sábado, 15 de marzo de 2008
EMPUSER, el Tribunal de Cuentas; y el continuismo de Pulido
Hace unos días, saltaba a los medios la noticia sobre el informe del Tribunal de Cuentas, en el que se reflejan graves irregularidades durante la etapa de Cenzano como Alcalde de Cuenca.
Martínez Cenzano, utilizó el Ayuntamiento de Cuenca para elaborar su propio pesebre. En Independientes por Cuenca siempre hemos dicho, y esto es algo que sigue ocurriendo con la corporación actual del Partido Popular, que es incomprensible que un Ayuntamiento casi arruinado mantenga en una situación de privilegio a una serie de señores; como a unos políticos privilegiados –Equipo de Gobierno, concejales liberados, y múltiples cargos nombrados a dedo con sueldos todos desproporcionadamente elevados-; algunos funcionarios favorecidos por su aquiescencia y cercanía al Partido gobernante, que doblan y a veces casi triplican sus sueldos mediante pagas extraordinarias que se les otorga por decreto, a sabiendas de que de esta forma se vicia el sistema, que impide la oferta de empleo público adecuada y multiplica de manera improductiva los gastos; las concesiones y adjudicaciones de obras y servicios a determinados empresarios también privilegiados, con ejecución de ello sin respetarse los proyectos, sin supervisión municipal, lo que motiva replanteamientos al alza del dinero presupuestado.
En definitiva,con el incumplimiento de la Ley al no elaborar Presupuestos, está claro que Martínez Cenzano y su Equipo de Gobierno Municipal, ocultaban lo que es un cúmulo de desatinos e irregularidades que hacían presagiar lo que evidencia ahora el informe del Tribunal de Cuentas; y que han supuesto una gran pérdida de ingreso y un disparatado incremento en los gastos.
Ahora, el Tribunal confirma punto por punto lo que nosotros siempre manifestamos; por ejemplo, considera que hay que intervenir en la sección de contabilidad, en Urbanismo –cómo no, de nuevo a vueltas con irregularidades en la política de urbanismo-, y en la propia gerencia y, considera el Tribunal que se ha de intervenir en determinadas materia de personal.
Otra cosa que siempre hemos demandado en el Pleno, ante los medios de información, y en nuestras publicaciones; es lo que afirma el Tribunal; en concreto que mediante Empuser el Ayuntamiento eludió la normativa de contratación administrativa; es decir, se trataba por un lado de esquivar la rigidez normativa que regula los contratos que realizan las instituciones públicas, para adjudicar las obras y servicios con mayor arbitrariedad; y, de otro lado, fraccionar al libre antojo determinados proyectos y servicios de cara a una adjudicación directa, estableciendo los privilegios.
Advierte el informe que la constitución de esta empresa pública municipal no ha conseguido la mejora de la gestión de los servicios que se pretendía con ello y además ha supuesto una pérdida del control por parte del Consistorio conquense sobre la actividad contractual.
Pero nos tememos que el Equipo de Pulido es continuista en este sentido. Les confieso que al enterarme, de que lo que en un principio se planteó en el programa electoral de Pulido como una auditoría a la Empresa Pública Municipal de Servicios -EMPUSER-, se iba a quedar en un simple cambio de nombre, me indigné por la falta de respeto que tienen algunos a su propio electorado; y me vino a la mente aquel dicho de la sabiduría popular que "aunque a la mona la vistan de seda, mona se queda".
Ya nos puso en antecedentes de sus intenciones el Sr. Alcalde cuando, en una entrevista poco después de elecciones, confesaba que en lugar de una auditoría, lo único que se iba a hacer con EMPUSER era una simple revisión de su funcionamiento; situando a años luz lo prometido, ahora ya sabemos que exclusivamente para captar votos, de lo que pensaba realmente cumplir.
Recordemos que esta empresa nació el 23 de marzo de 2004, sembrando todo tipo de dudas ya desde el mismo instante en el que se creó el puesto de Concejal Delegado y Vicepresidente de la misma, para Javier Priego, al cual se le asignaba el sobredimensionado sueldo que ya disfrutaba en el Consistorio; y de esa manera se creaba en apariencia una vacante en el privilegiado grupo de ediles liberados, para ser ocupada por Ávila, al cual Martínez Cenzano le lanzaba un anzuelo envenenado.
A partir de ese momento, todo lo que ha tenido que ver con los nombramientos y contratos, tanto de los puestos de dirección, como de la plantilla de base, ha estado teñido de oscuro.
No han sido en absoluto transparentes, sino todo lo contrario, las asignaciones que se hicieron con respecto al personal de alta dirección de una empresa pública que, como es lógico, hubiera requerido la especialización necesaria por parte de las personas encargadas de su administración, si de verdad se quería suplir la incapacidad de la Institución. Al cargo del concejal Priego -58000 euros-, se sumaron otros como el de gerente, retribuido con otros 54000 euros, y así hasta completar un nuevo gasto para el Ayuntamiento de Cuenca de unos 500.000 euros.
Pero si ya era grave y escandaloso lo referido al nivel ejecutivo, no menos lo fue en relación a la dotación de personal, con el que Cenzano amplió y aumentó sustancialmente su pesebre. Se convocaron consursos para la provisión de plazas, que claramente estaban diseñados para dar entrada a un importante número de personas afines, con procesos de selección opacos desde las propias bases que rigieron las convocatorias, hasta las fases de puntuación y publicación de las calificaciones.
EMPUSER fue utilizada por el anterior Alcalde para enturbiar aún más las adjudicaciones de obras y servicios, que si bien antes se hacían, intentando bordear los límites de la legalidad a través de argucias que amparaban dentro del procedimiento administrativo, con cierto nivel de supervisión por parte de la oposición; con la Empresa Publica, ésta se veía fuertemente devaluada y, por tanto, prácticamente fuera del necesario control democrático.
No ha podido el nuevo Alcalde aguantarse la tentación de quedarse para sí ese mismo pastel que ahora pasaba a su bandeja, y de repartirlo, si cabe, con mayor grado de abaricia. Ha entrado "a saco" Francisco Javier Pulido, y siguiendo los pasos del anterior, se hace su propio pesebre cuanto antes.
Cuando estás sucio, aunque pretendas aparentar lo contrario, no dejas de estarlo porque te pongas la ropa nueva; y eso es lo que pretende el nuevo Primer Edil con el cambio de nombre de EMPUSER. Quiere que pensemos que está cumpliendo su promesa electoral, y que olvidando el antiguo nombre por otro; SIM, por EMPUSER, dará apariencia de limpio, a lo que sigue contaminado. No era necesario comprar este caro atuendo, no; hubiera sido preferible seguir con el mismo, pero aseado. Por mucho que vehículos, monos, carteles, impresos, etc., lleven impreso el nuevo nombre: "SIM", "SIM", "SIM", por todas partes; al igual que antes: "EMPUSER"..., no podré evitar pensar, cada vez que lo vea, que "aunque la mona se vista de seda, mona se queda"
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