El Tiempo en Cuenca

miércoles, 20 de mayo de 2009

¿Qué va a votar Pulido, y el resto de populares, si el concejal que ellos llaman tránsfuga presenta una a una, las propuestas de su propio Programa?


LA OPINIÓN.- Es poco halagüeño el futuro que se le presenta a Pulido en el Ayuntamiento de Cuenca, si el concejal Miguel Ortiz definitivamente no deja su puesto en el Pleno, como ha manifestado hoy mismo en rueda de prensa.

Esta actitud de enfrentamiento, al parecer irreversible, en la que se encuentran los populares con el edil, está claro que a lo único que nos lleva, a partir de ahora, en el supuesto más optimista para el alcalde, es a un Gobierno Municipal en minoría, y por tanto a negociar con el resto de los grupos municipales cada una de las propuestas que pretenda llevar a cabo el Equipo de Gobierno; y eso nos parece poco probable, pues la forma despótica de administrar la Institución, y las peleas constantes tanto con los socialistas, como con la concejal de Izquierda Unida, lo convierten en una tarea demasiado complicada para un político neófito que hasta el momento ha demostrado tener poca mano izquierda, y escasa capacidad de negociación.

Recordemos que la forma tan torpe de llevar a cabo el intento de cambio de ubicación del Nuevo Hospital, abortada con un golpe certero de timón por parte del presidente de la Junta, José María Barreda, y el de la Diputación, Juan Ávila, lo llevó a situarse en un segundo plano, y a quedar en entredicho su capacidad para ejercer el cargo que le encomendaron los conquenses; pero es más, y esto es una torpeza política de primer orden que ya adelantaba la falta de cintura que ahora lo coloca en esta situación casi irreversible, a reprobar la figura de Barreda en un Pleno.

Mal lo tiene Pulido, muy mal, para salir de este laberinto de errores en el que se ha metido él solo en tan poco tiempo; pues si lo tiene ya imposible dentro de su propio Grupo, al quedarse en minoría, por más que nos hablen de cohesión entre los doce restantes, y mal con los socialistas, con su secretario general de castilla la mancha reprobado, no menos mal lo tiene con la concejal de Izquierda Unida, quien se queja de haber sido engañada por el propio alcalde en el tema de la privatización del agua, al haberle asegurado que no se iba a privatizar, poco antes de que se hicieran públicas las gestiones que habían emprendido ya algunos de los responsables del Equipo de Pulido, negociando con algunos empresarios en esa dirección privatizadora.

De igual manera, mal se le están poniendo las cosas a la presidenta provincial del Partido Popular, que ha empezado con mal pié, y que está demostrando también una clara falta de ideas para mediar e intentar resolver el que ya es el mayor problema que ha tenido el Pp de Cuenca desde su creación. Estaba claro que alguien que entró a la presidencia del Partido, saltando por encima de las pretensiones del propio alcalde, poco podía hacer para interceder desde el Partido en los problemas que pudieran surgir dentro del Consistorio. Pero es más, si hay que hablar de falta de lealtad, Mª Ángeles García demostró ser prodigiosa en ese terreno cuando presentó la candidatura al Congreso del Pp, pasándose por el forro las pretensiones de su jefe de filas, y dejando la jerarquía del organigrama del Equipo de Gobierno en una situación extraña y demasiado delicada.

En este contexto, las posibilidades de Administrar el Ayuntamiento, y por tanto los intereses de los conquenses, son prácticamente inexistentes, por lo que una moción de censura se presenta como un recurso a tener muy en cuenta. Tanto el Psoe, como Iu, tienen legitimidad moral para presentarla, pues iría encaminada a resolver los gravísimos problemas que motivan la imposibilidad de gobernabilidad por parte del Grupo Popular, que si bien es cierto que ganó las Elecciones por mayoría absoluta, se está destruyendo a sí mismo, y está demostrando su incapacidad para ejercer el mandato del pueblo de Cuenca. Aunque el Psoe, seguramente, esperará algún tiempo para que el propio Partido Popular siga dañando aún más su imagen, y de esa manera obtener mayor beneficio de cara a las próximas Elecciones Locales.

Tiene razón Ortiz al decir que el voto de conciencia era hacerlo en el sentido contrario al de privatizar el servicio de aguas, pues el Partido Popular lo tenía fuera de su Programa Electoral, y eso lo dota de moralidad para mantener su escaño en el Consistorio y llevar a cabo una política fiscalizadora para que los acuerdos que se tomen en el Pleno, a partir de ahora, se ciñan al contrato que establecieron los populares con los conquenses.

Ahora, cabe preguntarse qué es lo que va a votar Pulido y el resto de concejales populares, si el concejal que ellos llaman tránsfuga, o díscolo como lo denomina la Tribuna de Cuenca, se decide por ir presentando una a una, en forma de mociones, las propuestas programáticas con las que ellos mismos ganaron las Elecciones.

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