Barreda anima a sumar esfuerzos para lograr la capitalidad cultural de Cuenca, pero él no presupuesta para ello ni un euro.

Ayer durante el acto de presentación de la renovación del Museo de las Ciencias

Ayer Barreda se presentó en Cuenca a uno de esos actos estériles a los que nos tienen acostumbrados nuestros gobernantes, cargados de pomposidad para hacer creíbles sus faroles, pero huecos por completo en cuanto a interés real para los ciudadanos.

El acto en cuestión fue para la presentación de la renovación del Museo de las Ciencias que, para colmo, será sufragada con dinero del Real Patronato de la Ciudad de Cuenca, a pesar de ser éste, el museo, una de las poquísimas entidades de carácter autonómico que se encuentra ubicada aquí. Independientes por Cuenca ya manifestó su oposición a que seamos los conquenses, con dinero que podría ir destinado a otras cuestiones, los que tengamos que afrontar el coste de ese proyecto; no es esa la función del Consorcio.

El Museo de las Ciencias no ha servido, ni mucho menos, para revitalizar el turismo y la vida cultural de nuestra ciudad, por su contenido insuficiente y con escaso atractivo para aquel visitante que plantea libremente sus itinerarios; y menos aún ha sido, hasta el momento, un reclamo para atraer a la gente con su principal interés puesto en la casi inexistente exhibición de ciencia que se hace en el mismo. Por ello, una renovación sí es necesaria, pero no a costa del dinero del Real Patronato; no puede ser que lo que se nos dé por un lado, se nos quite por otro.

Ayer, en ese acto, no faltó ni el decorado ni los actores de ambos Partidos, Psoe y Pp, que si por separado hacen como que se tiran los trastos a la cabeza, cuando se juntan para comedietas como ésta, se inflan a darse besos y aplausos con tal de salir en la foto. Allí estuvieron además de Barreda, la consejera de Cultura, María Soledad Herrero, el presidente de la Diputación Provincial, Juan Ávila, el director del Museo de Arte Abstracto, Jesús Madero y la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cuenca, M. Ángeles García, así como numeroso público entre los que se encontraban concejales y representantes de las distintas administraciones.

“Dad educación a los jóvenes y cambiará el mundo”, declaró Barreda en Cuenca; pero sin embargo, se sigue negando a la ampliación de titulaciones universitarias para nuestro campus, del que él es el causante, cuando fue consejero de Educación, de que se perdieran numerosas carreras que a buen seguro hubieran cambiado radicalmente el destino de nuestra provincia y, sobre todo, hubieran evitado la fuga de un potencial humano valiosísimo entre las generaciones de conquenses que se deben marchar para poder cursar estudios con futuro y verdaderamente formativos para las aspiraciones de cualquier sociedad en nuestra época.

Asimismo, aseguró que Castilla-La Mancha tiene futuro porque “tenemos mucho pasado”, lo que es un malabar dialéctico para enredar una mentira y teñirla de verosimilitud, porque esto es un invento de un par de décadas, con pocos lazos en la historia.

Del mismo modo destacó la importancia mundial de Cuenca como “paraíso paleontológico”, donde se han encontrado restos en los yacimientos de “Lo Hueco” o “Las Hoyas”; a lo que añadió que “tenemos muchas posibilidades para hacer de Cuenca un lugar especial de obligada vista para cualquier persona culta de España o Europa que tenga curiosidad por nuestro pasado más remoto e interés por lo que sucede más allá de nuestro propio planeta y el futuro”. Ya advertimos en su día, que las promesas tienen mayor o menor credibilidad dependiendo de quién y cuándo las haga; y, ahora puede pasar lo mismo con lo prometido con respecto al yacimiento de dinosaurios de “Lo Hueco” en Fuentes, a 20 km de Cuenca. De nuevo Barreda ha hecho una promesa importante, como lo es el crear allí un gran Complejo para la investigación y el ocio; con un Parque Temático y un gran Museo, al estilo de Dinópolis en la ciudad de Teruel, y un Instituto de Investigación; pero tenemos un temor fundado de que se pueda eternizar o incumplir como lo demás.

Barreda tuvo palabras de agradecimiento con el director del Museo, Jesús Madero, y cómo no, por sus servicios prestados a la causa de Castilla la Mancha, al ex-alcalde de Cuenca y actual Defensor del Pueblo de Castilla-La Mancha, José Manuel Martínez Cenzano.

Con respecto a la candidatura a Capital Cultural Europea en 2016. "Todos tenemos que hacer un esfuerzo para que, lo consigamos o no, hagamos el esfuerzo para merecerlo", añadió. Un esfuerzo conjunto de instituciones para el que también tuvo palabras la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cuenca.

Con lo de “Cuenca Capital Europea de la Cultura” para 2016. mucha es la ilusión que ha generado en la ciudad, pero aunque fue el propio Barreda el que se comprometió en Cuenca, a dos meses para que fueran las elecciones locales y autonómicas, los Presupuestos Generales de Castilla la Mancha no contemplan ni un euro para respaldar nuestra candidatura. Una vez más culpan a cualquier cosa de su falta de intención por cumplir lo anunciado. Ahora dicen que es así porque Pulido no ha presentado ningún proyecto. Pero está claro que la promesa no nació del Alcalde de Cuenca, sino del Presidente de la Junta que también en esto lanza balones fuera.

Debemos recordar que a penas faltaban un par de meses para que se celebrasen las elecciones del pasado mes de mayo, y Barreda se presentó en dos ocasiones en nuestra ciudad por sorpresa, para anunciar su compromiso con respecto a dos proyectos de gran importancia para nuestro futuro; de una parte la construcción de un Hospital Nuevo a cuatro años vista, y de otra la candidatura de Cuenca para ostentar el importante privilegio de aspirar a ser nombrada capital europea de la cultura en el año 2016.

Pero no ha tenido que pasar mucho tiempo para que podamos comprobar que ambos anuncios hechos en periodo preelectoral, seguirán la misma suerte que el resto de engaños que venimos padeciendo desde que se creó este invento autonómico que se empeñaron en llamar Castilla la Mancha.

Se creen que nunca vamos a aprender; piensan que vienen a Cuenca, nos ilusionan con alguna promesa y, después si te vi ya no me acuerdo.

Desde que se inventó esta autonomía, han sido numerosas las promesas que se nos han hecho; pero igualmente nutrido ha sido el número de incumplimientos.