LA OPINIÓN.- Cada vez que aparece una noticia sobre las inversiones en I+D que está realizando la Junta de Comunidades y el Gobierno de España en todas y cada una de las provincias y capitales de este invento que se llama Catilla la Mancha, menos en Cuenca, no podemos evitar hacer un repaso de las mismas, y compararlas con la situación de abandono y subdesarrollo que se vive aquí.
No es necesario ser un gran observador, para reconocer el enorme cambio que experimentó Albacete bajo el mandato de José Bono en el Gobierno Autonómico. Albacete pasó de ser una capital y una provincia sin universidad, mal comunicada, con un pobre desarrollo industrial; ni más ni menos, que como el de las demás provincias que pasaron a formar lo que se empezaba a llamar Castilla la Mancha; con una situación sanitaria tan lamentable como las demás, y con una agricultura de secano también en pleno declive y, claro está, sin ninguna posibilidad de potenciarse turísticamente como sí lo estaba enormemente Murcia, su hermana mayor hasta ese momento. En Murcia estaba la universidad, la industria, la agricultura de regadío en pleno desarrollo, su referencia sanitaria, las comunicaciones, el turismo. Muchos pensaban que con el final de Bono como Presidente de Castilla la Mancha, Albacete perdería su gran mecenas en la política, y que el reparto de la riqueza autonómica empezaría a ser algo más equitativo.
Pero las cosas no son así. Barreda ahora es el gran benefactor de su tierra, desarrollando proyectos faraónicos como lo son el Complejo Turístico "Reino de don Quijote" o el Aeropuerto de C. Real, aun a costa de someter a los conquenses a nuevos sacrificios y más pobreza, como el que supone la construcción del nuevo Pantano de Carrascosa para que sean viables esos macroproyectos, y convertir muchas hectáreas de secano en regadío, dentro de lo que siempre se ha conocido como "el secarral manchego de Ciudad Real".
Barreda ha situado la sanidad de C. Real en niveles de vanguardia con el pleno funcionamiento del nuevo Hospital para el S. XXI, preparado con las últimas técnicas en el diagnóstico y tratamiento. Ya desde sus cargos en el Gobierno de Bono, favoreció a su pueblo. Siendo el Consejero de Educación, potenció la universidad en C. Real con carreras científico-tecnológicas, ingenierías y titulaciones de futuro; implantó allí la sede del Rectorado de la Universidad de Castilla la Mancha; y ahora que es Presidente lo vuelve a hacer en el mismo terreno universitario, con la ampliación de titulaciones, implantando una nueva Facultad de Medicina en Ciudad Real y, 9 carreras más que distribuye de forma escandalosa para beneficio de las tres provincias de siempre. Siendo Presidente de las Cortes autonómicas, consiguió el paso y parada del AVE; y ahora lo demás, entre lo que se encuentra lo logrado por su influencia con Bono cuando era Ministro de defensa, que son las empresas relacionadas con la industria del armamento, esta vez en Almagro.
Todo lo contrario fue lo de Cenzano a su paso por la Junta, que no hizo nada por Cuenca en sus cargos de Consejero Adjunto a la Presidencia, ni de Presidente de las Cortes de Castilla la Mancha.
Y Bono, además de seguir influyendo en las decisiones que toma su sucesor en Castilla la Mancha y, por tanto de continuar favoreciendo desde esta autonomía a Albacete, cuando ocupó su cargo en el Ministerio de Defensa, se llevó la industria del ramo hasta su tierra. Albacete y Getafe fabricarán los helicópteros "Tigre", dijo el Presidente del Gobierno en el transcurso de su primer Debate sobre el Estado de la Nación. Este mensaje fue pronunciado por Zapatero, para demostrar el interés de su Ejecutivo por una distribución territorial de los centros de producción industrial. Para albergar el proyecto se habían interesado Andalucía, Aragón, Castilla la Mancha, Cataluña, Galicia y Madrid. Pero se quedó en Albacete, de donde es natural el entonces Ministro Bono; ahora Presidente del Congreso de los Diputados. Esto supone, además de la inversión de 1300 millones de euros que realiza Eurocopter, más de 900 empleos que ya se notan en la economía albaceteña. Y más de 6 millones de euros de inversión neta anual del Gobierno manchego en investigación aeronaval, desarrollando un Centro de Investigación en esta materia dentro del Parque Científico-Tecnológico de aquella ciudad. Almagro también está muy reforzada al ser el centro operativo de los helicópteros de ataque, lo que implica una apuesta importante por la provincia de Ciudad Real, en la que Barreda fue decisivo.
