OPINIÓN.- Era previsible, pero no por ello deja de sorprender que Pulido pierda la mayoría absoluta en el Pleno del Ayuntamiento de Cuenca, precisamente, en un asunto, como la privatización del servicio de agua, que era el único recurso que le quedaba a este alcalde para intentar financiar de alguna manera alguno de los escasos proyectos que se fijó en su programa electoral.
Decimos que entraba dentro de las posibilidades que Miguel Ortiz, aun siendo concejal del Pp, votara en contra de dar tramitación a una cuestión de la que pocas dudas nos caben que ha sido la causa principal de las amenazas que ha denunciado en los juzgados y ante la opinión pública.
Hace unos días decíamos que Francisco Pulido no ha andado fino en este conflicto de dentro de su grupo; es más, con su actitud ha demostrado que no solamente no ha sido imparcial en algo de lo que, sin lugar a dudas, el Alcalde debería haber sido el eje vertebrador contra cualquier disonancia que surgiera entre sus concejales, sino que claramente es partidario de quien, si se confirma la autoría de las amenazas, se ha saltado las reglas de la convivencia y la legalidad con métodos propios de los gánster.
Desde un primer momento, en Independientes por Cuenca siempre nos hemos manifestado en el sentido de que Pulido tiene la obligación de explicar a los conquenses por qué no ha amparado al concejal que está siendo amenazado; y no solamente eso, sino que además por qué le insinuó que se fuera, y encima lo castigó cesándolo de las funciones que desempeñaba como concejal.
Estaba claro que esto no podía acabar bien para este alcalde que nunca ha sido capaz de mantener su palabra; ni lo ha hecho con los votantes en esto de la privatización del agua, pues no figuraba en su programa electoral, ni lo hizo en el acuerdo que alcanzó con iXC con respecto a lo del referéndum de la Estación del AVE, ni tampoco con algunos de sus propios concejales, a los que ha dado la espalda dejando zascandilear y negociar por las alcantarillas de Cuenca a algunas personas que nunca han debido formar parte de su equipo, como el concejal de urbanismo, Pedro Vallejo, o su propio hermano, José Ramón Pulido, a quien nombró de manera depótica y poco decorosa asesor de desarrollo local.
Y es que poco bueno se puede esperar del poupurrit de intereses que se cocinan dentro del Grupo Municipal, y del Equipo que asesora a Pulido. En el primer momento de la Legislatura, tras el primer Pleno Orgánico, decíamos que fue un error nombrar a Pedro Vallejo para el cargo de concejal de urbanismo, debido a sus lazos con el mundo de la construcción y la especulación inmobiliaria, y el tiempo cada vez nos da más la razón, pues son esta clase de compañías las que de ninguna manera le han convenido al Alcalde; y las que lo están llevando a estamparse en las cuestiones de mayor trascendencia.
Son los malos compañeros de viaje, y no ninguna otra cosa, los que están haciendo que Pulido fracase en su política hasta rozar a veces lo esperpéntico, y lo tengan situado en este momento al borde del abismo. Si existía algún asunto con el que iba a dar un golpe de efecto de mayor impacto que el que le propinaron Barreda y Ávila con la cuestión del Hospital y el Palacio de Congresos, ése hubiera sido sin duda el del Referéndum y la ubicación de la Estación del AVE; pero la situación de Pulido al señor Vallejo le importó un pimiento, porque a él le conviene seguir a lo suyo.
Y es que es una barbaridad que se designe para la concejalía de Urbanismo a una persona que tiene intereses económicos en el sector inmobiliario, y que su mujer, Sonia Sáiz Herráiz, es la presidenta del Colegio de Arquitectos de Cuenca y encima trabaja para la empresa constructora e inmobiliaria del que era en aquel momento secretario del Pp, ahora escandalosamente conocido ya en los medios nacionales, y es hermana de Jesús Sáiz Herráiz, que es gerente del consorcio empresarial DAVECON, que compró terrenos para vender centenares de pisos en la zona del Apeadero de La Estrella y en los terrenos del Serranía, entre otros lugares; hechos éstos que motivaron la dimisión de la que era secretaria del Colegio de Arquitectos, Carmen Mota, como reconoció en un comunicado.
