El Tiempo en Cuenca

lunes, 7 de enero de 2008

El Gobierno de España se opone a la modernización del ferrocarril Convencional Madrid-Cuenca-Valencia; pero Pulido sigue callado.



LA OPINIÓN.-


Este verano, el todavía delegado de la Junta, Miguel Ángel Sauquillo, decía que el Psoe trabaja en silencio por el Ferrocarril Convencional por Cuenca; “el Psoe sí está trabajando por el tren”, decía el futuro candidato de los socialistas para representar a nuestra provincia en el Congreso de los Diputados.

Conforme se leía esta afirmación, lo primero que se nos vino a la cabeza fue preguntarnos dónde y cuándo está el Psoe trabajando por la modernización del Ferrocarril Convencional.

En los PGE del año 2000, se incluyó una partida de 200 millones de euros que anunció “a bombo y platillo” el entonces Diputado nacional del PP, Gervasio Martínez Villaseñor. Sin embargo de ese dinero no se invirtió un euro para ese fin; y aquí nadie del Psoe ha dicho nunca nada al respecto.

Cuando el Senador socialista por la Provincia de Cuenca, Luis Ayllón, presentó el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2005, ante la pregunta de los periodistas sobre el Ferrocarril Convencional por Cuenca, que no se contemplaba absolutamente nada, respondió que era porque el Gobierno había encargado un estudio de viabilidad para la modernización del mismo. Al año siguiente, como tampoco había nada, volvió a poner exactamente la misma disculpa. Ambas veces fueron contestadas por Independientes por Cuenca, diciendo que eso no era cierto. Pero este otoño, Luis Ayllón en su rueda de prensa para presentar el Proyecto del Gobierno de Zapatero para 2008, ni siquiera se molestó en mencionar al Tren Convencional por Cuenca.

Ya con el Gobierno de Rodríguez Zapatero, Luis Ayllón presentó los primeros presupuestos de esta legislatura, diciendo a los conquenses que el Psoe estaba trabajando por el Ferrocarril Convencional, y que se demostraba con un estudio que se estaba elaborando para la adaptación y mejora del vial. Cuatro años después, y a punto de celebrarse la Elecciones para otra legislatura, no se ha vuelto a hablar del presunto estudio del que habló el Senador socialista, por la sencilla razón de que nunca existió. Solo era una manera de “salir del paso” ante las preguntas de los periodistas. O, a lo mejor, se seguía estudiando y ese es el trabajo silencioso al que se refirió Sauquillo este verano.

Como vemos ahora con la licitación que hace el Ministerio de Fomento para el estudio de rehabilitación y explotación de la línea Madrid-Valencia, por Alcázar y Albacete, Sauquillo y Ayllón, o Máximo Díaz Cano, con sus declaraciones nos estaban tomando una vez más el pelo.

El 7 de febrero de 2006, el PSOE votó contra del proyecto de modernización del ferrocarril convencional en el Pleno del Ayuntamiento de Cuenca. Era una moción que presentó Independientes por Cuenca, y que fue rechazada por la mayoría que ocupaba entonces en el Pleno el Partido Socialista.

No sabemos muy bien a qué se refirió el Delegado de la Junta, cuando dijo que la llegada del AVE condicionará el uso que se le dará a la Línea Convencional, aunque nos temíamos lo peor; más de lo mismo, y que ahora pretenden utilizar como coartada al Tren de Alta Velocidad. Y decimos lo peor, porque prácticamente él mismo nos lo adelantó al declarar que “desde la Diputación Provincial y la Delegación de la Junta, se lleva tiempo estudiando en silencio, callados, sin plantear cuestiones utópicas”

Parece que estaba claro que cuando habló de que el AVE condicionará el uso del Ferrocarril Convencional, quiso rebajar las pretensiones por lo que se avecinaba, y que la noticia de ayer nos lo confirma, y mutilar dos de las funciones principales que debe cumplir el Ferrocarril; que son: la vertebración territorial de una provincia prácticamente desmantelada y mal conectada con la Capital, y de otro la de carácter social, que garantice la accesibilidad a un medio de transporte económico, rápido y seguro, a un amplio espectro de la población que tiene escasas posibilidades de utilizar el AVE.

Y siguió usando el lenguaje lastimero, al decir que “de existir alguna posibilidad, el Tren podría ser en un futuro un convoy de mercancías”. Parece que, además de trabajar en silencio –no dejan de estudiar y estudiar-, pero lo hacen con poca convicción.

Sí estuvieran haciendo algo, por mínimo que fuera, lo estarían vociferando una y otra vez, ¿o no?.

Aunque los empresarios valencianos insisten en la necesidad de adecuar la línea de Ferrocarril convencional Madrid-Cuenca-Valencia, el Gobierno de Zapatero sigue sin moverse un ápice de su postura negativa hacia esta posibilidad.

No se podía esperar otra cosa de un Gobierno que tiene que rendir cuentas, permanentemente, de su política a los partidos más radicales del nacionalismo catalán, entre los que se encuentra en la etapa de Zapatero el propio PSC. El interés catalanista, siempre ha obstaculizado la conexión rápida y adecuada de Madrid con el Puerto de Valencia; porque supondría la supremacía de éste, hacia el mercado de gran parte de la península, incluido claro está el de Madrid.

