Mientras en Cuenca permitimos que los tres getas de siempre se beneficien en exclusiva de un proyecto, el del AVE, que fue ganado por el esfuerzo colectivo, y que costó “sangre, sudor y lágrimas” conseguirlo para nuestra ciudad; mientras vemos casi impasibles como se nos esfuma al quinto pino, y se nos queda en casi nada el único logro importante de los conquenses y que debería ser para los conquenses; mientras aquí pasa eso, por ahí, en otros lugares del mapa autonómico pasan cosas bien diferentes.
Por ejemplo, en C. Real, este mes de junio, con la entrada en funcionamiento del aeropuerto, sin haber movido un dedo ni tener que levantar el culo del asiento de sus casas para pedir nada, contarán también con este medio de transporte, para enriquecerse aún más una tierra, que como otras, recibe un trato de preferencia sobre la nuestra desde que comenzara a rodar esta invención de autonomía.
Mientras aquí nos están haciendo un nuevo pantano para inundar, una vez más, centenares de hectáreas del terreno más fértil de nuestros campos; allí, en Ciudad Real, se levanta el macro-complejo de turismo y de ocio “El Reino de don Quijote” que creará centenares de puestos de trabajo directo; y que contará, además de con miles de pisos y apartamentos, con grandes pistas de golf y un mar artificial para el recreo de los turistas y visitantes. Sí, mientras en Cuenca se destruye de nuevo el terreno productivo para almacenar agua, ahora también, no sólo en el Levante o en Murcia, también en Ciudad Real, se la beben a base de parques temáticos, grandes urbanizaciones y centenares de miles de hectáreas de regadío.
Mientras en Cuenca se eternizan las obras de un pedacito de la autovía ansiada y tan reivindicada dentro y fuera; el que se pudo conseguir después de una manifestación en la que salió a la calle la ciudad entera; en otros sitios, como Ciudad Real se la hacen mucho más larga en cuatro días y sin que ningún ciudarrealeño se haya tenido que despeinar para lograrla –si es que eso es lo normal ¿no?-.
Mientras en otros lugares se encuentran con las grandes infraestructuras de comunicación como regaladas, con sus estaciones como Dios manda; aquí que tanto nos cuesta conseguirlas; vamos encima y le dejamos a tres listos de la vida que nos lo arrebaten, que los listillos de siempre se enriquezcan más a costa de nuestro esfuerzo, y del muchísimo tiempo y dedicación para lograrlo; aunque nuestra ciudad entera se perjudique.
Mientras empresarios y políticos de otros lugares de la Autonomía, como estos de Ciudad Real, crean riqueza y desarrollo para su tierra; los mequetrefes de aquí no ven más allá de sus bolsillos para buscar lo que embolsarse a costa de lo que sea; pero encima nos miran por encima del hombro para que nos veamos poca cosa a su lado, y nos mostremos agradecidos.
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