NOTICIA COMENTADA.- Tras los contactos mantenidos durante el día de ayer por parte de los tres administradores que ha nombrado el Banco de España en la sede social en Cuenca, con los integrantes los integrantes del Comité de Dirección de la Caja en primer lugar, para hacerles llegar un mensaje de tranquilidad destinado a ahorradores, acreedores y trabajadores de la entidad, y con los representantes sindicales después, a los que les transmitieron que todavía no tienen evaluado si ese reequilibrio pasa también por ajustes de personal, pero que en cualquier caso los reajustes se van a hacer siempre en el marco de la concertación y del diálogo, han saltado las alarmas por diversas informaciones que han aparecido en algunos medios ya que, entre las medidas que se contemplan según las mismas estaría incluso la disolución de la entidad, si bien ésta sería la última de las opciones según las mismas fuentes.
Así, tan sólo un día después de que los interventores estatales hayan ocupado el Consejo de Administración de la Caja de Castilla la Mancha, la cadena de televisión Cuatro ha anunciado que el Banco de España ha decidido ya subastar la entidad entre el resto de cajas de ahorros. Sin embargo, desde el propio Banco de España se dice que aún es demasiado pronto para conocer el futuro de la caja de ahorros, ya que todavía hay que analizar las cuentas y determinar cuál será la mejor opción.
Las opciones pasarán en primer lugar, al parecer, por procurar mantener la marca de la entidad, es decir, por que continúe funcionando como Caja de Castilla la Mancha una vez saneadas las cuentas, con su propia autonomía; si esto no es posible, proceder a una subasta a la que tendrían opción a pujar el resto de las cajas de ahorro; e incluso si ninguna de las anteriores alternativas es procedente, recurrir a la disolución de la entidad una vez liquidadas las cuentas tras cumplir los compromisos adquiridos con los ahorradores e inversores. No obstante cualquier decisión siempre debe pasar por ser la menos gravosa para el erario público.
En este estado de la situación, el alcalde de Cuenca, Francisco Pulido, tiene previsto concertar una reunión con los administradores para pedirles que la Sede Social siga estando en Cuenca, así como se mantengan los puestos de trabajo en nuestra ciudad. Pulido ha argumentado que en una ciudad como Cuenca, con tan poca capacidad de crear empleo, su máxima preocupación ahora es que se mantenga el que ya existe. Así mismo, se ha quejado de quela sede debe seguir estando en Cuenca, pero debe ser de manera real, y que por tanto no se vean noticias como hemos visto estos días atrás donde decían 'conectamos con la sede de CCM' y se iban a Toledo. Por otra parte ha aseverado que hay responsabilidades políticas y se debe aclarar lo que ha pasado y cuál es la situación actual de Caja Castilla La Mancha.
Estamos de acuerdo, aunque dependerá de la solución que se adopte, en que la Sede de Caja Castilla la Mancha debe seguir estando en Cuenca, y que además sea de forma más efectiva a como lo ha sido hasta el momento, pues si bien está situada en Cuenca, los servicios centrales, de hecho, se reparten entre las ciudades de Toledo y Albacete, ya que allí se instalaron los servicios centrales e informáticos, y no debemos olvidar, ni aún en esta situación de crisis extrema en la que se encuentra por una gestión basada en favoritismos crediticios a determinados empresarios del mundo inmobiliario, que la fusión se produjo en el año 92, siendo la Caja de ahorros de Cuenca, que ya había absorbido a la de Ciudad Real años antes, la única que arrojaba números claramente positivos, ya que tanto la de Toledo como la de Albacete estaban siendo muy cuestionadas y un una situación importante de precariedad.
Es necesario que la mala gestión de la CCM lleve consigo un ejercicio importante de responsabilidad política por parte del Gobierno de Castilla la Mancha que preside José María Barreda y del Psoe en esta Comunidad Autónoma, pues los estatutos de la entidad lo hacen ser el auténtico valedor de la gestión que se ha realizado en la Caja; pero también debe existir un grado importantísimo de reflexión en el Pp autonómico que dirige María Dolores de Cospedal, pues ha mantenido en sus puestos de consejeros en el órgano de dirección de la Caja, y que deberían haber sido garantes de la transparencia en las decisiones del mismo, a una serie de señores, algunos de ellos vinculados a créditos multimillonarios con la propia Caja para financiar sus propios negocios, que claramente no han hecho nada para impedir esa mala gestión.
No se trata sólo de reclamar responsabilidades políticas, sino además de exigir que se utilicen los recursos necesarios de los que dispone el Estado, para que se investigue y se identifiquen las irregularidades, y para que en caso de haber existido una actitud delictiva, se depuren también las responsabilidades penales que se desprendan.
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