Los principales culpables de que el Ayuntamiento, y su regidor, Francisco Pulido, le perdieran totalmente el control a algo de tantísima importancia, como el Nuevo Hospital, son el concejal de Urbanismo y el gerente del ramo, Héctor Álvarez, puesto a dedo a propuesta de Vallejo, a pesar de no tener prácticamente relación con Cuenca y de ser el sobrino de Perfecto Álvarez, que era Consejero de la Caja Castilla la Mancha vinculado al Pp y socio en “Verdes Desarrollos Urbanos” de Germán Chamón y Méndez Pozo, el uno entonces secretario provincial del Pp y el otro editor del diario La Tribuna, empresa ésta constructora e inmobiliaria que también venderá pisos cerca de La Estrella; y esos señores son los que lo incluyeron en la lista electoral para situarlo en el puesto que ocupa y que tanto está perjudicando la gestión de Pulido.
Fue ridículo, esperpéntico y hasta cómico el Pleno en el que se aprobó la cesión de los terrenos de la variante de la Sierra para el Nuevo Hospital; pero claro, esta torpeza política por la que Vallejo está haciendo pasar a Pulido, llevaba consigo la recalificación de suelo para la construcción de 1600 viviendas, y eso este concejal lo defiendía a capa y espada, como lo del Apeadero del AVE, caiga quien caiga; aunque arrastre en la caída al Alcalde, el Equipo de Gobierno, su Partido, y lo que realmente importa, perjudicando a Cuenca y los conquenses.
Tampoco se podía esperar nada mejor del hecho de que una subordinada del Alcalde, saltara por encima de las pretensiones de éste en el Congreso del Partido, y se presentara para ser la Presidenta Provincial. El 13 de octubre de 2008, decíamos en El Cronista Independiente de Cuenca que el Partido Popular se estaba metiendo en un laberinto muy complicado con motivo del Congreso Provincial que se iba a celebrar en noviembre, y que a buen seguro le iba a traer consecuencias muy serias a corto plazo.
Para ser presidenta de un Partido, lo más racional, es o bien ser número uno dentro de un órgano colegiado, como un Equipo de Gobierno Municipal; o se ocupa un cargo unipersonal, como lo son los diputados y senadores; o se es un afiliado sin más.
También decíamos en aquel artículo que si definitivamente Mª Ángeles García, se convertía en la nueva presidenta del Partido Popular de Cuenca, ¿cuál iba a ser la disciplina que prevaleciera en la principal institución que gobierna este Partido en nuestra provincia, la de la Tte de alcalde, o la del propio alcalde?
Relatábamos que se creaba una contradicción tan importante, que iba a suponer, de un lado, la pérdida de credibilidad de la autoridad necesaria que requiere el Alcalde para poder gobernar; y de otro, la necesidad de que uno de los dos tenga que dejar el cargo institucional que ostenta en la actualidad por deseo de la soberanía del pueblo en unas elecciones. Y todo eso por los caprichos, seguramente, de aquellos que se niegan a renunciar a perder un ápice de influencia en la defensa de sus intereses personales en un Partido que gobierna la Capital.
Añadíamos en lo escrito desde El Cronista aquel día, que es difícil entender que ostente la presidencia alguien que por razón de su cargo se encuentra en un Equipo de Gobierno en segundo lugar, y por tanto, bajo el criterio del Alcalde; pero que era más incomprensible que algo así esté avalado por la cúpula de un Partido Popular Autonómico, que está demostrando ser poco serio y muy despreocupado para que sea posible una buena administración del Ayuntamiento de Cuenca.
Mañana se va a reunir el Comité Provincial del Pp para tratar lo que ha sucedido hoy en el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Cuenca, y de ahí, probablemente, saldrá un expediente de expulsión de un concejal, Miguel Ortiz, que con su actitud de mantenerse firme frente a las amenazas, y también al aislamiento que padece por parte del Alcalde y la mayoría de sus compañeros de grupo, ha conseguido, de momento, que el propio Partido Popular no consiga romper en este aspecto con su programa electoral, y además que un recurso tan importante para Cuenca, como es la gestión del agua, tenga hoy más probabilidades de mantenerse bajo el control del Municipio.
