El Tiempo en Cuenca

viernes, 9 de enero de 2009

Si se cumple lo anunciado por el Subdelegado, la Autovía Cuenca-Tarancón se abrirá en junio; 20 años después de entrar en los planes del Estado.

El subdelegado del Gobierno en Cuenca, Julio Magdalena (c), durante el acto en el que tomó posesión del cargo en presencia del consejero de Medio Ambiente, José Luis Martínez Guijarro, y del delegado del Gobierno, Máximo Díaz Cano, hoy en Cuenca.




LA OPINIÓN.- Según lo anunciado ayer por el subdelegado del Gobierno en la provincia de Cuenca, Julio Magdalena, al que felicitamos desde este medio el seguimiento que le está haciendo a las obras, la autovía Cuenca-Tarancón estará por fin completada a finales de junio; es decir, veinte años después de que se incluyera en el II Plan General de Carreteras del Estado, que formaba parte del denominado Plan de Desarrollo Regional de España 1989-93 del MOPT, y que contemplaba el 93 como el año en el que deberían estar en servicio todas las infraestructuras que figuraban en el mismo, y diez años y cuatro meses de obras.

Cuando el anterior subdelegado del Gobierno de España, Julián Grimaldos anunciaba que no repetiría en el cargo, decíamos que ni siquiera había podido dar una fecha para la inauguración. Julián Grimaldos dejaba de ser el subdelegado del Gobierno de España en la provincia de Cuenca, nueve años y cuatro meses después de que se pusiera la primera piedra que daba inicio a las obras de esta autovía; pero no fue posible oírle, ni aún con la demagogia que utilizó muchas veces para disfrazar el desinterés de sus superiores por esta vía importante de comunicación, marcar una fecha para el final de las obras.

Muy diferente está siendo la labor de Julio Magdalena en este sentido, quien en sus primeras declaraciones tras su nombramiento, el 17 de julio del año pasado, criticó duramente la eternización de esta Autovía, calificando el proceso de bochornoso y de batir todos los récords de ralentización en la historia de España, y se comprometió a hacer un seguimiento exhaustivo para intentar impedir nuevos retrasos. Algo que, de cumplirse lo anunciado ayer por él mismo, es digno de elogio y nos hace pensar que puede ser un político a considerar para desbloquear la Autovía Cuenca-Teruel.

No debemos olvidar, porque rememorar la historia nos debe servir para aprender a evitar los errores, que en el mes de julio de 1992, el entonces presidente de Castilla la Mancha y ahora presidente del Parlamento Nacional, José Bono, en una conversación con la Plataforma por Cuenca, y en rueda de prensa ante los medios de información, prometía 13 mil millones de las antiguas pesetas de adelanto al Estado, para animarlo a emprender las obras de esta Autovía, dinero que luego negó.
Esto lo hacía Bono después de la grandiosa manifestación de más de 27 mil conquenses que reclamaban indignados recuperar el trazado de la Autovía Madrid-Valencia por Cuenca, que había sido anunciado en nuestra ciudad por los ministros del Gobierno socialista de Felipe González, Javier Sáenz de Cosculluela, de Obras Públicas y, Virgilio Zapatero, de Relaciones con las Cortes y diputado nacional por la provincia de Cuenca.

En aquel acto de los dos ministros, que tuvo lugar en octubre del año 89, en el que anunciaron no solamente la Autovía Madrid-Valencia por Cuenca, sino además la inclusión de nuestra ciudad en el eje Norte-Sur, lo que hoy conocemos como Autovía de Teruel, que es una parte del mismo; el ministro y diputado por Cuenca Virgilio Zapatero, declaró: “puedo asegurar que Cuenca en pocos años será una de las provincias mejor comunicadas de España, con mejores perspectivas de desarrollo, con mejor futuro entre muchas otras; la ciudad de Cuenca estará atravesada por autovías de norte a sur, y de este a oeste”.

Recordemos que en un principio se había aprobado la alternativa IV, por resolución de 1 de agosto del 91, de la Dirección General de Carreteras; que era el trazado conquense de la Autovía de Valencia; y que uno de los motivos fue aprovechar el trazado de la Autovía Cuenca-Tarancón, que formaba parte del II Plan de Carreteras del Estado. Incluso el 6 de noviembre de ese año, se publicó en el BOE, la apertura del trámite de información Pública para el periodo de alegaciones, tras la aprobación del Estudio Informativo, recomendando la alternativa IV; o sea, la que pasaba por Cuenca.

Pero una información aparecida los días 28 y 30 de enero del 92 en el diario "El Levante", que afirmaba que el MOPT había escogido y se decantaba por la opción 3, que no pasaba por nuestra ciudad, puso a los conquenses en alarma, lo que dio lugar a la creación de la Plataforma Cívica, encargada de coordinar las acciones encaminadas a evitar lo que se calificaba de desastre para nuestro futuro.

El presidente del Gobierno, Felipe González, se encontraba en Brasil en la Primera Convención Internacional de Países sobre el Medio Ambiente; y es entonces cuando se produce una reunión entre los miembros del PSC de su Gobierno, Narci Serra, vicepresidente, José Borrell, ministro de Obras Públicas, y el presidente socialista de la Generalitat Valenciana, de corte catalanista, Joan Lerma; en la que acordaron la mencionada alternativa III.

El 5-2-92, José Bono afirma, tras una reunión con el ministro Borrell, “se ha elegido y adoptado la alternativa IV"; pero era mentira.

