lunes, 7 de enero de 2008
La Ministra de Fomento debe pedir perdón el miércoles a los conquenses en su visita a Cuenca, y hacer propósito de enmienda.
Este miércoles nos visitará la Ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, para inaugurar los dieciséis km de Autovía que separan las localidades de Horcajada de la Torre, y Alcázar del Rey.
Y ahora viene la Ministra, ¿a qué? Recordemos que la Autovía de Tarancón entró a formar parte de los proyectos del Estado en el II Plan General de Carreteras en el año 89; y que el acto de colocación de la primera piedra, se llevó a cabo en febrero del 99, ya en plena campaña electoral. Si ya era escandaloso un retraso administrativo de once años, lo fue más, si cabe, el que se fueran licitando tramos de entre 15 y 20 km, a lo largo de dos legislaturas, y con plazos de ejecución de 48 meses, lo que superaba, con creces, cualquier periodo de ejecución de una obra pública semejante en la historia de España.
Pero para colmo de lo escandaloso, ahora encima hemos visto atónitos, que ni siquiera se cumple con la eternidad de los plazos. El tiempo fijado para la puesta en servicio del Horcajada-Álcázar era de 40 meses, siendo presidido el acto de “puesta de la primera piedra", por el entonces Ministro Álvarez Cascos, el 27 de octubre de 2003, con lo que desde febrero debería estar funcionando; y, sin embargo, tienen la cara dura de celebrar “a bombo y platillo” el miércoles con un acto de inauguración, y Ministra incluida.
Pasado mañana nos anunciarán que el tramo restante, el que va de Alcázar a Tarancón, de veinte km, se va a abrir a lo largo del presente año, lo que sería cumplir con el eterno plazo de adjudicación. Pero, no obstante eso parece de nuevo improbable, por la inexistente actividad en la ejecución de las obras, con unos pilastros a modo de las estatuas de Botero, que colocaron hace unos años, y nada más desde entonces; y, unos Presupuestos Generales del Estado que no contemplan la finalización de la obra hasta después de 2011.
Nos digan ahora lo que nos digan, si no se desvía dinero de otras partidas presupuestarias hacia esta Autovía, es absolutamente improbable que se ponga en servicio en este año. Así, los PGE asignaban 42 millones, 271 euros para 2007; y para las siguientes anualidades contemplan 15 millones, 500 mil euros en la de 2008; 17 millones, 600 mil euros para 2009; 15 millones en 2010; y 27 millones, 827 mil euros que se invertirán en 2011, para lo que falta de Autovía hasta Tarancón.
En cuanto a la Autovía de Teruel, no nos cansaremos de repetir que no se hará, ya que el Estado pierde su interés por la misma, desde que Bono anunciara en su último debate sobre el estado de la Autonomía, la construcción de la Autovía de la Alcarria, que supondrá el acaparamiento de esta última de una parte considerable de los flujos de tráfico que hubiera discurrido por la A-40 en el tramo comprendido entre Cuenca y Teruel.
De hecho, lleva retenido el proyecto en el Ministerio de Medio Ambiente desde el día 3 de abril de 2003; y ya en el ejercicio de 2005, desaparecían los más de 40 millones de euros que recogía la anualidad de 2004 para el inicio de la ejecución de las obras; y, desde entonces, cada anualidad se incluyen cantidades irrisorias, meramente testimoniales, que nunca se llegan a gastar; como para este año 2008, que contempla 500 mil miserables euros; o los 20 mil euros de 2009, a partir del cual, se deja de incluir euro alguno.
El AVE con años de retraso, y con el Ferrocarril Convencional, ya vemos que la intención es eliminarlo.
Por tanto, más que a pomponearse y a celebrar, la Ministra de Fomento debe pedir perdón el miércoles a los conquenses en su visita a Cuenca, en nombre del Gobierno de España, y hacer propósito de enmienda.
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