El Tiempo en Cuenca

sábado, 22 de diciembre de 2007

La mina de oro de las ciudades intermedias que cuentan con AVE, son los trenes lanzadera; pero el Ayuntamiento de Cuenca renuncia a ellos









tren lanzadera "Avant"



Estos días se están inaugurando las líneas de Alta Velocidad Madrid-Valladolid y Córdoba-Málaga y, como no podía ser de otra forma, tanto alcaldes, como medios de información y ciudadanos en general de las ciudades intermedias se preocupan de manera especial por cómo quedará en sus poblaciones el servicio de trenes lanzadera.

Por ejemplo, ayer el Alcalde de Segovia salió al paso de una confusión que había originado la Ministra de Fomento que al referirse a las tarifas y al número de servicios, mencionó exclusivamente el del AVE, con la consecuente alarma entre los segovianos y los medios de información de allí. Y es que por ahí, las cosas suelen ser normales, no sucede como aquí, que las autoridades solamente se ocupan de engordar los bolsillos de los caciques de turno, mientras los medios de información mantienen en la ignorancia a la población conquense que, por otra parte, se dedica a la vida contemplativa preocupados, como si les fuera en ello la vida, por los resultados de los partidos de fútbol, el tomateo y poco más.

El alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, aclaró ayer que la comunicación entre las dos ciudades por la nueva línea se realizará fundamentalmente con trenes lanzadera Avant, cuyo precio final, con los bonos de 50 viajes, rondará los 4 euros. El dato lo confirmó también ayer de forma indirecta el director general del servicio de Alta Velocidad y Larga Distancia, Abelardo Carrillo, quien precisó que el coste del billete ordinario de los trenes Avant, que entrarán en servicio a partir de febrero, estará entre 8 y 9 euros.

Por la mañana, el alcalde de Segovia quiso aclarar la «confusión» surgida tras el anuncio de Magdalena Álvarez de que el billete ordinario del AVE costará 31,50 euros entre Valladolid y Madrid y 20,60 euros entre Segovia y la capital de España. Y Carrillo, en otra convocatoria de prensa, concretó por la tarde que esta cantidad corresponde a los dos trenes AVE que cubrirán el servicio entre Madrid y Segovia, dos en cada sentido, a partir del 23 de diciembre, así como que, desde febrero, se pondrá en marcha el servicio de media distancia con trenes Avant entre las dos ciudades, y no entre Segovia y Valladolid.

El servicio de trenes AVE es necesario porque posibilita el corredor que hace estar conectados con las líneas que conducen a otras ciudades a larga distancia; sí, pero no es lo importante para las ciudades que se encuentran a medio camino en las líneas de Alta Velocidad, ya que éstas se valen principalmente de las grandísimas ventajas que supone el disponer un buen horario de lanzaderas, que te hacen estar en menos de tres cuartos de hora en mitad de grandes núcleos urbanos de poblaciones importantísimas como Madrid o Valencia.

A modo de ilustración, el director general del servicio de Alta Velocidad y Larga Distancia, Abelardo Carrillo, concretó que serán tres los tipos de trenes que prestarán servicio en la línea Madrid-Segovia-Valladolid. El primero, de larga distancia, tiene el nombre comercial de Alvia y se realizará con los nuevos Talgo-Bombardier S1-130 para conectar Madrid con Segovia y Valladolid y con la cornisa cantábrica. De estos, uno de cada corredor del norte -Asturias, Cantabria y País Vasco- tendrá parada en Segovia, lo que supone situar a la ciudad, dijo, «en el eje de conexión con el norte de España».

El segundo tipo es el mencionado tren Avant S-104 de alta velocidad y media distancia o lanzadera, «el idóneo para conectar Segovia con Madrid especialmente», con precios y el resto de condiciones tarifarias que no tendrán diferencias respecto al servicio entre Madrid y Toledo, aunque las frecuencias podrán variar «en relación con la demanda y la necesidad de tener paradas». Aún está en estudio el servicio de lanzadera a Valladolid.

Y el tercer tipo que citó Carrillo es el de los trenes AVE, los primeros que circularán en la línea desde el 23 de diciembre. Los billetes estarán a la venta a partir del lunes al precio indicado de 20,60 euros, con unos horarios que el responsable de Renfe matizó que son provisionales porque «en estos momentos se están terminando los procedimientos para establecerlos».

En dirección a Segovia «lo probable», señaló, es que pare aquí a las 7.05 horas el AVE que saldrá de Madrid a las 6.35 y por la tarde, a las 21.10, el que partirá de Chamartín a las 20.40. En dirección Madrid, las paradas están «sujetas a modificaciones de última hora», pero en principio pararía en Segovia a las 9.00 el que salga de la capital vallisoletana a las 8.30 horas para llegar a Madrid a las 9.32; y por la tarde tendría parada a las 20.05 el que saldrá de Valladolid a las 19.35 para llegar a la capital de España a las 20.37 horas.

En Cuenca ahora, en privado, Pulido muestra su preocupación porque lo que para él era una Estación del AVE, ahora se va convenciendo de que será un apeadero. Resulta que el proyecto presentado por la Subdirección General de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, sitúa las instalaciones para que paren los trenes aún más cerca del túnel del “Cerro del Telégrafo” y esto le está haciendo reflexionar sobre los peligros que conlleva.

Para nosotros la cosa siempre ha estado clara, no se trata tanto de la distancia que siempre ha pretendido el Ayuntamiento con respecto al túnel, que a todas luces también es del todo insuficiente para permitir que lo que se quiere poner allí sea una estación; sino de la intención, que no es otra que favorecer el interés privado de determinados constructores. Lo que pasa, es que claro, si además de tratarse de un apeadero, encima nos lo llevamos más allá de lo previsto, pues a lo mejor surgen las sorpresas para más de uno de esos caciques.

