El Tiempo en Cuenca

miércoles, 7 de enero de 2009

Ya ha comenzado 2009, pero en Cuenca todo seguirá igual



Con el paso de 2007 y 2008, pasaron las elecciones autonómicas y locales, y ya se han celebrado las elecciones generales, ¿y qué?, me temo que todo seguirá en Cuenca como siempre; que entre unos y otros seguirá la casa sin barrer; que seguiremos asistiendo al mismo rifi-rafe vergonzoso con el mismo resultado; que si la culpa es tuya que si yo no tengo nada que ver en eso, pero de lo prometido por unos o por otros, nada.

Seguiremos dándole vueltas a las mismas cosas de siempre; al debate de si es mejor recortar las procesiones, y llevarlas por atajos por aquello de que aquí todo nos viene grande, o si San Mateo debe ser festivo para vivir la fiesta y las borracheras en plenitud, pero que también lo sea San Julián porque no nos vamos a perder las rebajas del Corte Inglés y, claro, tampoco podemos renunciar a los cinco días de playa que nos permite el puente de la Virgen de la Luz.

En 2009 ni se va a acelerar la Autovía de Tarancón, ni se va a hacer la de Teruel, ni la de Ciudad Real, ni la de Guadalajara; ni se va a invertir en el Ferrocarril Convencional, ni irán más deprisa las obras del AVE que no se inaugurará en el nuevo plazo fijado para 2010, ni la Estación estará donde debe estar, ni Cuenca será nominada para ser capital de la cultura europea, ni se creará mucha más industria, ni se hará en los próximos cuatro años el nuevo Hospital, ni lo prometido para el Yacimiento de Lo Hueco, ni el Palacio de Congresos y Exposiciones; o, ¿quién cree que alguien vota aquí cuando llegan las elecciones pensando: “ay como salgan éstos, ya verás qué bien le va a ir a mi ciudad”?

Aquí se sigue disculpando, con las mismas idioteces de siempre, el enlentecimiento o paralización de los proyectos y las obras de las grandes vías de comunicación, mientras en el resto de las ciudades importantes de esta autonomía se siguen inaugurando y proyectando otras que, a buen seguro, se estrenarán antes que las nuestras.

Aquí seguimos amparándonos en nuestro propio complejo, ya casi genético, de inferioridad, que nos lleva a ser incapaces de evolucionar hacia un desarrollo industrial, mientras los demás ven como ahora, ya también, se implantan las grandes empresas multinacionales en su territorio, y se benefician de la riqueza que generan y de sus empleos.

Aquí escuchamos con pasividad que el mini-campus universitario, carente de titulaciones del ámbito de la ciencia y la tecnología, es nuestra máxima aspiración en esta materia; mientras en los otros lugares de la geografía castellano-manchega se sigue invirtiendo en institutos de investigación y en parques científico-tecnológicos, que hacen que se cubran las expectativas de una formación superior acorde a las aspiraciones que debe tener una sociedad moderna. Y en Guadalajara, que ya contaban con la Universidad de Alcalá, se presupuestan más de 200 millones de euros para crear el suyo propio.

Aquí nos pensamos que somos el no va más en cuanto a la oferta turística, y el desarrollo de esta industria; mientras en algunos lugares del engendro autonómico se están levantando grandes complejos de ocio, al estilo de Dalas o “La Warner”, e incluso disponen de aeropuerto.

Aquí nuestros agricultores están acobardados por un futuro sin subvenciones y nuestro territorio se inunda de nuevo con otro pantano; mientras en grandes extensiones de los secarrales de la mancha de C. Real, Toledo o Albacete ya se plantea la agricultura intensiva, para cuando se haga efectiva la fecha de caducidad que reflejará el Estatuto de Autonomía.

Aquí el Gobierno y los jefes de RENFE dicen que las mercancías no deben ir por nuestro corredor, porque las vías no soportan el peso, y mientras el Alcalde de Cuenca se calla, como el anterior; mientras en Alcázar y Albacete, dos ciudades que alejan y encarecen los productos de Madrid y Valencia, siguen haciendo efectiva la triple utilidad del Ferrocarril Convencional: desarrollo industrial, vertebración del territorio y el acceso de un servicio de transporte moderno, para las personas con menor disponibilidad económica.

Aquí seguimos hiriendo nuestro patrimonio cultural, arquitectónico y natural; eliminando calles enteras que eran testigos vivos de nuestro pasado y, suplantándolas por lo peor del presente; siendo indiferentes ante la usurpación de nuestra identidad de más de ocho siglos; perturbando el paisaje e invadiendo el cauce natural de nuestros ríos, para llenarlo todo de edificios; mientras aquí somos así, en el resto de lugares del "invento autonómico" refuerzan su identidad basada en una analogía geográfica que los hace superiores; y conservan y aumentan el patrimonio que explica su existencia.

Y aquí, los esbirros del Pp y el Psoe, disfrutando de los grandes sueldos, o esperando a que los “enchufen”, sin grandes obligaciones, cuando se está en el poder, o a quejarse por lo mismo cuando se está en la oposición.

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