El Tiempo en Cuenca

domingo, 25 de noviembre de 2007

El rector en funciones de la Universidad de Castilla la Mancha, y de nuevo candidato, Ernesto Martínez Ataz, promete en Talavera nuevas titulaciones.







LA OPINIÓN.- Está claro que para cualquiera que ostente o aspire a ocupar un cargo en esta autonomía que se empeñaron en llamar Castilla la Mancha, existen preferencias entre las distintas comunidades que componen la Junta.


Mientras que en Cuenca la cuestión de las titulaciones universitarias es algo cerrado desde hace años, aún a pesar de que es una reivindicación histórica que forma parte de los muchos debes de esta autonomía manchega hacia nuestra tierra; en otros lugares de este invento, que a penas tiene un cuarto de siglo de existencia, se benefician una y otra vez de la rentabilidad que aporta la Universidad, desde que se catapultara el Real Decreto que nos concedía un campus nutrido de carreras a modo de compensación por la pérdida de la línea principal de tráfico de viajeros y mercancías en el corredor ferroviario Madrid-Valencia-Barcelona por Cuenca; y la renuncia a la lógica de ser el punto medio de la línea recta entre los primeros mercados de la economía española.

Es absolutamente inadmisible, que en Cuenca nos pongan mil y una disculpas para hacernos creer que es una anacronía pensar en el aumento del paupérrimo y poco atractivo espectro universitario implantado en este campus, como consecuencia de la aniquilación de aquel Real Decreto 1789/82, a la vez que en otros lugares del engendro se anuncia la implantación de nuevos estudios superiores.

Si primero tocó el extermino del RD 1789/82, de 24 de julio, que debía aprobar el reparto de centros universitarios de nueva creación, que le concedía a Cuenca: la Facultad de Ciencias Económicas, Facultad de Empresariales, Facultad de Farmacia, Facultad de Derecho, Escuela Técnica y Superior de Arquitectura, Escuela Universitaria de Ingenieros Forestales, Escuela Universitaria de Informática, Escuela Universitaria de Traductores e Intérpretes. Además de las ya existentes de Formación del Profesorado, Enfermería, Geografía e Historia y Graduados Sociales; y éste se cambió por otro inspirado en el conocido “Plan Barreda”, que dejaba a nuestra provincia sin a penas nada, y que nutría de ingenierías y licenciaturas con proyección de futuro en las demás provincias de este artificio; después llegaron dos ampliaciones que ratificaban la línea iniciada por el famoso informe del actual presidente autonómico y entonces consejero de Educación. Para Cuenca casi nada; y casi todo para los demás.

El actual rector en funciones, y en este momento también candidato a repetir en el cargo, en Cuenca siempre nos da una negativa; ya lo hizo siendo el único candidato en las pasadas elecciones para el rectorado de la Universidad de Castilla la Mancha, y lo repitió hace una semana; los malos presagios se han cumplido con creces durante su mandato y no quiere ni que se le mencione la posibilidad de que se amplíe el número de titulaciones en Cuenca; y, por supuesto, ni hablar de introducir un ámbito, el científico-tecnológico, inexistente en nuestro Campus. Aquí manifiesta que no es posible pensar en más, porque hay que esperar al desarrollo del tratado de convergencia; y por el contrario en los demás sitios anuncia más carreras

Ya lo hizo en C. Real al asegurar que la Universidad implantaría allí nuevas titulaciones en el ámbito de la enología, para formar técnicos en la investigación de la calidad del vino.

En Albacete prometió dos ingenierías en torno a la industria aeronáutica, para dar respuesta al potencial que supone la implantación de Eurocópter, y el aeropuerto.

En Guadalajara, que se encuentra prácticamente fuera del organigrama de la Universidad de Castilla la Mancha, con pocas titulaciones dentro del entramado manchego; sin embargo, y aún con la cercanía a la Universidad de Alcalá de Henares que fue el motivo de su autoexclusión del dominio manchego en este terreno, el Gobierno de Castilla la Mancha ya está invirtiendo 210 millones de euros en la creación de un nuevo campus, con titulaciones de nueva creación, apoyado por un parque científico-tecnológico.

Ayer le llegó el turno a la provincia de Toledo; y más en concreto a la ciudad de Talavera de la Reina, en la que Martínez Ataz obvió los argumentos cínicos que siempre esgrime en Cuenca, con respecto a la imposibilidad de recrear tan siquiera la imaginación pensando en nuevos estudios; ni si quiera comprometiéndose a groso modo con respecto a uno de los ámbitos del saber, como lo es el de la ciencia y la tecnología, de la que se carece en nuestra tierra; y allí, como en otros lugares del mapa autonómico, sí que anunció la implantación de nuevas carreras de grado y postgrado.

En Talavera, como en otros sitios del engendro autonómico; la Estación del AVE en el Centro, soterrada e intermodal pagada en parte también por el Gobierno manchego; se hacen autovías y se cumplen los plazos; se fomenta la industria, y se crean nuevas titulaciones universitarias.

Y es que en Castilla la Mancha, desde su existencia, a Cuenca, para evitar cualquier posibilidad de que alguna vez se haga realidad, no le dejan ni que disfrute del sueño de la Cenicienta.

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