El Tiempo en Cuenca

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Es humillante que Barreda diga que el Paraninfo, promesa de 15 años y 2 millones, "viene bien para ser Capital Cultural", sin haber invertido aún nada


LA OPINIÓN.- Que sea precisamente Barreda quien venga aquí a regodearse en la inauguración del Paraninfo del Campus de Cuenca, que no es ni más ni menos que el final de las obras de remodelación de un trozo de edificio, el antiguo Cine-Teatro de los Salesianos, que era una promesa de década y media y para lo que se ha requerido sólo una inversión de 2.228.000 euros, después de su larga trayectoria de decisiones nefastas para la provincia de Cuenca en materia universitaria, puede ser incluso humillante. Y que encima diga que lo que ha inaugurado “nos viene bien como candidatos a la Capitalidad Europea de la Cultura en 2016", cuando su Gobierno aún no ha invertido ni un solo euro para respaldar algo que él se inventó de cara a unas elecciones dificilísimas para el Pose local, pues además de humillante incluso nos resulta ofensivo.

Ahora cabe preguntarnos si el alcalde de Cuenca, Francisco Javier Pulido, ya que no ha movido un dedo ni ha dicho esta boca es mía jamás en lo referente a la universidad, le habrá recordado a Barreda lo prometido con respecto al engaño de Turismo y su cambio por otra carrera -que bien podría ser la de Veterinaria- y también el Parque Científico-Tecnológico o, como nos tememos, se habrá limitado a pasear a su lado sonriente y con las manos atrás, descansando en su trasero, y poco más.

En El Cronista Independiente de Cuenca son múltiples las veces que hemos dicho que en Cuenca se nos olvidan pronto las cosas importantes y quizá sea ése el motivo de por qué nos engañan una y otra vez, prometiéndonos lo mismo siempre que se acercan las elecciones. El Palacio de Congresos desde el año 83, la Autovía de Teruel, el Ferrocarril Convencional, la Ciudad Cultural, y un largo etcétera de una lista ya inacabable de proyectos que han llenado nuestras mentes de falsas ilusiones. Ahora viene Barreda a inaugurar una instalación universitaria, un paraninfo que lo hay en todas partes, con a penas dos millones de euros de inversión, nos pone la inyección, nos aplica la anestesia y todos amnésicos.

Parece que aquí ya no se acuerda nadie, pero noticias como la que hoy destacamos nos deben hacer recordar el engaño con el que el Gobierno de Barreda frenó las movilizaciones que se estaban iniciando en Cuenca, por la ampliación de titulaciones universitarias de nuevo injusta, y marginadora para nuestra provincia.

Los estudiantes, y la sociedad conquense en general, se quejaban en una manifestación numerosa de que el Gobierno de Castilla la Mancha volvía a la carga contra Cuenca con una nueva injusticia al aprobar otra ampliación de titulaciones universitarias discriminatoria, irrazonable e inaceptable para los intereses de Cuenca.

El acuerdo de creación y reparto de carreras que adoptó el Gobierno de Barreda el día 1 de abril de 2008, nos margina a los ciudadanos de esta tierra porque es desproporcionado en cuanto al número y la calidad, ya que mientras a las demás provincias se conceden al menos dos –las que tienen otro campus incluso más, como es el caso de Toledo-, a Cuenca solamente una, pues una de las dos que se mencionan en el decreto, Turismo, es de estudios ya existentes en Cuenca; y además las del ámbito científico y tecnológico, que son las que cuentan con más demanda y proyección laboral, siguen implantándose en el resto de sitios y negándose aquí.

No debemos olvidar lo dicho por el viceconsejero de Ciencia y Tecnología, para frenar en seco las movilizaciones del Campus de Cuenca, reuniéndose con los directores de los centros universitarios, y todo apunta a que engañándolos, cuando les prometió varios postgrados y un Parque Científico y Tecnológico en nuestra ciudad, del que ya nadie dice nada.

