Imagen de la anterior reunión, el 11 de septiembre de 2007
LA OPINIÓN.- En la reunión que se va a celebrar en los próximos días, sin que haya fecha concretada todavía, entre el Alcalde de Cuenca y el Presidente de la Junta de Comunidades, parece que la actitud que va a llevar el regidor conquense no va a diferir mucho de la que tuvo lugar el 11 de septiembre de 2007.
Por aquel entonces, Pulido se mostró poco ambicioso e incapaz de arrancar de Barreda ni tan siquiera uno de los grandes proyectos prometidos por el Gobierno de Castilla la Mancha, a pesar de que alguno colea desde principios de la década de los años 80.
Quizá en aquel momento diera la impresión de que se trataba de un alcalde inexperto por ser Pulido un político que acababa de aterrizar en política hacía un par de meses escasos, pero el paso del tiempo nos está haciendo ver que esa no es la causa de que este alcalde deje escapar las mejores ocasiones para negociar las cosas importantes, sino que se trata de la pequeñez del carácter y la forma de entender la política, con corteza de miras, de una persona que cayó en uno de los tronos de la misma más que por méritos propios, sin un currículum vitae mínimamente interesante para ofrecer a los electores, de la mano de los errores y las malas maneras de su principal oponente. Eso también se ha demostrado cada vez que ha ido a reunirse con alguien a alguno de los despachos meridianamente importantes de los que dependen del Gobierno Central, como por ejemplo en sus visitas a las dependencias del Adif o del Ministerio de Fomento.
Al día siguiente de aquella primera reunión con el Presidente Barreda, publicábamos en este medio un artículo que titulábamos Barreda 1, Pulido 0, y ya antes habíamos opinado sobre las cuestiones fundamentales que se debían tratar; pero no, Pulido se quedó en lo superfluo y perdió claramente su primera gran pugna en la batalla permanente que mantiene la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha con su política de marginación hacia Cuenca.
Muchos, antes de aquella primera reunión, no sin cierto grado de incredulidad, tenían la esperanza de oír, por ejemplo, que el Palacio de Congresos y Exposiciones que prometió Bono en la campaña electoral del año 83, y que el Psoe ha reeditado en todas las que le han seguido, contaría con buena parte de esos 25 o 26 millones de euros para el curso económico siguiente, si se quería cumplir con las dos premisas que establecieron los socialistas manchegos en las dos últimas contiendas; de un lado que sería semejante al de otras capitales del “Invento”, y de otro que estaría funcionando en el 2010. Pero no; lo que escuchamos de parte de la Junta, en boca del entonces Delegado en Cuenca, Luis Carlos Sauquillo, que fue el encargado de acompañar a Barreda y de hacer las declaraciones ante los medios, fue la disculpa que ya comentamos en un artículo anterior que iban a utilizar para seguir sin cumplir; “estamos a la espera de que el Ayuntamiento disponga de los terrenos”. Y esto tuvo el rostro de decirlo después de 24 años y medio de anunciarlo, y tres legislaturas de Gobierno Municipal socialista. Pero, de la otra parte, Pulido, declaró que él lo expuso y que tuvo buena acogida. Ya vemos año y medio después que de buena acogida, nada de nada.
Y para la Autovía Cuenca Albacete, que los terrenos corren a cargo de la Junta, ¿se conformó Pulido con un borrador y una aproximación de los costes?, ¿Tampoco se habló de fechas, ni de las inversiones que recogerían los PGCLM en el 2008?. Recordemos que fue el propio Barreda, el que anunció en el Parador de Cuenca, que iba a batir todos los récords de ejecución; y que estaría en servicio a finales de 2008; que unos meses después, la Consejera la situó para 2009 y, en aquel momento, ya se hablaba de 2010. Pero que no se incluyera ni un euro ese año para Cuenca, nos hizo temer que tampoco en 2010; a fecha de hoy vemos que lo que comentan es iniciarla en 2011 y terminarla ya veremos. Seguro que corre la misma suerte que las demás. ¿Y qué hay de la recientemente prometida en campaña electoral?, aunque ya entraba en los planes de Carreteras del Estado, y más concreto en el II Plan del 89, según se pronunció el Ministro Sáenz de Cosculluela en nuestra propia ciudad, junto al entonces Diputado por Cuenca, Virgilio Zapatero; nos referimos a la Cuenca-Alcázar, que entonces se anunció como continuidad a la de Teruel; y más tarde, se contempló en el Plan Director de Castilla la Mancha. Un “ha tomado nota”; o, “ha estado interesado en ello”, que dijoPulido terminada la reunión.
Así podríamos seguir detallando, uno por uno lo demás; el Hospital, el Parque Científico y Tecnológico, el Polígono Avanzado de Empresas, la ampliación de titulaciones universitarias, Cuenca Ciudad Europea de la Cultura; pero, en un artículo, como en los paupérrimos 55 minutos que se dejó Barreda, no es adecuado referirme con rigor.
Lo peor es que después de todo este tiempo, 18 meses, las promesas siguen sin cumplirse y la empresa que se lleva Pulido a Toledo para la próxima reunión no parece ser mayor que la que se llevara aquel día de septiembre de 2007; incluso, si cabe, por lo expuesto hoy al delegado del Gobierno, Ángel Valiente, aún será menor, pues parece que más allá de pedir subvenciones para acerados de algunas calles y algún que otro asfaltado, la intención de este Alcalde para las cosas realmente importantes, las que generan prosperidad, empleo y riqueza, es desgraciadamente escasa.