Nos da la impresión de que el bastón de mando del Ayuntamiento de Cuenca se le está escapando a Pulido por momentos, pero es que este alcalde está siendo solamente la cara de la sonrisa, y su mano la ejecutora de los deseos de quien o no pasó por las urnas, o si lo hizo fue de tapadillo bajo el refugio de su sombra.
Decimos que entraba dentro de las posibilidades que Miguel Ortiz, aun siendo concejal del Pp, votara en contra de dar tramitación a una cuestión de la que pocas dudas nos caben que ha sido la causa principal de las amenazas que ha denunciado en los juzgados y ante la opinión pública.
Hace unos días decíamos que Francisco Pulido no ha andado fino en este conflicto de dentro de su grupo; es más, con su actitud ha demostrado que no solamente no ha sido imparcial en algo de lo que, sin lugar a dudas, el Alcalde debería haber sido el eje vertebrador contra cualquier disonancia que surgiera entre sus concejales, sino que claramente es partidario de quien, si se confirma la autoría de las amenazas, se ha saltado las reglas de la convivencia y la legalidad con métodos propios de los gánster.
Desde un primer momento, en Independientes por Cuenca siempre nos hemos manifestado en el sentido de que Pulido tiene la obligación de explicar a los conquenses por qué no ha amparado al concejal que está siendo amenazado; y no solamente eso, sino que además por qué le insinuó que se fuera, y encima lo castigó cesándolo de las funciones que desempeñaba como concejal.
Estaba claro que esto no podía acabar bien para este alcalde que nunca ha sido capaz de mantener su palabra; ni lo ha hecho con los votantes en esto de la privatización del agua, pues no figuraba en su programa electoral, ni lo hizo en el acuerdo que alcanzó con iXC con respecto a lo del referéndum de la Estación del AVE, ni tampoco con algunos de sus propios concejales, a los que ha dado la espalda dejando zascandilear y negociar por las alcantarillas de Cuenca a algunas personas que nunca han debido formar parte de su equipo, como el concejal de urbanismo, Pedro Vallejo, o su propio hermano, José Ramón Pulido, a quien nombró de manera depótica y poco decorosa asesor de desarrollo local.
Y es que poco bueno se puede esperar del poupurrit de intereses que se cocinan dentro del Grupo Municipal, y del Equipo que asesora a Pulido. En el primer momento de la Legislatura, tras el primer Pleno Orgánico, decíamos que fue un error nombrar a Pedro Vallejo para el cargo de concejal de urbanismo, debido a sus lazos con el mundo de la construcción y la especulación inmobiliaria, y el tiempo cada vez nos da más la razón, pues son esta clase de compañías las que de ninguna manera le han convenido al Alcalde; y las que lo están llevando a estamparse en las cuestiones de mayor trascendencia.
Son los malos compañeros de viaje, y no ninguna otra cosa, los que están haciendo que Pulido fracase en su política hasta rozar a veces lo esperpéntico, y lo tengan situado en este momento al borde del abismo. Si existía algún asunto con el que iba a dar un golpe de efecto de mayor impacto que el que le propinaron Barreda y Ávila con la cuestión del Hospital y el Palacio de Congresos, ése hubiera sido sin duda el del Referéndum y la ubicación de la Estación del AVE; pero la situación de Pulido al señor Vallejo le importó un pimiento, porque a él le conviene seguir a lo suyo.
Y es que es una barbaridad que se designe para la concejalía de Urbanismo a una persona que tiene intereses económicos en el sector inmobiliario, y que su mujer, Sonia Sáiz Herráiz, es la presidenta del Colegio de Arquitectos de Cuenca y encima trabaja para la empresa constructora e inmobiliaria del que era en aquel momento secretario del Pp, ahora escandalosamente conocido ya en los medios nacionales, y es hermana de Jesús Sáiz Herráiz, que es gerente del consorcio empresarial DAVECON, que compró terrenos para vender centenares de pisos en la zona del Apeadero de La Estrella y en los terrenos del Serranía, entre otros lugares; hechos éstos que motivaron la dimisión de la que era secretaria del Colegio de Arquitectos, Carmen Mota, como reconoció en un comunicado.
