El Tiempo en Cuenca

sábado, 7 de noviembre de 2009

Barreda quiere que se confunda cuenca cedente con Comunidad de Castilla la Mancha, para llevar el agua a Ciudad Real


EDITORIAL.- Lo decíamos nosotros, y ahora lo dice también el Ejecutivo murciano; Barreda quiere que cada vez que se mencione el término de cuenca cedente -por el trasvase Tajo Segura-, éste se asocie con el de Comunidad Autónoma. Con ese juego de palabras, a las que nos tienen acostumbrados los dirigentes socialistas, pretende que se vinculen dos conceptos que representan algo completamente diferente y eso lo hace para beneficiar con esa falsa identidad a un territorio sobre otro, o sea, a los intereses de ciudadanos que habitan casi tan lejos de esa cuenca cedente como los murcianos que se aprovechan del agua que les transporta este canal.

Ahora se utiliza también el agua del Tajo, esto es, la que nace o se almacena en territorio de la cabecera del Tajo que se encuentra en las provincias de Cuenca y Guadalajara, para sofocar, presuntamente, el fuego de turbas en combustión que existe en el subsuelo de Las Tablas de Daimiel, generado por la sequía casi absoluta de la zona como consecuencia de una política que ha favorecido una situación anárquica de sobreexplotación ilegal del Acuífero 23, que nutre el Parque, a base de pozos al margen de la ley para favorecer el regadío intensivo de aquellas tierras manchegas.

La sequía de las zonas que tradicionalmente venían estando encharcadas y que desde hace décadas han dejado de estarlo ha provocado que se reduzca el volumen de la materia orgánica que conforma la turba, contrayéndose y originando profundas grietas, por donde el aire penetra y oxida esta materia. La entrada de viento hace aumentar el proceso de oxidación hasta provocar que las turbas entren en autocombustión, lo que da lugar a la formación de un 'gran brasero' bajo la tierra, que provoca que la temperatura llegue a alcanzar los 220 grados centígrados. Pero eso no debe ser motivo para que se castigue de nuevo otra comarca, la de la cabecera del Tajo-Segura y, por tanto, poner un eslabón más en esa cadena de despropósitos contra esa parte de nuestro territorio ya expoliada por los desembalses de agua con destino a tierras murcianas.

Cuando habla la Portavoz del Ejecutivo Murciano sobre la confusión que quiere establecer Barreda con respecto a la terminología y la anarquía de la política hídrica del Gobierno de Zapatero, tiene razón, pues si se aplica en su justa medida el concepto de injusticia que existe con respecto a que al llevar agua hasta Murcia desde la cabecera del Tajo no se cumple lo legislado sobre la prioridad de la cuenca cedente, pero sin embargo se lleve, con la bendición de Barreda, agua hasta la Cuenca del Guadiana, se establece una enorme contradicción imposible de explicar.

Barreda erre que erre, a base de demagogia, pretende hacer ver una fuente de riqueza y desarrollo en el hecho simple de que muchos pueblos cercanos al trasvase vayan a conseguir, por fin, lo que es una necesidad doméstica básica; en otras palabras, disponer de agua en los grifos que es lo único que van a sacar de provecho de la Tubería Manchega los municipios ribereños.

La palabrería que usa también el presidente Autonómico, ofreciendo agua en las casas como compensación a décadas de expolio de agua, para enmascarar la realidad de una nueva infraestructura, que va a suponer un nuevo canal de trasvase de agua del Tajo a la Mancha, principalmente de Ciudad Real, no solamente es tomarnos el pelo, sino además también por analfabetos cuando estamos ya concluyendo la primera década de este siglo XXI.

Si estos municipios fueron claramente perjudicados cuando se hizo el primer reparto de los recursos hídricos dentro del ámbito del Estado, con la nueva situación -la tubería manchega- seguirán marginados, pero esta vez con la pérdida absoluta de derechos sobre el agua que se siga trasvasando, pues se dará la paradoja de que la nueva comarca beneficiada, será ya por ley a la vez cuenca cedente y receptora aunque se encuentre fuera del contexto geográfico en cuanto a la cabecera y el almacenamiento del agua y, en general, lejos de la realidad física del Tajo. Sin embargo, para llevar a cabo un trasvase desde Carrascosa del Campo –Cuenca- a Ciudad Real, el ejecutivo manchego no solamente da su beneplácito, sino que lo impulsa. Se trata de intentar la rentabilidad a toda costa de dos proyectos, el Aeropuerto de Ciudad Real y el Complejo de Ocio "El Reino de don Quijote" de los Díaz de Mera y Méndez Pozo, causantes en parte del hundimiento de la CCM por su inviabilidad y cuyos beneficiarios han sido un grupo de constructores de la corte del Gobierno manchego

La llaman Tubería Manchega, por aquello de que retorciendo el léxico, y buscando sinónimos o frases con el neosocialista seudo-estilo rococó, las cosas parecen diferentes a lo que son; pero como dice el proverbio castellano “al pan, pan; y al vino, vino”, y ni la crisis era una desaceleración, ni la Tubería Manchega es algo diferente a un nuevo trasvase.

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