LA OPINIÓN.- No sabemos si realmente tiene alguna culpa quien diseñó el trazado de la Autovía Cuenca-Teruel, pero querer pedirle responsabilidades a él solo, como pretende el secretario provincial de Comisiones Obreras de Cuenca, si lo que ha afirmado hoy se corresponde con lo reflejado en El Digital Castilla la Mancha, pensamos que es querer desviar la atención del fondo de todo este asunto, o tener un profundo desconocimiento del tema.
No se trata de quién y cómo se dibujó el recorrido de esta Autovía, es más, las asociaciones de ecologistas ni siquiera la consideraban dentro del grupo de carreteras que debieran replantearse por su gran impacto ambiental; en esto, de forma extraña y por primera vez, el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha sido mucho más escrupuloso que los estudios que han publicado las organizaciones sociales que supuestamente velan por la conservación del ambiental del planeta.
Aquí lo que es muy difícil de creer, es que una infraestructura que se lleva prometiendo durante décadas y que forma parte de los planes prioritarios del Estado desde que la introdujo en los mismos el Gobierno de Aznar, se llevara para su estudio al Ministerio de Medio Ambiente el 3 de abril del año 2003, y posteriormente se arrinconara en un cajón y se saque 5 años y 7 meses después con una sentencia de muerte. Y a quien ha hecho eso es a quien se le debe pedir todo tipo de responsabilidades.
Lo que afortunadamente parece que está cuajando ya en la mente de todos, es que la Autovía se debe construir por tramos; es decir, que se siga de forma urgente la tramitación para hacer los proyectos constructivos, así como licitar y adjudicar las obras, de los tramos que no se cuestionan por el informe ambiental, y mientras se analicen con rapidez las alternativas o las soluciones técnicas para los que presuntamente son problemáticos, sí es que son ciertas las conclusiones del informe negativo del Gobierno de España. Por tanto, si la intención del Psoe es hacer la Autovía, debe trocear el proyecto y agilizar el proceso para que pronto veamos las máquinas trabajando entre Cuenca y Cañete, y entre el Rincón de Ademuz y Teruel.
Los sindicatos y empresarios, en la reunión que de hoy en Cuenca, han anunciado su disposición de convocar movilizaciones para forzar al Gobierno a que cumpla, y han puesto una fecha tope para comprobar cuáles son las pretensiones del Ministerio, que es la del 16 de febrero. Pero debe quedar muy claro cuál es la reacción que se espera del Gobierno de Zapatero para darle un mayor margen de confianza, pues lo que está claro es que ni la sociedad conquense ni la de Teruel, pueden permitirse que ahora se vuelva a dilatar sine die esta cuestión, con la disculpa, de nuevo, de empezar con estudios y más estudios, de una carretera que tiene ya resuelto de forma favorable más del 75% del recorrido.
Hace unos días, desde este medio, decíamos que habrá movilizaciones si finalmente la postura del Gobierno de España es, como dijo el secretario de Estado de Planificación de Fomento, Víctor Morlán, partir de cero en todos los trámites con el conjunto del proyecto y, ahora, vemos que los agentes sociales están en esa postura, en este caso sindicatos obreros y empresarios, aunque estos últimos de manera mucho más ambigua.
Estamos en desacuerdo absoluto con las declaraciones que ha hecho el presidente de la Confederación de Empresarios de Teruel, Carlos Mor, al manifestar que no quieren que el Consejo de Ministros autorice la construcción en el trazado inicial porque no pretenden saltarse los planteamientos ambientales. No sería la primera vez que el Consejo de Ministros llega a un acuerdo así, ni será la última que lo haga; pero no obstante, repetimos que ni tan siquiera las organizaciones ecologistas en sus informes dictaminaban que hay dificultades insalvables, como sí que lo hace el Ministerio de Medio Ambiente, lo que lo convierte en algo tan insólito como poco creíble. Y, por tanto, la postura de los empresarios de Teruel algo peor que ambigua.
El planteamiento de un trazado alternativo para esta autovía, después del impacto ambiental negativo del Ministerio de Medio Ambiente, es una un engaño para retrasar esta obra; y eso lo llevamos diciendo en Independientes por Cuenca desde que surgiera el manifiesto que editó la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha en ese sentido, y cuya firma desaconsejamos en todo momento.
El Ministerio de Fomento debe poner las medidas técnicas necesarias para salvar los problemas de tipo medioambiental, como se hace con otras infraestructuras semejantes, y que se dejen de monsergas como realizar nuevos estudios para buscar un trazado alternativo en su conjunto al actual.
No es cierto que no existan soluciones para adaptar el tramo que se cuestiona medioambientalmente; sino que la negativa del Gobierno del Psoe a hacer la Autovía Cuenca-Teruel, es el final de una estrategia que comenzó incluso antes de que este partido accediera al Gobierno de España, y que tuvo sus inicios con la propuesta de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha de hacer la Autovía de la Alcarria, y que prácticamente se sentenció con el desdoblamiento de la N-211 y el anuncio de la Transmanchega.
Que se liciten los tramos de la Autovía que no ofrecen dudas, como el Cuenca-Cañete; y que se negocien las soluciones para los que sí que pueden presentar problemas; si es que es cierto que realmente éstos son tan graves como expone el Gobierno de Zapatero a través de Medio Ambiente en un informe de apenas 11 folios, para lo que ha “necesitado” 5 años y 7 meses de estudios, que nosotros pensamos que no, pues nos creemos más al geólogo que realizó el informe de geología y geotecnia del estudio informativo, Juan Aparicio, que en un escrito remitido recientemente expresa que la A-40 en el tramo que une las ciudades de Cuenca y Teruel, es compatible con el Medio Ambiente.