Con actos como el que ha protagonizado Barreda hoy, no podemos evitar rememorar que a principios de los años ochenta Cuenca se quedaba sin los trenes Talgo, que la conectaban con Madrid, Valencia y Barcelona, en beneficio de la línea por Alcázar y Albacete, que era electrificada y doblada. La decisión del Gobierno de la UCD, que administraba el País en minoría con los nacionalistas de CIU, suponía el abandono de la línea ferroviaria Madrid-Valencia por Cuenca y, como se ha demostrado con los años, la incomunicación y la imposibilidad de cualquier desarrollo industrial de nuestra ciudad. En aquel momento condenaba a Cuenca a no beneficiarse de la riqueza que iba a suponer la entrada de la democracia, la España de las autonomías y la incorporación en el Mercado Común europeo.

Así las cosas, el Gobierno de Adolfo Suárez, que sabía la que se le venía encima a nuestra tierra, aprobó un Real Decreto por el cual Cuenca podría encontrar su futuro por la vía universitaria. El Real Decreto 1789/82, de 24 de julio, aprobó el reparto de centros universitarios de nueva creación, que le concedió a Cuenca: Facultad de Ciencias Económicas, Facultad de Empresariales, Facultad de Farmacia, Facultad de Derecho, Escuela Técnica y Superior de Arquitectura, Escuela Universitaria de Ingenieros Forestales, Escuela Universitaria de Informática, Escuela Universitaria de Traductores e Intérpretes. Además de las ya existentes de Formación del Profesorado, Enfermería, Geografía e Historia y Graduados Sociales.

Pero en la primavera del 83, se celebraron las primeras elecciones autonómicas, y el todavía joven diputado nacional por la provincia de Albacete, José Bono, se hizo con el poder de Castilla la Mancha, una autonomía creada al amparo de la partición de Castilla, y con una provincia, la suya, que procedía de la región murciana. En el nuevo gobierno de Bono se encontraba José María Barreda Fontes, que era profesor de Historia Contemporánea del Colegio Universitario de Ciudad Real y representante de la Rectora de la Universidad Complutense en el mismo. Muchas habían sido las presiones que recibió el Gobierno de España desde el ámbito manchego, para que no se desarrollara el Decreto de reparto de centros universitarios.

Así, tras las elecciones generales del 29 de octubre de 1982, y ya con el Psoe en el poder, se derogó el Real Decreto, aunque respetándose la Ley de creación de la Universidad de Castilla la Mancha. Después, con la autonomía ya en manos de Bono, se hicieron varios informes acerca de cuál debía ser el nuevo reparto de estudios, pero destacó el que el Psoe castellano-manchego asumió, era el de la Junta de Comunidades, conocido como "Plan Barreda" por cuanto éste era el titular de la Consejería de Educación en esos momentos y lo mandó elaborar.

En enero de 1984 el proyecto de José María Barreda entra en la recta final, conteniendo para Cuenca el reparto más despiadado de lo jamás imaginable -ni siquiera contemplaba una facultad, ni la única que finalmente concedió el Ministerio, ni Bellas Artes-.Los representantes socialistas de Cuenca, se mostraron abiertamente a favor de la supresión del Real Decreto que tanto beneficiaba a Cuenca. En el libro "La memoria colectiva" -José Luis Muñoz 1987- se recogen algunos testimonios deplorables sobre ésta, la tercera consecuencia nefasta de este “invento” de hace veintisiete años.

Veinticuatro años más tarde, esta vez como presidente, el 1 de abril de 2008 él mismo ponía la guinda a su hazaña en aquel Consejo del Gobierno que preside que vuelve a condenar a Cuenca para otros tantos años.



Enlace al artículo publicado en El Cronista el día que el Consejo de Gobierno de Castilla la Mancha aprobó el nuevo reparto de titulaciones: 1/04/08 “Barreda anuncia 10 nuevas titulaciones en la UCLM; otra vez Cuenca sale perjudicada sin ninguna del ámbito científico-tecnológico.”

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