Lo mismo da que esté 500 metros más cerca o más lejos del túnel; ambas distancias son absolutamente insuficientes; pero lo que está claro, es que desechada la Estación por parte de la Instituciones locales y autonómicas; el Ministerio de Fomento se ha limitado a lo más cómodo sin más; y eso, de una lado molesta a los empresarios que se beneficiarán de la ubicación lejana en el Paraje de la Estrella y, de otro, le hace pensar al Alcalde, que se empieza a dar cuenta de la gravedad de la cuestión.

No podía ser de otra manera, y en Independientes por Cuenca lo habíamos avisado “por activa y por pasiva”; si algún iluso se había hecho otra idea, desde que el pasado mes de septiembre se publicó el proyecto de la falsa Estación del AVE para el proceso de información pública, se habrá dado cuenta de que se trata de un apeadero.

Ya habíamos advertido hasta la saciedad, que una estación para la Alta Velocidad en la boca de un túnel, que es donde se encuentra el paraje de “La Estrella”, supone unas limitaciones técnicas que, de no hacerse otra perforación para un vial independiente de servicio exclusivo para los trenes que paren, conlleva la invasión de éstos en el viario principal demasiado tiempo, y por tanto una interferencia para los comboyes del tráfico general. El efecto de esa situación es que la futura Estación del AVE en La Estrella no podrá contar con un servicio de trenes AVE en el horario de mayor tráfico y, lo que aún es peor, tampoco dispondrá del viario autónomo necesario para un servicio adecuado de trenes lanzadera, que son la auténtica mina de oro para las ciudades intermedias en los trazados de la Alta Velocidad; y esto en la práctica convierte a la Estación en las funciones propias de un apeadero.

Pero es más; las características técnicas de lo que se presentó en el proyecto de Estación para Cuenca, ratifican lo que decíamos nosotros y que en este caso, como en las matemáticas, pensamos que con las premisas existentes no era posible otro resultado. La única solución para que las cosas en “La Estrella” hubiesen sido diferentes, era la perforación del cerro que todos conocemos como “el del Telégrafo”, para hacer otro túnel de 1,2 km de longitud, que permitiera un viario de servicio exclusivo para la frenada y aceleración de los trenes que paren en Cuenca. Pero esto, evidentemente, es más caro que el soterramiento por el corredor del Ferrocarril Convencional para ubicar la Estación junto a la otra en el Centro; y sin embargo, el beneficio por ese gasto, en una zona tan alejada de la ciudad, sería mucho menor. Y eso el Estado no está dispuesto a asumirlo.

Por todo ello nos encontraremos con un apeadero que dará servicio en el peor horario, y para un número reducido de trenes y, a penas se podrá contar con los trenes “lanzadera”, que en las ciudades intermedias son los que realmente desarrollan las potencialidades de esta infraestructura.

Un artículo publicado en La Tribuna de Cuenca, que siempre ha sido un medio defensor de la Estación alejada, dicía que “El proyecto de la estación del AVE en Cuenca, contempla un tipo de estación que se enmarca dentro del modelo de terminales más pequeñas y básicas entre las que en los últimos años se han puesto en marcha en otras localidades con alta velocidad frente a otros ejemplos de más superficie y servicios”; y que “en lo que respecta al número de andenes, la estación de Cuenca contará con dos” “Bien distintos, a años luz, se sitúan otras estaciones como la de Tarragona o la de Málaga”.

En la ciudad catalana la estación ‘del Camp’ cuenta con una superficie construída de 54,106 metros cuadrados. Es decir, casi 14 veces la terminal de la que dispondrá Cuenca. Similares dimensiones tiene la estación ‘María Zambrano’ de Málaga: 51.377 m2. Dispone de ocho vías de ancho internacional para alta velocidad -cuatro centrales y cuatro laterales o de apartado- y dos andenes de 400 metros de longitud y 10 metros de anchura (las mismas dimensiones que tendrán en Cuenca finalmente).

En Málaga el caso de los comercios es aún más espectacular. La estación ‘María Zambrano’ responde al modelo ‘Vialia’ que une el concepto de estación con el de centro comercial. Si en el proyecto de la infraestructura conquense se han reservado 336 metros cuadrados para los locales comerciales (lo que supondrá que sólo habrá a los sumo seis o siete establecimientos de este tipo), en la estación andaluza hay más de un centenar. También cuenta con un hotel de 4 estrellas y 222 habitaciones. Se trata también de una estación intermodal que conecta con los cercanías, los autobuses y, en un futuro, con el metro.

Los conquenses mostraron su desacuerdo al firmar más de 10 mil alegaciones para intentar que no se cometa este nuevo atropello hacia nuestra sociedad, por el egoísmo ambicioso de algunos elementos que pertenecen a una clase empresarial que goza de la peor reputación por que se la ha ganado con creces; pero sobre todo por culpa de unos políticos, dirigentes de las administraciones que nos tocan más cerca, que venden el ejercicio de su carrera al mejor postor.

Ahora el Alcalde está preocupado porque lo ve aún más embocado al túnel; y algunos de los empresarios responsables piensan que van a sacar algo menos de “tajada” del asunto. Pero eso a nosotros nos importa un pimiento; convocaremos a los conquenses a diferentes actos informativos públicos, que nos llevarán a una gran manifestación “por la Estación del Ave en Cuenca” después de Semana Santa.

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