Cuenca no era candidata para recibir estas inversiones estratégicas, porque Cuenca no es candidata para recibir ninguna inversión estratégica. Por eso el Presidente Barreda, para subir el ánimo, excepto el de los conquenses, en sus discursos recuerda, de manera recurrente, el triángulo aeronáutico que forman Albacete, Illescas (Toledo) y Almagro (Ciudad Real).Esta Autonomía tiene un enorme potencial de crecimiento gracias al polo aeronáutico que forman Illescas (Toledo) con la factoría de Airbus y Albacete con la entrada en funcionamiento de Eurocopter a lo que suma la Base de Helicópteros de Almagro (Ciudad Real)”.
Pero en Cuenca tenemos el Polígono del SEPES, y el Vivero de Empresas del Terminillo; y, ya casi un halo de esperanza con el convenio promovido por Pulido para uno nuevo por la Melgosa, que ya veremos si se hace y cuándo, porque ya nos han advertido de que con la crisis lo empresarios han pedido una pausa. ¿Por qué nos vamos a quejar entonces? Parece como si en Cuenca definitivamente hayamos renunciado al desarrollo industrial.
Es como si existiera un diagnóstico, que hubiera determinado ya una enfermedad genética, que nos incapacita para emprender el camino que se sigue en otros lugares cercanos en el mapa, hacia la industrialización como la principal fuente de empleo. Casi estamos convencidos de que en Cuenca eso es imposible, y lo achacamos unas veces a la orografía -como si no hubiera ciudades industriales en las alturas-, otras a la falta de verdaderos emprendedores y, últimamente, a que ya es tarde para eso. Pero eso no es cierto.
Ejemplos de implantación de nuevas industrias y de inversión en I+D, los encontramos en lugares de la geografía castellano-manchega y en general española. Una apuesta decidida por parte de los gobernantes en este sentido; dotando a las poblaciones de la infraestructura adecuada, una política de verdaderos incentivos para la ubicación de empresas, y la facilidad sobre el suelo necesario y al precio adecuado -para lo que es necesario cambiar el POM que pretendía Cenzano, y no sólo revisarlo-, son las bases para que los empresarios encuentren el atractivo suficiente para la viabilidad económica de sus negocios.
Pero eso no sucede en Cuenca. En Cuenca, hace un par de años, el entonces Vicepresidente Lamata anunciaba con orgullo la creación de 7 puestos de trabajo por una empresa de servicios funerarios. Toledo, Ciudad Real, Albacete y Guadalajara se están situando en la vanguardia industrial y de investigación en tecnología. Daimiel, Tomelloso, Alcázar de San Juan, Talavera de la Reina, Villarrobledo, Almansa, Hellín … les siguen a buen paso. Pero Cuenca; Cuenca se queda anclada, casi en peor situación que en los años sesenta.
Por eso es tan importante que nos concienciemos de que cuestiones, como la defensa de la adecuación del viario del Ferrocarril Convencional a los niveles de velocidad y seguridad que exige el mercado, o situar la Estación del AVE y Convencional donde realmente permita que estos recursos sean funcionales y contribuyan al desarrollo; no es un tema baladí; sí, es más, después de la situación política tan delicada en la que se encuentra Pulido, y su dificultad para administrar en el territorio municipal.
Incluso el Alcalde, mientras lo siga siendo, debe hacer algo importante por la Universidad, y no como en todo; para lo que cuenta con una herramienta muy importante con los terrenos de la Fuensanta. Como tampoco lo es de menor importancia estar encima de la ejecución de las autovías prometidas, y que con la de Teruel no quede en la coartada de Medio Ambiente, o que con la de Albacete no se pierda el tiempo durante décadas, como ya ha sucedido con las obras de la Autovía Cuenca-Tarancón, que entró a formar parte del segundo Plan de Carreteras del Estado en el año 89, y aún no se ha ejecutado más de la mitad del trazado; y no digamos de la Autovía de Teruel, que la anunció Sáenz de Coscuyuela siendo Ministro de Obras Públicas en mitad de la década de los ochenta, y muy mucho nos tememos que la intención es de no hacerla; o, la Autovía Cuenca-Albacete, de la que ya hubo un acuerdo favorable en el año 93 en las Cortes de Castilla la Mancha.
Tampoco le debe perder la pista al cumplimiento efectivo de la promesa del Hospital, por mucho que la iniciativa y el control sean ahora de la Junta y la Diputación; o lo mismo para el Palacio de Congresos, una promesa de 25 años a lo que Cuenca no puede esperar más, así como forzar la implicación verídica del Ejecutivo autonómico para la candidatura de Cuenca 2016, lo que es un compromiso tomado en principio por el propio Barreda, y para el que de momento no ha incluido ni un euro en los Presupuestos.