También el entonces alcalde de Cuenca, José Manuel Martínez Cenzano dijo a los conquenses, indignado por lo que calificaba de rumor distorsionador, “no es cierto que MOPT tenga decidido nada en torno a la alternativa de la Autovía Madrid-Valencia a su paso por Cuenca, so pena que mientan con villanía el ministro, el director general de carreteras, y este alcalde”.

El 11-6-92, en rueda de prensa, Cenzano anunció cubriéndose la cara con sus manos, que la Autovía no pasaría por Cuenca.

Por aquel entonces, el presidente de Castilla la Mancha, José Bono, prometió a una delegación de la Plataforma, convocante de la manifestación del 15 de junio de 1992, que la Junta aportaría 13 mil millones de las antiguas pesetas que adelantaría al Estado para que se llevaran a cabo una buena parte de las obras de la Autovía Cuenca-Tarancón; y esto lo repitió en rueda de prensa ante los medios de información. Sin embargo, unos meses después negó esta posibilidad escudándose en que no era competencia autonómica.

Ya en junio del 86, Virgilio Zapatero declaró que “tanto el Gobierno Central, como la Junta de Comunidades, están dispuestos a poner fin a una larga etapa de aislamiento de Cuenca con el resto del territorio nacional y a facilitar notablemente la intercomunicación”; “con los socialistas Cuenca se comunica”, dijo.

El 12 de abril del 88, también Zapatero declaraba que “el tramo de Autovía Tarancón-Cuenca, está dentro del Plan para su puesta en servicio en 1991; el compromiso está adquirido”

El Plan de Desarrollo Regional de España 1989-93 del MOPT, en su página 68 recogía que “se iniciará la Autovía que conectará Cuenca con la Nacional III”

La publicación electoral del Psoe, editada en octubre del 89, recogía en su litaralidad que “Cuenca será la que cuente con más km de autovías de toda España…más importante va a ser la red de autovías que vamos a crear para Cuenca. Una red de autovías que va a ser que ya no sea verdad aquello que decíamos que a Cuenca se va, pero no se pasa por ella; porque tendrán que pasar por Cuenca aquellos que crucen nuestro país de este a oeste. Además de la Autovía Cuenca-Albacete, Cuenca va a estar cruzada por una red de autovías y esto va a hacer que esté en mejores condiciones que la mayoría de provincias de nuestro país. La nueva red de autovías va a traer transformaciones revolucionarias para la vida de nuestra provincia” –pg 8-

“Sobre Cuenca confluirán cinco autovías….hay otra vía de comunicación muy importante, tan importante o más que la Madrid-Valencia. Me refiero a la comunicación Huesca-Zaragoza-Teruel-Cuenca-Ciudad Real…Cuenca va a contar con el nudo de autovías más importante después de Madrid, y va a ser la provincia con más km de autovías de toda España. Porque sobre Cuenca confluirán cinco autovías; las cuatro que la cruzarán pronto de norte a sur, y de este a oeste, más la Autovía de Albacete” declaraba el ministro Zapatero, junto al de obras públicas en aquel acto relatado; lo que recogía la publicación anterior en su página 9.

El 9-7-92 y el 17-7-92 Bono compareció ante los medios, para informar del acuerdo tomado con la Plataforma y dijo; “prometo financiar el tramo de autovía Tarancón Cuenca, en principio con una partida de los Presupuestos de la Junta de 13 mil millones de pesetas”

Pero no fue hasta comenzada la legislatura del Partido Popular, hasta que se expuso al público los diferentes trazados de esta autovía; por aquel entonces, la alternativa que recomendaba el Ministerio era la que llegada desde Cuenca a Horcajada, tomaba el cauce del río Cigüela havia Saelices; lo que era a todas luces un nuevo engaño. Solamente una intervención de la Plataforma Cívica en la llamada mesa tripartita de negociación, evitó ese mal, acordándose un trazado de nueva creación, lo que se conoce como autovía de nueva generación, que dejara la actual traza de la N-400 como vía de servicio; el inicio de las obras desde Cuenca; y su finalización en 5 años.

No obstante, no se respetó el acuerdo en lo referido a los plazos; adjudicándose primero la vía de acceso a la ciudad, con un plazo de 24 meses para 2,3 km. El acto de puesta de la primera piedra fue en febrero del año 99, a tres meses de las elecciones locales y autonómicas; poniéndose en servicio dos años después, que es cuando se inició el segundo tramo hasta Avia de la Obispalía, a penas 20 km, que se adjudicaron a 48 meses.

Ya en la campaña para las Elecciones Generales de la anterior legislatura, el exministro de Trabajo, Jesús Caldera, volvió a mentir a los conquenses en Motilla, cuando dijo que si los socialistas ganaban las elecciones, la Autovía Tarancón-Cuenca, estaría en servicio en el plazo de un año.

Ahora lo que pedimos es que de verdad se cumpla lo anunciado ayer por Julio Magdalena y que la el tramo de la A-40 comprendido entre Cuenca y Tarancón, aunque con 16 años de retraso, empiece a dar servicio al comenzar el verano; y, sobre todo, que se dejen de nuevas monsergas para el tramo de la A-40 que nos quieren vetar con la disculpa del Medio Ambiente, el que nos une con Teruel y que abre un corredor importantísimo, y que se liciten aquellas partes del proyecto que no se cuestionan y se resuelvan con soluciones técnicas aquellas otras que sí.

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