Una asociación de vecinos es unos cuantos que integran la directiva, y poco más. Y eso es así porque la vida de barrio no existe.

Directiva de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cuenca, con Luis Miguel González (dcha.) junto a la portavoz del Grupo Municipal Socialista, Inmaculada Cruz, en la propia sede de FAVECU

LA OPNIÓN.- Hay que reconocer que el Psoe, la cuestión de las apariencias la maneja de perlas. Si una cosa no gusta, y ellos siempre la critican desde la oposición, cuando están en el Gobierno para hacerla le cambian el nombre y ya está. Los dirigentes del Psoe son unos auténticos especialistas en eso de llamar a las cosas por un nombre distinto del que tienen; poseen el arte de retorcer el léxico usando sinónimos o frases en un neosocialista seudo-estilo rococó, de manera que las cosas parecen diferentes a lo que son.

En el Psoe utilizan los conceptos de manera que les suponga un beneficio electoral, como ningún otro Partido lo hace. Saben que los nombres de los conceptos que representan a conjuntos, con tal de que den la sensación de que esas entidades son lo que nos indica la manera de llamarlas, lo de menos es si realmente están o no integradas por los elementos a quien aparentemente representan.

Hoy en día las asociaciones de vecinos no están integradas por vecinos; bueno, sí, por unos cuantos. Y eso es así porque la vida de barrio no existe; ni hay pescadería en la que charlar de las cosas sobre el vecino del cuarto, ni la tienda de comestibles de Juan, en la que entre cortada y cortada al bacalao se comentaban los problemas del barrio. A mí, en particular, me importa un pimiento quién vive en las casas de la acera de enfrente; bueno, menos si se trata de algún degenerado o de un malhechor. Es más, si padezco algún problema en mi calle, al último que voy a quejarme es al presidente de la Asociación de Vecinos de mi barrio, porque éste depende del ascua a la que se arrima me va a hacer algún caso, o no.

Las asociaciones de barrios se quedaron ya en la década de los 80 para organizar las verbenas y poco más. Ahora son organizaciones de los Partidos, que defienden los intereses de los mismos. Y, para qué negar la evidencia, sobre todo del Psoe, quien desde siempre supo alimentarlas para que éstas lograsen objetivos diferentes de aquellos para los que se conciben. Por ejemplo, es inconcebible que los ciudadanos firmen en masa que quieren tener la Estación cerca de sus barrios, donde viven, o sea, dentro de la ciudad y no a casi 6 km, y sin embargo las asociaciones de los barrios se manifiesten a favor que se ponga allá donde no hay ni barrios ni vecinos.

Todo es cuestión de representatividad y de apariencias; si opina el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, parece que ésa es la opinión de los vecinos de la ciudad, y eso que en el caso de Cuenca, el tal presidente ni siquiera pasa dos días seguidos en nuestra ciudad, a no ser que se celebren las fiestas de San Julián, por aquello de que son en Agosto y en las mismas adquiere cierto protagonismo.

Que ahora mandan los del Pp, don Luis Miguel González arreando duro; cuando lo hacían los del Psoe, casi siempre calladito; y en lo que ambos Partidos están de acuerdo, como en lo del Apeadero en el quinto pino, pues miel sobre hojuelas. Los vecinos firmando y lamentándose de que los políticos que nos gobiernan miren el interés de los tres listillos de siempre, pero Luis Miguel diciendo en la prensa que la opinión de los vecinos de Cuenca es exactamente la contraria, por aquello de que él es el presidente de un ente que representa, nada más y nada menos, al conjunto de Asociaciones de Vecinos de Cuenca. Y, lo peor y por lo que está ahí ese señor, desde las propias asociaciones se dice lo mismo y por el mismo motivo.

Una asociación de vecinos es unos cuantos que integran la directiva, y poco más. Pero claro, si leemos en los periódicos que la Asociación de Vecinos de un barrio se queja de algo, nos da la sensación de que esa queja la emiten todos y cada uno de los habitantes del barrio, o al menos la mayoría. Y si en lugar que quejas lo que se expresa son alabanzas, pues parece que allí todos tan contentos con el alcalde y el Partido que gobierna el Ayuntamiento.