Pero mucho nos tememos que las preocupaciones de Pulido anden por otros derroteros.
No es necesario ser un gran observador, para reconocer el enorme cambio que experimentó Albacete bajo el mandato de José Bono en el Gobierno Autonómico. Albacete pasó de ser una capital y una provincia sin universidad, mal comunicada, con un pobre desarrollo industrial; ni más ni menos, que como el de las demás provincias que pasaron a formar lo que se empezaba a llamar Castilla la Mancha; con una situación sanitaria tan lamentable como las demás, y con una agricultura de secano también en pleno declive y, claro está, sin ninguna posibilidad de potenciarse turísticamente como sí lo estaba enormemente Murcia, su hermana mayor hasta ese momento. En Murcia estaba la universidad, la industria, la agricultura de regadío en pleno desarrollo, su referencia sanitaria, las comunicaciones, el turismo. Muchos pensaban que con el final de Bono como Presidente de Castilla la Mancha, Albacete perdería su gran mecenas en la política, y que el reparto de la riqueza autonómica empezaría a ser algo más equitativo.
Pero las cosas no son así. Barreda ahora es el gran benefactor de su tierra, desarrollando proyectos faraónicos como lo son el Complejo Turístico "Reino de don Quijote" o el Aeropuerto de C. Real, aun a costa de someter a los conquenses a nuevos sacrificios y más pobreza, como el que supone la construcción del nuevo Pantano de Carrascosa para que sean viables esos macroproyectos, y convertir muchas hectáreas de secano en regadío, dentro de lo que siempre se ha conocido como "el secarral manchego de Ciudad Real".
Barreda ha situado la sanidad de C. Real en niveles de vanguardia con el pleno funcionamiento del nuevo Hospital para el S. XXI, preparado con las últimas técnicas en el diagnóstico y tratamiento. Ya desde sus cargos en el Gobierno de Bono, favoreció a su pueblo. Siendo el Consejero de Educación, potenció la universidad en C. Real con carreras científico-tecnológicas, ingenierías y titulaciones de futuro; implantó allí la sede del Rectorado de la Universidad de Castilla la Mancha; y ahora que es Presidente lo vuelve a hacer en el mismo terreno universitario, con la ampliación de titulaciones, implantando una nueva Facultad de Medicina en Ciudad Real y, 9 carreras más que distribuye de forma escandalosa para beneficio de las tres provincias de siempre. Siendo Presidente de las Cortes autonómicas, consiguió el paso y parada del AVE; y ahora lo demás, entre lo que se encuentra lo logrado por su influencia con Bono cuando era Ministro de defensa, que son las empresas relacionadas con la industria del armamento, esta vez en Almagro.
Todo lo contrario fue lo de Cenzano a su paso por la Junta, que no hizo nada por Cuenca en sus cargos de Consejero Adjunto a la Presidencia, ni de Presidente de las Cortes de Castilla la Mancha.
Y Bono, además de seguir influyendo en las decisiones que toma su sucesor en Castilla la Mancha y, por tanto de continuar favoreciendo desde esta autonomía a Albacete, cuando ocupó su cargo en el Ministerio de Defensa, se llevó la industria del ramo hasta su tierra. Albacete y Getafe fabricarán los helicópteros "Tigre", dijo el Presidente del Gobierno en el transcurso de su primer Debate sobre el Estado de la Nación. Este mensaje fue pronunciado por Zapatero, para demostrar el interés de su Ejecutivo por una distribución territorial de los centros de producción industrial. Para albergar el proyecto se habían interesado Andalucía, Aragón, Castilla la Mancha, Cataluña, Galicia y Madrid. Pero se quedó en Albacete, de donde es natural el entonces Ministro Bono; ahora Presidente del Congreso de los Diputados. Esto supone, además de la inversión de 1300 millones de euros que realiza Eurocopter, más de 900 empleos que ya se notan en la economía albaceteña. Y más de 6 millones de euros de inversión neta anual del Gobierno manchego en investigación aeronaval, desarrollando un Centro de Investigación en esta materia dentro del Parque Científico-Tecnológico de aquella ciudad. Almagro también está muy reforzada al ser el centro operativo de los helicópteros de ataque, lo que implica una apuesta importante por la provincia de Ciudad Real, en la que Barreda fue decisivo.
