cara a su votación para aprobarse la Ley.

Pero Pulido, al traicionar una parte fundamental del Acuerdo de Mayo con iXC, lo hacía también con el resto. Era necesario que los conquenses confiaran en la voluntad del Alcalde, para que fuera posible activar una campaña ciudadana pidiendo la Capitalidad Cultural de Castilla la Mancha. Ya no podía ser que el Ayuntamiento planteara a la Junta de Comunidades el gran proyecto que formaba parte de los planes que se acordaron aquel 15 de mayo, y en reuniones posteriores, pues la experiencia nos dice que las palabras con Pulido, luego no se acompañan nunca de los hechos.

Que Cuenca fuera declarada Capital de la Cultura de Castilla la Mancha, y la estrategia, formaba parte de los acuerdos que rompió Pulido con iXC; y eso fue en gran parte, por la falta de previsión de este político que se doblegó con las promesas de financiación de algunos constructores que ahora no le prestan su apoyo ni para organizar unas fiestas locales que van a ser el símbolo de su desidia.