Algunos de los promotores inmobiliarios que operan en Cuenca, y dueños de periódicos y emisoras de radio locales, como Aurelio González Villarejo –Promociones González-, dueño de SER Cuenca, con 220 millones de euros, y Antonio Miguel Méndez Pozo –Verdes Desarrollos Urbanos-, editor de La Tribuna, con 115 millones de euros, figuran como unos de los principales deudores de la Caja de Castilla la Mancha. Y es que son los listillos del ladrillo, los beneficiarios de la mayor parte de los créditos por valor de 3163 millones de euros que concedió CCM y que ahora no encuentra la forma de recuperarlos.
En concreto se podría hablar de 20 los deudores en este sentido, los afortunados entre los que la CCM repartió unos 3000 millones de euros, en créditos para negocios de difícil viabilidad desde su propia concepción. Así, según informa reporterodigital.com, el servicio de inspección del Banco de España está analizando la lista de deudores con preocupación, pues en ella hay empresarios con graves problemas financieros y es muy probable que no puedan devolver los créditos. Ese dinero tendría que aportarlo el Estado, ya que Unicaja reclama al organismo ayudas para tapar el agujero de la entidad presidida por Juan Pedro Hernández Moltó.
En la lista de deudores figuran promotores como Domingo Díaz de Mera, Román Sanahuja, Ignacio Barco, Aurelio González Villarejo y Antonio Méndez Pozo. Muchos de ellos eran primeras figuras de la época del boom del ladrillo pero ahora se encuentran con serios aprietos para sacar adelante las operaciones que les financió la entidad.
La empresa que más dinero debe a la caja -344 millones de euros- es su filial empresarial CCM Corporación. Bajo el paraguas de esta compañía se encuentran una serie de empresas de sectores diversos que han corrido una suerte desigual. Entre estas sociedades cabe destacar la participación en el aeropuerto de Ciudad Real a través de CR Aeropuertos, una inversión que la caja ha puesto en venta para intentar resarcirse de lo que muchos expertos consideran un proyecto ruinoso.
El aeropuerto de Ciudad Real ha dado muchos más problemas financieros a la caja aparte de la participación que le vincula directamente con el proyecto. Y es que la entidad ha financiado a muchos de los principales accionistas del aeródromo, y que también aparecen en la lista de los principales deudores.
Entre ellos están el empresario Antonio Miguel Méndez Pozo, que también participa en la sociedad del aeropuerto y que figura en el undécimo lugar de los deudores, con 115 millones, a través de su sociedad Rio de los Ausines. Méndez Pozo, uno de los constructores burgaleses más conocidos, ha levantado un imperio mediático que gira alrededor del grupo La Tribuna.
Además, en la lista figura Domingo Díaz de Mera, uno de los impulsores del aeródromo, que a través de su patrimonial Corporación Indoma adeuda a la entidad presidida por Juan Pedro Hernández Moltó 110 millones de euros. A eso hay que sumar los créditos de Global Consulting Partners, en la que también participan Díaz de Mera junto a los promotores Ignacio Barco y Román Sanahuja, que es la sexta empresa que más dinero debe a la caja, en concreto 163 millones.
En concurso
Ignacio Barco, socio de Díaz de Mera en muchos negocios, es el segundo mayor deudor de la entidad manchega, con 343 millones de euros. Además de formar parte del accionariado del aeropuerto manchego, Barco estaba presente en el capital de Grupo Lábaro, una inmobiliaria que presentó concurso de acreedores en 2008.
Otro de los promotores financiados por la caja, y que en la lista que obra en poder del Banco de España figura en el cuarto lugar con créditos de 220 millones, es el empresario conquense Aurelio González Villarejo, a quien la caja financió su entrada en el capital de Colonial. Esta compañía es ahora propiedad de los bancos debido a su abultada deuda.
La lista de los mayores deudores de CCM la completan otros empresarios del ladrillo venidos a menos, como Luis Delso (presidente de Isolux), presente también en el aeropuerto de Ciudad Real, que debe 159 millones; la familia Alvarez (principal accionista de Gedeco Avantis), con un crédito de 128 millones; los Sanahuja (ex dueños de Metrovacesa), que adeudan 121 millones a través de su sociedad familiar Sacresa; Carlos Cutillas, principal accionista de Inmobiliaria Chamartín, con 114 millones; Sergio Martínez Herrero, ex consejero delegado de la consultora King Sturge, que tiene un crédito impagado de 113 millones; y el promotor Félix Abánades, presidente del Grupo Rayet, que debe 104 millones.
La lista la completan la familia Ventero, propietaria de la inmobiliaria Vemusa, que adeuda 101 millones a la caja manchega; Sebastián Moreno Bautista (un promotor cercano a Méndez Pozo muy conocido en Albacete), que debe 96 millones, y Fernando Martín, dueño de Martinsa, que tras la suspensión de pagos de la empresa ha dejado un agujero en la caja de 95 millones.
Los principales deudores
Román Sanahuja. 121 millones. De origen catalán, la familia Sanahuja logró hacerse con la mayoría del capital de Metrovacesa tras una cruenta lucha con el ex presidente, Joaquín Rivero. La caja manchega les financió casi todas sus operaciones, aunque hoy los Sanahuja están apartados de la gestión de la inmobiliaria, que ha acabado en manos de los bancos.
Ignacio Barco. 343 millones. Socio de Díaz de Mera en varios negocios de comunicación de la provincia de Ciudad Real, el empresario Ignacio Barco forma parte también del accionariado del aeropuerto manchego y es propietario de las conocidas bodegas Pago del Vicario, en Ciudad Real. Es el segundo mayor deudor de la caja, con 343 millones de euros.
Antonio M. Méndez Pozo. 115 millones. El propietario del Diario de Burgos, conocido como 'Michel' Méndez Pozo, es de origen castellano-leonés, aunque logró extender su influencia a la Comunidad manchega tras comprarle a Vocento las cabeceras de La Tribuna. Participa en muchos proyectos inmobiliarios junto a los empresarios anteriores.
Domingo Díaz de Mera. 110 millones. El empresario manchego ha estado presente, siempre desde un segundo plano, en las mayores operaciones urbanísticas en pleno 'boom' inmobiliario. Ex accionista de Metrovacesa, de la que se salió para invertir en Colonial, preside el club balonmano Ciudad Real y es el principal promotor del aeropuerto de Ciudad Real.
La comunidad, el quinto deudor. El Gobierno autónomo del socialista José María Barreda, que ha negado que la entidad tenga problemas financieros, es el quinto deudor de la caja, con 188 millones de euros. Y eso que la Junta de Comunidades de la región debe «ejercer las funciones de coordinación, control e inspección de las Cajas de Ahorros», según la ley de cajas.
A juzgar por el maltrecho estado financiero de la entidad, no parece que se haya cumplido la norma en este caso. Además, el Gobierno autónomo también tiene responsabilidad sobre los grandes créditos que concede la caja. La ley dice: «La Consejería ( ) podrá someter a autorización previa las inversiones de las Cajas en inmuebles y acciones, y la concesión de grandes créditos».
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