Los principales culpables de que el Ayuntamiento, y su regidor, Francisco Pulido, le perdieran totalmente el control a algo de tantísima importancia, como el Nuevo Hospital, son el concejal de Urbanismo y el gerente del ramo, Héctor Álvarez, puesto a dedo a propuesta de Vallejo, a pesar de no tener prácticamente relación con Cuenca y de ser el sobrino de Perfecto Álvarez, que era Consejero de la Caja Castilla la Mancha vinculado al Pp y socio en “Verdes Desarrollos Urbanos” de Germán Chamón y Méndez Pozo, el uno entonces secretario provincial del Pp y el otro editor del diario La Tribuna, empresa ésta constructora e inmobiliaria que también venderá pisos cerca de La Estrella; y esos señores son los que lo incluyeron en la lista electoral para situarlo en el puesto que ocupa y que tanto está perjudicando la gestión de Pulido.
Fue ridículo, esperpéntico y hasta cómico el Pleno en el que se aprobó la cesión de los terrenos de la variante de la Sierra para el Nuevo Hospital; pero claro, esta torpeza política por la que Vallejo está haciendo pasar a Pulido, llevaba consigo la recalificación de suelo para la construcción de 1600 viviendas, y eso este concejal lo defiendía a capa y espada, como lo del Apeadero del AVE, caiga quien caiga; aunque arrastre en la caída al Alcalde, el Equipo de Gobierno, su Partido, y lo que realmente importa, perjudicando a Cuenca y los conquenses.
Tampoco se podía esperar nada mejor del hecho de que una subordinada del Alcalde, saltara por encima de las pretensiones de éste en el Congreso del Partido, y se presentara para ser la Presidenta Provincial. El 13 de octubre de 2008, decíamos en El Cronista Independiente de Cuenca que el Partido Popular se estaba metiendo en un laberinto muy complicado con motivo del Congreso Provincial que se iba a celebrar en noviembre, y que a buen seguro le iba a traer consecuencias muy serias a corto plazo.
Para ser presidenta de un Partido, lo más racional, es o bien ser número uno dentro de un órgano colegiado, como un Equipo de Gobierno Municipal; o se ocupa un cargo unipersonal, como lo son los diputados y senadores; o se es un afiliado sin más.
También decíamos en aquel artículo que si definitivamente Mª Ángeles García, se convertía en la nueva presidenta del Partido Popular de Cuenca, ¿cuál iba a ser la disciplina que prevaleciera en la principal institución que gobierna este Partido en nuestra provincia, la de la Tte de alcalde, o la del propio alcalde?
Relatábamos que se creaba una contradicción tan importante, que iba a suponer, de un lado, la pérdida de credibilidad de la autoridad necesaria que requiere el Alcalde para poder gobernar; y de otro, la necesidad de que uno de los dos tenga que dejar el cargo institucional que ostenta en la actualidad por deseo de la soberanía del pueblo en unas elecciones. Y todo eso por los caprichos, seguramente, de aquellos que se niegan a renunciar a perder un ápice de influencia en la defensa de sus intereses personales en un Partido que gobierna la Capital.
Añadíamos en lo escrito desde El Cronista aquel día, que es difícil entender que ostente la presidencia alguien que por razón de su cargo se encuentra en un Equipo de Gobierno en segundo lugar, y por tanto, bajo el criterio del Alcalde; pero que era más incomprensible que algo así esté avalado por la cúpula de un Partido Popular Autonómico, que está demostrando ser poco serio y muy despreocupado para que sea posible una buena administración del Ayuntamiento de Cuenca.
Mañana se va a reunir el Comité Provincial del Pp para tratar lo que ha sucedido hoy en el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Cuenca, y de ahí, probablemente, saldrá un expediente de expulsión de un concejal, Miguel Ortiz, que con su actitud de mantenerse firme frente a las amenazas, y también al aislamiento que padece por parte del Alcalde y la mayoría de sus compañeros de grupo, ha conseguido, de momento, que el propio Partido Popular no consiga romper en este aspecto con su programa electoral, y además que un recurso tan importante para Cuenca, como es la gestión del agua, tenga hoy más probabilidades de mantenerse bajo el control del Municipio.
Nos da la impresión de que el bastón de mando del Ayuntamiento de Cuenca se le está escapando a Pulido por momentos, pero es que este alcalde está siendo solamente la cara de la sonrisa, y su mano la ejecutora de los deseos de quien o no pasó por las urnas, o si lo hizo fue de tapadillo bajo el refugio de su sombra.
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