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viernes, 18 de julio de 2008

Alcaldes de municipios ribereños se unen a la reivindicación que iXC lleva haciendo desde su fundación



LA OPINIÓN.- Ya era hora; por fin hay alcaldes de los municipios ribereños que se deciden a quejarse de la construcción de “La Tubería Manchega” llamándola por lo que es, es decir, el nuevo Trasvase Tajo-La Mancha y, además piden las compensaciones que les debe el Estado y la Comunidad Autónoma por el incumplimiento de la Ley del Trasvase, que data de los años setenta.

Y eso es exactamente lo mismo que lleva diciendo Independientes por Cuenca, desde que se conocieron los planes de los gobiernos Central –aún bajo el mandato de Aznar-, y Autonómico –en tiempos de Bono como presidente y Barreda vicepresidente-.

Pero es que salvo lo expresado hoy por estos alcaldes de Pareja, Sacedón, Auñón, Alcocer y Trillo, nunca algún alcalde de los municipios que integran la Asociación de Municipios Ribereños de los pantanos del trasvase Tajo-Segura, había dicho “esta boca es mía”, menos para quejarse cada vez que la Confederación Hidrográfica propone al Gobierno de España que se trasvase alguna cantidad de agua.

Por ejemplo, el Presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, dijo incluso que espera que se cumpla la caducidad del Trasvase, para que el agua del Tajo pueda regar la llanura manchega y contribuir así a hacer riqueza en nuestra región.

Esto si no se ve, no se cree; entre que rieguen los murcianos que, quieras que no, están pagando por el agua que utilizan, o que rieguen los agricultores de la llanura manchega, que a buen seguro lo podrán hacer bajo la premisa de pertenecer a una autonomía en la que se encuentran la cabecera del río y los pantanos, y seguro que aún no estando la comarca que se beneficiará ni en uno ni en otro lugar, lo harán con reducción en los costes, y por tanto siendo éste el motivo por el que la zona ribereña dejará de ser acreedora, mal que no se le haya pagado lo que se le debe hasta ahora; pero ahí está la deuda para poder reclamarla.

Ya lo decíamos en otro artículo, que la Asociación de Municipios Ribereños de los pantanos del trasvase Tajo-Segura, nunca ha demostrado ser operativa en la gestión de las reivindicaciones de las poblaciones a las que representa.

Más bien al contrario, siempre ha servido a los intereses políticos y electorales de los gobiernos de Bono, y actualmente de su sucesor José María Barreda.

Es especialmente llamativo, que nunca se haya reclamado en serio los más de 200 millones de euros que la Junta les adeuda, por ser la administradora del dinero que pagan los regantes y que nunca ha revertido en inversiones de desarrollo para esta comarca.

Si es que se han tragado decenas de veranos sin agua en los grifos. Y los alcaldes quejándose en silencio, sin hacerlo mucho más allá que en el bar del pueblo, por no enfadar a los jefes, no fuera que no llegara dinero para cambiar los bancos podridos del jardín del pueblo, o para pintar la fachada del ayuntamiento.

Ni se piden inversiones reales de desarrollo, aun a sabiendas de que éstas se están realizando en otros sitios de la Comunidad Autónoma, pero fuera de la cuenca cedente, que es la que desde que se construyeron los pantanos ha estado condenada a la ruina y la despoblación.

Nunca han contradicho a Barreda cada vez que hace gala del incumplimiento de la Ley, para recordar que la cuenca cedente es prioritaria sobre la receptora, aunque saben que lo dice con la boca pequeña, la de mentir; porque ya apunta con un nuevo canal, esta vez hacia la mancha.

Efectivamente lo que dice Barreda es cierto, y la Ley establece esa jerarquía en cuanto a la explotación del canal; pero, sin embargo, cuando el Presidente emplea esa frase, no lo hace para favorecer los intereses de los pueblos ribereños, a los que quiere conformar con garantizar el agua en los domicilios y poco más, a quien de verdad está defendiendo es a una comarca ajena -la mancha de C. Real y Albacete- a la que llevará agua del Tajo, para hacer allí con ella lo mismo que hacen los murcianos ahora.

La Asociación de Municipios Ribereños, nunca ha pasado de tibias amenazas cada vez que se aprueba un nuevo trasvase para Murcia. Amenazas que, por otra parte, nunca han cumplido. Como sucede cada vez que su presidente advierte de movilizaciones antes del Consejo de Ministros que aprueba un nuevo trasvase de agua a tierras murcianas. Luego todo se queda en pedir reunirse con Barreda o algún consejero, y de nuevo silencio.

Cada vez que le conviene al Gobierno manchego, dicen algunas cosas para que los votantes castellanomanchegos las oigan en "Telecastillalamancha", o en las televisiones locales que subvenciona Barreda; pero tampoco que se arme mucho lío; porque al fin y al cabo, al gobierno autonómico no le interesa complicar la vida a Rodríguez Zapatero.

El solo hecho de que Barreda utilice el concepto de autonomía, para que se confunda con el de cuenca cedente -que es el único que ampara la ley del trasvase-, sería motivo suficiente para que los alcaldes de estos pueblos pusieran el grito en el cielo e intentaran impedirlo.

Con este peligroso silogismo, que establece Barreda, los municipios ribereños se encontrarán en un futuro en una gravísima situación que, además, será de difícil reversión.

Si fueron claramente perjudicados cuando se hizo el primer reparto de los recursos hídricos dentro del ámbito del Estado, con la nueva situación -la tubería manchega- seguirán marginados, pero esta vez con la pérdida absoluta de derechos sobre el agua que se siga trasvasando, pues se dará la paradoja de que la nueva comarca beneficiada, será ya por ley a la vez cuenca cedente y receptora. Aunque se encuentre fuera del contexto geográfico en cuanto a la cabecera y el almacenamiento del agua y, en general, lejos de la realidad física del Tajo.

Hace poco más de un año parecía que había divisiones dentro de esta asociación; pero, y ahora se confirman, esperemos que no se deba más a una posición partidista, ya que todos los que ahora se expresan en los mismos términos que iXC lo lleva haciendo desde su fundación, son alcaldes del Pp y que sea realmente la interpretación de los alcaldes divergentes de lo que se debe pedir por justicia, y la manera de hacerlo.

Pero hay algo que nos choca, ¿por qué ya no discute nadie el entonces famoso "Plan de Desarrollo Sostenible" que presentó Barreda para aquella zona "a bombo y platillo" a escasos meses de elecciones, en el que se incluían hasta los sueldos de los funcionarios del lugar, para engordar las cantidades y aparentar que iba a ser, lo que ni es; ni será?.

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