Y si el Gobierno de Zapatero no está por esta labor, evidentemente habrá que pedirle responsabilidades y convocar movilizaciones.
No se trata de quién y cómo se dibujó el recorrido de esta Autovía, es más, las asociaciones de ecologistas ni siquiera la consideraban dentro del grupo de carreteras que debieran replantearse por su gran impacto ambiental; en esto, de forma extraña y por primera vez, el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha sido mucho más escrupuloso que los estudios que han publicado las organizaciones sociales que supuestamente velan por la conservación del ambiental del planeta.
Aquí lo que es muy difícil de creer, es que una infraestructura que se lleva prometiendo durante décadas y que forma parte de los planes prioritarios del Estado desde que la introdujo en los mismos el Gobierno de Aznar, se llevara para su estudio al Ministerio de Medio Ambiente el 3 de abril del año 2003, y posteriormente se arrinconara en un cajón y se saque 5 años y 7 meses después con una sentencia de muerte. Y a quien ha hecho eso es a quien se le debe pedir todo tipo de responsabilidades.
Lo que afortunadamente parece que está cuajando ya en la mente de todos, es que la Autovía se debe construir por tramos; es decir, que se siga de forma urgente la tramitación para hacer los proyectos constructivos, así como licitar y adjudicar las obras, de los tramos que no se cuestionan por el informe ambiental, y mientras se analicen con rapidez las alternativas o las soluciones técnicas para los que presuntamente son problemáticos, sí es que son ciertas las conclusiones del informe negativo del Gobierno de España. Por tanto, si la intención del Psoe es hacer la Autovía, debe trocear el proyecto y agilizar el proceso para que pronto veamos las máquinas trabajando entre Cuenca y Cañete, y entre el Rincón de Ademuz y Teruel.
Los sindicatos y empresarios, en la reunión que de hoy en Cuenca, han anunciado su disposición de convocar movilizaciones para forzar al Gobierno a que cumpla, y han puesto una fecha tope para comprobar cuáles son las pretensiones del Ministerio, que es la del 16 de febrero. Pero debe quedar muy claro cuál es la reacción que se espera del Gobierno de Zapatero para darle un mayor margen de confianza, pues lo que está claro es que ni la sociedad conquense ni la de Teruel, pueden permitirse que ahora se vuelva a dilatar sine die esta cuestión, con la disculpa, de nuevo, de empezar con estudios y más estudios, de una carretera que tiene ya resuelto de forma favorable más del 75% del recorrido.
Hace unos días, desde este medio, decíamos que habrá movilizaciones si finalmente la postura del Gobierno de España es, como dijo el secretario de Estado de Planificación de Fomento, Víctor Morlán, partir de cero en todos los trámites con el conjunto del proyecto y, ahora, vemos que los agentes sociales están en esa postura, en este caso sindicatos obreros y empresarios, aunque estos últimos de manera mucho más ambigua.
Estamos en desacuerdo absoluto con las declaraciones que ha hecho el presidente de la Confederación de Empresarios de Teruel, Carlos Mor, al manifestar que no quieren que el Consejo de Ministros autorice la construcción en el trazado inicial porque no pretenden saltarse los planteamientos ambientales. No sería la primera vez que el Consejo de Ministros llega a un acuerdo así, ni será la última que lo haga; pero no obstante, repetimos que ni tan siquiera las organizaciones ecologistas en sus informes dictaminaban que hay dificultades insalvables, como sí que lo hace el Ministerio de Medio Ambiente, lo que lo convierte en algo tan insólito como poco creíble. Y, por tanto, la postura de los empresarios de Teruel algo peor que ambigua.
El planteamiento de un trazado alternativo para esta autovía, después del impacto ambiental negativo del Ministerio de Medio Ambiente, es una un engaño para retrasar esta obra; y eso lo llevamos diciendo en Independientes por Cuenca desde que surgiera el manifiesto que editó la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha en ese sentido, y cuya firma desaconsejamos en todo momento.
El Ministerio de Fomento debe poner las medidas técnicas necesarias para salvar los problemas de tipo medioambiental, como se hace con otras infraestructuras semejantes, y que se dejen de monsergas como realizar nuevos estudios para buscar un trazado alternativo en su conjunto al actual.
No es cierto que no existan soluciones para adaptar el tramo que se cuestiona medioambientalmente; sino que la negativa del Gobierno del Psoe a hacer la Autovía Cuenca-Teruel, es el final de una estrategia que comenzó incluso antes de que este partido accediera al Gobierno de España, y que tuvo sus inicios con la propuesta de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha de hacer la Autovía de la Alcarria, y que prácticamente se sentenció con el desdoblamiento de la N-211 y el anuncio de la Transmanchega.
Que se liciten los tramos de la Autovía que no ofrecen dudas, como el Cuenca-Cañete; y que se negocien las soluciones para los que sí que pueden presentar problemas; si es que es cierto que realmente éstos son tan graves como expone el Gobierno de Zapatero a través de Medio Ambiente en un informe de apenas 11 folios, para lo que ha “necesitado” 5 años y 7 meses de estudios, que nosotros pensamos que no, pues nos creemos más al geólogo que realizó el informe de geología y geotecnia del estudio informativo, Juan Aparicio, que en un escrito remitido recientemente expresa que la A-40 en el tramo que une las ciudades de Cuenca y Teruel, es compatible con el Medio Ambiente.
Y si el Gobierno de Zapatero no está por esta labor, evidentemente habrá que pedirle responsabilidades y convocar movilizaciones.
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