Cuenca no era candidata para recibir estas inversiones estratégicas, porque Cuenca no es candidata para recibir ninguna inversión estratégica. Por eso el Presidente Barreda, para subir el ánimo, excepto el de los conquenses, en sus discursos recuerda, de manera recurrente, el triángulo aeronáutico que forman Albacete, Illescas (Toledo) y Almagro (Ciudad Real).Esta Autonomía tiene un enorme potencial de crecimiento gracias al polo aeronáutico que forman Illescas (Toledo) con la factoría de Airbus y Albacete con la entrada en funcionamiento de Eurocopter a lo que suma la Base de Helicópteros de Almagro (Ciudad Real)”.
Pero en Cuenca tenemos el Polígono del SEPES, y el Vivero de Empresas del Terminillo; y, ya casi un halo de esperanza con el convenio promovido por Pulido para uno nuevo por la Melgosa, que ya veremos si se hace y cuándo, porque ya nos han advertido de que con la crisis lo empresarios han pedido una pausa. ¿Por qué nos vamos a quejar entonces? Parece como si en Cuenca definitivamente hayamos renunciado al desarrollo industrial.
Es como si existiera un diagnóstico, que hubiera determinado ya una enfermedad genética, que nos incapacita para emprender el camino que se sigue en otros lugares cercanos en el mapa, hacia la industrialización como la principal fuente de empleo. Casi estamos convencidos de que en Cuenca eso es imposible, y lo achacamos unas veces a la orografía -como si no hubiera ciudades industriales en las alturas-, otras a la falta de verdaderos emprendedores y, últimamente, a que ya es tarde para eso. Pero eso no es cierto.
Ejemplos de implantación de nuevas industrias y de inversión en I+D, los encontramos en lugares de la geografía castellano-manchega y en general española. Una apuesta decidida por parte de los gobernantes en este sentido; dotando a las poblaciones de la infraestructura adecuada, una política de verdaderos incentivos para la ubicación de empresas, y la facilidad sobre el suelo necesario y al precio adecuado -para lo que es necesario cambiar el POM que pretendía Cenzano, y no sólo revisarlo-, son las bases para que los empresarios encuentren el atractivo suficiente para la viabilidad económica de sus negocios.
Pero eso no sucede en Cuenca. En Cuenca, hace un par de años, el entonces Vicepresidente Lamata anunciaba con orgullo la creación de 7 puestos de trabajo por una empresa de servicios funerarios. Toledo, Ciudad Real, Albacete y Guadalajara se están situando en la vanguardia industrial y de investigación en tecnología. Daimiel, Tomelloso, Alcázar de San Juan, Talavera de la Reina, Villarrobledo, Almansa, Hellín … les siguen a buen paso. Pero Cuenca; Cuenca se queda anclada, casi en peor situación que en los años sesenta.
Por eso es tan importante que nos concienciemos de que cuestiones, como la defensa de la adecuación del viario del Ferrocarril Convencional a los niveles de velocidad y seguridad que exige el mercado, o situar la Estación del AVE y Convencional donde realmente permita que estos recursos sean funcionales y contribuyan al desarrollo; no es un tema baladí; sí, es más, después de la situación política tan delicada en la que se encuentra Pulido, y su dificultad para administrar en el territorio municipal.
Incluso el Alcalde, mientras lo siga siendo, debe hacer algo importante por la Universidad, y no como en todo; para lo que cuenta con una herramienta muy importante con los terrenos de la Fuensanta. Como tampoco lo es de menor importancia estar encima de la ejecución de las autovías prometidas, y que con la de Teruel no quede en la coartada de Medio Ambiente, o que con la de Albacete no se pierda el tiempo durante décadas, como ya ha sucedido con las obras de la Autovía Cuenca-Tarancón, que entró a formar parte del segundo Plan de Carreteras del Estado en el año 89, y aún no se ha ejecutado más de la mitad del trazado; y no digamos de la Autovía de Teruel, que la anunció Sáenz de Coscuyuela siendo Ministro de Obras Públicas en mitad de la década de los ochenta, y muy mucho nos tememos que la intención es de no hacerla; o, la Autovía Cuenca-Albacete, de la que ya hubo un acuerdo favorable en el año 93 en las Cortes de Castilla la Mancha.
Tampoco le debe perder la pista al cumplimiento efectivo de la promesa del Hospital, por mucho que la iniciativa y el control sean ahora de la Junta y la Diputación; o lo mismo para el Palacio de Congresos, una promesa de 25 años a lo que Cuenca no puede esperar más, así como forzar la implicación verídica del Ejecutivo autonómico para la candidatura de Cuenca 2016, lo que es un compromiso tomado en principio por el propio Barreda, y para el que de momento no ha incluido ni un euro en los Presupuestos.
Pero mucho nos tememos que las preocupaciones de Pulido anden por otros derroteros.
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