LA OPINIÓN.- En la reunión que se va a celebrar en los próximos días, sin que haya fecha concretada todavía, entre el Alcalde de Cuenca y el Presidente de la Junta de Comunidades, parece que la actitud que va a llevar el regidor conquense no va a diferir mucho de la que tuvo lugar el 11 de septiembre de 2007.
Por aquel entonces, Pulido se mostró poco ambicioso e incapaz de arrancar de Barreda ni tan siquiera uno de los grandes proyectos prometidos por el Gobierno de Castilla la Mancha, a pesar de que alguno colea desde principios de la década de los años 80.
Quizá en aquel momento diera la impresión de que se trataba de un alcalde inexperto por ser Pulido un político que acababa de aterrizar en política hacía un par de meses escasos, pero el paso del tiempo nos está haciendo ver que esa no es la causa de que este alcalde deje escapar las mejores ocasiones para negociar las cosas importantes, sino que se trata de la pequeñez del carácter y la forma de entender la política, con corteza de miras, de una persona que cayó en uno de los tronos de la misma más que por méritos propios, sin un currículum vitae mínimamente interesante para ofrecer a los electores, de la mano de los errores y las malas maneras de su principal oponente. Eso también se ha demostrado cada vez que ha ido a reunirse con alguien a alguno de los despachos meridianamente importantes de los que dependen del Gobierno Central, como por ejemplo en sus visitas a las dependencias del Adif o del Ministerio de Fomento.
Al día siguiente de aquella primera reunión con el Presidente Barreda, publicábamos en este medio un artículo que titulábamos Barreda 1, Pulido 0, y ya antes habíamos opinado sobre las cuestiones fundamentales que se debían tratar; pero no, Pulido se quedó en lo superfluo y perdió claramente su primera gran pugna en la batalla permanente que mantiene la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha con su política de marginación hacia Cuenca.
Muchos, antes de aquella primera reunión, no sin cierto grado de incredulidad, tenían la esperanza de oír, por ejemplo, que el Palacio de Congresos y Exposiciones que prometió Bono en la campaña electoral del año 83, y que el Psoe ha reeditado en todas las que le han seguido, contaría con buena parte de esos 25 o 26 millones de euros para el curso económico siguiente, si se quería cumplir con las dos premisas que establecieron los socialistas manchegos en las dos últimas contiendas; de un lado que sería semejante al de otras capitales del “Invento”, y de otro que estaría funcionando en el 2010. Pero no; lo que escuchamos de parte de la Junta, en boca del entonces Delegado en Cuenca, Luis Carlos Sauquillo, que fue el encargado de acompañar a Barreda y de hacer las declaraciones ante los medios, fue la disculpa que ya comentamos en un artículo anterior que iban a utilizar para seguir sin cumplir; “estamos a la espera de que el Ayuntamiento disponga de los terrenos”. Y esto tuvo el rostro de decirlo después de 24 años y medio de anunciarlo, y tres legislaturas de Gobierno Municipal socialista. Pero, de la otra parte, Pulido, declaró que él lo expuso y que tuvo buena acogida. Ya vemos año y medio después que de buena acogida, nada de nada.
Y para la Autovía Cuenca Albacete, que los terrenos corren a cargo de la Junta, ¿se conformó Pulido con un borrador y una aproximación de los costes?, ¿Tampoco se habló de fechas, ni de las inversiones que recogerían los PGCLM en el 2008?. Recordemos que fue el propio Barreda, el que anunció en el Parador de Cuenca, que iba a batir todos los récords de ejecución; y que estaría en servicio a finales de 2008; que unos meses después, la Consejera la situó para 2009 y, en aquel momento, ya se hablaba de 2010. Pero que no se incluyera ni un euro ese año para Cuenca, nos hizo temer que tampoco en 2010; a fecha de hoy vemos que lo que comentan es iniciarla en 2011 y terminarla ya veremos. Seguro que corre la misma suerte que las demás. ¿Y qué hay de la recientemente prometida en campaña electoral?, aunque ya entraba en los planes de Carreteras del Estado, y más concreto en el II Plan del 89, según se pronunció el Ministro Sáenz de Cosculluela en nuestra propia ciudad, junto al entonces Diputado por Cuenca, Virgilio Zapatero; nos referimos a la Cuenca-Alcázar, que entonces se anunció como continuidad a la de Teruel; y más tarde, se contempló en el Plan Director de Castilla la Mancha. Un “ha tomado nota”; o, “ha estado interesado en ello”, que dijoPulido terminada la reunión.
Así podríamos seguir detallando, uno por uno lo demás; el Hospital, el Parque Científico y Tecnológico, el Polígono Avanzado de Empresas, la ampliación de titulaciones universitarias, Cuenca Ciudad Europea de la Cultura; pero, en un artículo, como en los paupérrimos 55 minutos que se dejó Barreda, no es adecuado referirme con rigor.
Lo peor es que después de todo este tiempo, 18 meses, las promesas siguen sin cumplirse y la empresa que se lleva Pulido a Toledo para la próxima reunión no parece ser mayor que la que se llevara aquel día de septiembre de 2007; incluso, si cabe, por lo expuesto hoy al delegado del Gobierno, Ángel Valiente, aún será menor, pues parece que más allá de pedir subvenciones para acerados de algunas calles y algún que otro asfaltado, la intención de este Alcalde para las cosas realmente importantes, las que generan prosperidad, empleo y riqueza, es desgraciadamente escasa.
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