El Tiempo en Cuenca

domingo, 25 de noviembre de 2007

En Cuenca somos así


Mientras en Cuenca lo único que generan nuestros dirigentes es la alarma y la indignación por la subida de sueldos y la actitud de nepotismo en la designación de los cargos; mientras los conquenses no llegamos más allá de caer, en las tabernas o en algún que otro foro de internet, de manera machacona, en el debate del morbo y el insulto; mientras los medios de información locales se limitan a transmitir la información que pretende mantener a los conquenses en el eterno sueño de los ángeles; mientras tanto las cosas siguen igual para nosotros, y para los demás.

Mientras aquí se sigue disculpando, con las mismas idioteces de siempre, el enlentecimiento o paralización de los proyectos y las obras de las grandes vías de comunicación, en el resto de las ciudades importantes de esta autonomía se siguen inaugurando y proyectando otras que, a buen seguro, se estrenarán antes que las nuestras.

Mientras aquí seguimos amparándonos en nuestro propio complejo, ya casi genético, de inferioridad, que nos lleva a ser incapaces de evolucionar hacia un desarrollo industrial, los demás ven como ahora, ya también, se implantan las grandes empresas multinacionales en su territorio, y se benefician de la riqueza que generan y de sus empleos.

Mientras en Cuenca escuchamos con pasividad que el mini-campus universitario, carente de titulaciones del ámbito de la ciencia y la tecnología, es nuestra máxima aspiración en esta materia; en los otros lugares de la geografía castellano-manchega se sigue invirtiendo en institutos de investigación y en parques científico-tecnológicos, que hacen que se cubran las expectativas de una formación superior acorde a las aspiraciones que debe tener una sociedad moderna. Y en Guadalajara, que ya contaban con la Universidad de Alcalá, se presupuestan más de 200 millones de euros para crear el suyo propio.

Mientras en Cuenca nos pensamos que somos el no va más en cuanto a la oferta turística, y el desarrollo de esta industria; en algunos lugares del engendro autonómico se están levantando grandes complejos de ocio, al estilo de Dalas o “La Warner”, e incluso dispondrán de aeropuerto.

Mientras nuestros agricultores están acobardados por un futuro sin subvenciones y nuestro territorio se inunda de nuevo con otro pantano; en grandes extensiones de los secarrales de la mancha de C. Real, Toledo o Albacete ya se plantea la agricultura intensiva, para cuando se haga efectiva la fecha de caducidad que reflejará el Estatuto de Autonomía.

Mientras los jefes de RENFE dicen que las mercancías no deben ir por nuestro corredor, porque las vías no soportan el peso, y mientras el Alcalde de Cuenca se calla, como el anterior; en Alcázar y Albacete, dos ciudades que alejan y encarecen los productos de Madrid y Valencia, siguen haciendo efectiva la triple utilidad del Ferrocarril Convencional: desarrollo industrial, vertebración del territorio y el acceso de un servicio de transporte moderno, para las personas con menor disponibilidad económica.

Mientras en Cuenca seguimos hiriendo nuestro patrimonio cultural, arquitectónico y natural; eliminando calles enteras que eran testigos vivos de nuestro pasado y, suplantándolas por lo peor del presente; siendo indiferentes ante la ursurpación de nuestra identidad de más de ocho siglos; perturbando el paisaje e invadiendo el cauce natural de nuestros ríos, para llenarlo todo de edificios; mientras aquí somos así, en el resto de lugares del "invento autonómico" refuerzan su identidad basada en una analogía geográfica que los hace superiores; y conservan y aumentan el patrimonio que explica su existencia.

Y aquí, los esbirros del Pp y el Psoe, disfrutando de los grandes sueldos, o esperando a que te “enchufen”, sin grandes obligaciones, cuando se está en el poder, o a quejarse por lo mismo cuando se está en la oposición.

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