viernes, 3 de agosto de 2007
Entre sandios e inverecundos se hace la politica en Cuenca.
Vaya comienzo de legislatura que llevamos; es, como para hacer las maletas y marcharse bien lejos y, de esa manera, evitarnos el cúmulo de desvergüenzas y sandeces que nos están dedicando estos politiquillos de "tres al cuarto". Si lo que nos llega del Ayuntamiento es malo, lo de la Junta es, si cabe, peor.
No sé si merecerá la pena dedicarle algún comentario màs a lo que está sucediendo en la "Casa Consistorial"; pero, desde luego que si se hace caso del refranero español, apañados vamos por aquello de que "quien mal empieza, mal acaba".
Y es que no se puede empezar peor de lo que lo está haciendo Francisco Javier Pulido. Si la cosa comenzaba mal con la designación, de entre los electos, para las concejalías; como un Concejal de Urbanismo que tiene intereses privados en el sector que va a administrar desde la Institución. Con la injusta e injustificable subida de sueldos, para la que no se ha esperado a darnos ni un solo motivo que alimente nuestra comprensión. Con la declaración de su lista "raquítica" de intenciones, de cara a los proyectos que se deben acometer en los próximos cuatro años. Con su inexplicable silencio, después de que unos altos cargos de Renfe hicieran unas declaraciones contrarias a la revitalización del tráfico de mercancías por el corredor de Cuenca, como si esto de las infraestructuras de comunicación no fuera con la figura del Alcalde porque eso es misión de otros. Pues aun con todo ese catálogo de desaciertos, que nos hacen temer por el destino de este nuevo Alcalde, que no olvidemos va unido al de todos los conquenses; aún, si cabe, es un desatino más llamativo el nombramiento, de entre los no electos, de su propio hermano para uno de los cargos que están mejor remunerados.
Si tan importante ha sido su hermano, según acaba de decir él mismo, en el desarrollo de su escasa carrera política; si es tan eficiente para el ejercicio de la función pública que le encomienda, ¿por qué no lo incluyó en su lista?, en la que se supone que estaban los más capacitados de entre las mujeres y hombres con los que podía contar. O, ¿acaso pensaba que le iba a ser desfavorable la opinión soberana del pueblo?, como de hecho se demuestra claramente estos días, a tenor de las críticas y comentarios que se oyen por todas partes. Y eso es engañar de forma premeditada.
Pero no se queda atrás el responsable de representar en Cuenca al Gobierrno de Castilla la Mancha, y de coordinar a todas las delegaciones provinciales que dependen del mismo. Y es que el Delegado de la Junta de Comunidades, Luis Carlos Sahuquillo, en menos de una semana ha soltado dos mamarrachadas, que lo sitúan en la misma línea de salida del Alcalde Pulido. Ambos partidos se tienen que disputar incluso esto; si tú empiezas mal, yo peor.
El otro día este delegado nos sorprendía con unas declaraciones, que no sabemos bien cómo calificar, en las que decía que "el Psoe trabaja por el Ferrocarril Convencional en silencio", pero "sin plantear cuestiones utópicas" -pero si aquí, mas allá del arreglo de una traviesa lo demás es utópico-. y que "el destino del mismo está unido a la implantación del AVE", o que de "existir alguna posibilidad, el tren en el futuro -no se sabe cuándo- podría ser un convoy de mercancías"; como ven, primero establece una premisa alentadora, aunque poco creíble, pero después nos va conduciendo, no sé si inconscientemente, a la realidad. O sea, nada de nada.
Pero ayer rozó el descaro al hablar de la Autovía de Teruel.
Después de haberse presentado por un Ministro en el año 89; de haber entrado en el Plan de Infraestructuras del primer Gobierno de Aznar, con el horizonte 2010; después de llevar congelada en el Registro del Ministerio de Medio Ambiente desde el 3 de abril del 2003; después de que el Senador socialista Luis Ayllón dijo, en la presentación de los primeros presupuestos del Estado del Gobierno de Zapatero, que en esa anulidad se contemplaba el final de la fase de proyecto, y que para la siguiente comenzaban las obras. Después de que año tras año, cada vez que no aparece en la Ley presupuestaria se nos dice que sí, que al siguiente. Ahora llega Luis Carlos y nos mete la de Borrell, pero a estilo Gobierno manchego.
Llega ayer este señor y tiene la desfachadez de decir que Autovía sí, pero siempre que respete las estrictas normas que establece el Gobierno de Castilla la Mancha para conservar el medio ambiente. No solamente se conforma con endosarnos la misma sandez de siempre como coartada -algo que sólo hacían los dirigentes de fuera hasta el momento-; sino que encima pretende subir a los altares la política medioambiental de un Gobierno con decenas de miles de hectáreas arrasadas por los fuegos en los montes que adminstra, cada vez que aprieta el calor en verano, Y que siempre llevará en sus espaldas, la carga de aquellas personas que se dejaron la vida en Guadalajara por una mala gestión de los gobernantes.
Y se dice que se debe dejar cien días de cortesía. Con éstos, cien días nos da para un libro.
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