Y de esta cuestión, se beneficia la ciudad de Albacete que, convertida en nudo de comunicaciones al estar en pleno centro de la arista del triángulo desviado hacia el sur del Levante, encuentra su argumentación en razonamientos extemporáneos; como sus derechos históricos, o las dificultades orográficas del corredor que transcurre por la provincia y capital conquenses.

Sin embargo, mientras en épocas pasadas el empresariado valenciano se conformaba con el simple hecho de conseguir una conexión medianamente decente, en la actualidad, ya conocedores del fracaso que supone la Autovía, que se planeó como la del Levante, cuyo eje principal se trazó hacia Alicante, siendo la de Valencia un mero ramal; además de haberse conseguido el AVE directo a base de coraje, paciencia y exposición de ventajas; ahora los valencianos no se conforman con lo medianero, que saben les hace perder mucho dinero y, lo que es peor, les hace situarse por detrás de otros mercados con menos posibilidades de desarrollo.

Los valencianos, con el logro del AVE, se llevaron una lección de la cual serán los grandes beneficiados. Y se la han aprendido bien. Y ese es el mejor instrumento que debemos aprovechar los conquenses, para que nos salpique como agua bendita, para nuestros propios intereses.

El Ferrocarril Convencional, además de ser compatible con el AVE, es absolutamente imprescindible. Tres son los motivos fundamentales por los que tenemos que luchar con el mismo tesón que demostramos tener para conseguir el AVE: de un lado, es la garantía de vertebración de nuestro territorio provincial, que está fuertemente amenazado por la política de desmembración que se lleva practicando desde los inicios de la Autonomía Castellano Manchega; de otro, el acceso de los habitantes que residen en las zonas más desfavorecidas, tanto a la capital como a los sistemas modernos de comunicación de los que se va a disponer; y, por supuesto, el Ferrocarril Convencional es un aval de cara a la potenciación de la industria, de la que carecemos principalmente por la falta de unas comunicaciones adecuadas para el transporte de las mercancías, y la conexión con los ejes de la riqueza.

No podemos permitir que algo coyuntural, como es la dependencia por los votos de los partidos nacionalistas que tiene un Gobierno en minoría, nos vuelva a alejar de disponer de los medios necesarios para crecer con el ritmo ajustado a la situación privilegiada en la que se encuentra Cuenca, a medio camino del primer y tercer mercado de España. Conocemos la ventajas del corredor por Cuenca y, como pasó con el AVE, sabemos que tenemos razón. Ahora solo queda articular la mejor estrategia, y convencer.

Una buena base argumental, son los más de 200 millones de euros que contemplaban los Presupuestos Generales del Estado del año 2000, y que desaparecieron sin que nadie; ni autoridades estatales, ni autonómicas, ni locales dieran explicación alguna de por qué.

Máximo Díaz Cano, para salir al paso de la no inclusión de partida alguna en los PGE del 2005, declaraba el 7 de octubre de 2004, que “el tren convencional de Cuenca aparecerá reflejado en un documento que firmarán a lo largo de este mes el presidente regional, José María Barreda, y la ministra de Fomento Magdalena Álvarez”. Era mentira.

El entonces Consejero Portavoz del Gobierno de Castilla la Mancha y Secretario provincial del Psoe de Cuenca, hoy Delegado del Gobierno de España en esta autonomía, declaraba ante los medios de información que los Presupuestos Generales del Estado para el año 2005 “satisfacen reivindicaciones históricas largamente anheladas”; la historia juzga estas palabras

La mentira que esgrimió impúdicamente aquel 7 de octubre de 2004, con respecto al Ferrocarril Convencional y la reunión de Barreda con la Ministra de Fomento, que lo iba a resolver todo, no merece más explicaciones, pues sería como dudar del coeficiente intelectual de los lectores. Pero sí que Martínez Cenzano tuvo una oportunidad extraordinaria de recordarlo cuando se reunió con la Ministra y el Director General de Adif para la firma del convenio especulativo de los terrenos de Renfe; es más, de exigir que el Estado invierta los más de 200 millones de euros que comprometió la Ley General Presupuestaria del año 2000, y que incumplieron, como se sigue haciendo en la actualidad.

Pero Pulido callado siempre en este tema


Y todo esto lo debe tener en cuenta el Alcalde Francisco Javier Pulido, en lugar de callarse, como se calló ante las declaraciones, este verano, de dos jefes de Renfe, en las que dicen que el tráfico de mercancias no debe ir por nuestro corredor, porque el viario no aguantaría el peso; y como se sigue callando en la actualidad. Parece como si a los unos y a los otros les interesara liquidar el Ferrocarril Convencional por Cuenca, de modo que deje más espacio para especular.

Máximo Díaz Cano mintió cuando habló de los Prespuestos del año 2005, como también se mintió con los de 2006 y, lo mismo con los de 2007; y al presentar los actuales de 2008. Esta es la memoria histórica en la que creemos en Independientes por Cuenca. La memoria de las falsas promesas y las mentiras.

No hay comentarios: