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miércoles, 28 de noviembre de 2007

Luis Ayllón anuncia que no se presentará como candidato por Cuenca a las próximas elecciones al Senado


A cuatro meses de las elecciones generales, Luis Ayllón anuncia que no se presentará como candidato por Cuenca al Senado. Aunque no abandonará la alcaldía de Barajas de Melo, afirma que se va con la tranquilidad de haber luchado por Cuenca. Dice que tiene intención de volver a su puesto de orientador escolar en la capital conquense, después de 17 años en los que la política ha sido su dedicación exclusiva; ya veremos.

Mucho es lo que hemos comentado en estas páginas, sobre la figura del socialista Luis Ayllón; y, casi siempre para contradecir sus declaraciones con respecto a las infraestructuras para Cuenca.

Desde que Rodríguez Zapatero ganara las elecciones, Ayllón ha sido el encargado de pasar el trance de tener que presentar, cada año, unos Presupuestos Generales del Estado que siempre han incumplido con nuestra provincia; y de procurar dar algún tinte de verosimilitud a la falsa expresión de que el Gobierno quiere hacer los proyectos necesarios para Cuenca y, encima, que eso se demuestra en los Presupuestos.

El Senador Luis Ayllón ha intentado sacar argumentos de donde no existen; porque por poner un ejemplo, es muy difícil explicar que se fue activista de la reivindicación por el Ferrocarril Convencional en tiempos del Gobierno de Aznar y, sin embargo, caer en la quietud más absoluta ahora que mandan los suyos.

De todos los políticos con los que me he sentado a negociar, reconozco que Ayllón es quizá el más correcto tanto en el trato, como seguramente en sus buenos deseos; sin embargo, el difícil papel de ser el pregonero de la farsa que le encomendó su Partido en esta legislatura, tal vez haya disfrazado la imagen de alguien honesto que debió estar más arriba.

No olvidaré aquellos años, después de la gran manifestación por la Autovía, cuando nos reuníamos en "el Marlo" un día de cada semana -creo recordar que era los martes-, en torno a lo que se conoció como la "mesa tripartita", por aquello de conformarla la Plataforma, el Psoe y el Pp. De esta mesa salió algún acuerdo importante y, sobre todo, una línea de trabajo; una estrategia que culminó en algún que otro proyecto, de esos que ahora se apuntan muchos. Entonces Luis Ayllón era Vicepresidente de la Diputación además de secretario de organización del Psoe, y era el enviado fijo para representar a los socialistas; mientras que por parte de los populares era Pepe Madero y, por la Plataforma quien les narra. Luego, dependía de los asuntos; por allí pasaron otros muchos socialistas, como Julián Grimaldos, el actual Subdelegado del Gobierno, que en aquel momento era Senador designado por las Cortes del "invento autonómico" y Vicepresidente de las mismas; y también populares, como Reyes Martínez que era senador electo.

Recuerdo de forma especial, el día que logramos reunir a gran parte del Consejo Social de la Universidad en torno a aquella mesa; de allí salieron para Cuenca, no sin grandes inconveniencias -hubo una fuertísima discusión entre los senadores Reyes Martínez y Julián Grimaldos por cuestiones partidistas-, los estudios de Arquitectura Técnica y Dirección y Administración de Empresas, entre otros asuntos importantes; como la implantación de la licenciatura de derecho, la integración en la Universidad de las carreras de Trabajo Social y Relaciones Laborales; o, la construcción de los edificios de la Facultad de Bellas Artes y el Politécnico. También, en aquellas reuniones que se prolongaron durante el otoño, invierno y primavera del 93, se logró, por fín, incluir en los Presupuestos del Estado la partida necesaria para el estudio informativo de la Autovía de Tarancón -hasta ese instante lo que había sido un proyecto de Autovía, lo pretendían cambiar por otro de Vía Rápida-.

Luis Ayllón fue el representante del Psoe en la Comisión en defensa del Ferrocarril por Cuenca, y protagonizó una actividad importante en la misma; sus integrantes estaban atados de pies y manos por los compromisos de sus partidos y entidades a nivel nacional y autonómico. Por eso se limitaban a hacer alguna que otra declaración de cara a llamar la atención de los conquenses de a pie, sin más argumento que era para beneficio de los más desfavorecidos -y esto por sí solo, no movió a los gobiernos del Psoe y Pp a invertir decenas de millones de euros-; pero claro está, aun con razón, se olvidaban de otros argumentos como la rentabilidad económica que la utilización de este corredor les supondrá a los empresarios de Madrid y Valencia, que claramente mejora en distancia, tiempo y dinero al corredor por Alcázar y Albacete -pero estas cosas, los componentes de la finiquitada Comisión, no las podían decir-; así como que el Ferrocarril Convencional le supone a Cuenca, además de la rentabilidad en materia social acercando este transporte a los menos pudientes, garantizar la vertebración de su territorio provincial -que tampoco lo podían decir-, y la potencialidad para la industrialización con una línea que nos conduce a los canales del comercio y de la riqueza.

Como todo eso en esa Comisión no se podía defender, porque entraban en competencia con sus colegas de Albacete y C. Real, se limitaban a calentar el ambiente entre la opinión de los conquenses para enfrentarlos al Gobierno de España, dependiendo de los colores que lo formaran, e intentar influir en los procesos electorales. Y con la llegada de Zapatero al poder, desapareció sin conseguir nada importante para Cuenca, y así seguimos.

El primer día de octubre del año 2005, compareció por primera vez para presentar los presupuestos del nuevo Gobierno socialista; “La Autovía Cuenca-Teruel (que será la prolongación de la A-40) también tiene consignación presupuestaria para finalizar el proyecto y para que las obras puedan comenzar en 2007″, dijo Ayllón. Su Partido había decidido convertirlo en el pregonero de la farsa para el resto de la legislatura; y eso, seguramente, no le ha gustado.

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