OPINIÓN.- La presidenta de la Agrupación de Hostelería de Cuenca, Jennifer Morter, es de esos personajes que emergen por las distintas entidades locales, porque aprovechan la menor oportunidad para dejarse ver en la prensa, aunque sea a base de majaderías o hablando de cosas de las que ni entienden ni les importa hacerlo seguramente, y opinar sin un criterio que les haga estar a la altura de la circunstancias. El caso es dejarse ver, destacar para llamar la atención de quien les interesa y, eso sí, hacer y hacer una y otra vez la pelota públicamente, aunque ello suponga vender por tres cuartos a sus propios representados.
Ayer aparecía en la prensa local, una nota emitida por la mencionada Agrupación, en la que mostraba los mayores loas y alabanzas al reparto en la ampliación de titulaciones universitarias que acaba de aprobar la Universidad a propuesta del Gobierno manchego, porque con la implantación, según ellos, de Turismo, se verá mejorada la calidad y oferta de nuestra ciudad y provincia.
Parece como si en esta asociación de empresarios del sector hostelero de Cuenca, quisieran llegar más allá en la carrera por ser buenos y leales a la oficialidad y a la jerarquía castellano-manchega, incluso que el propio vicerrector del Campus de Cuenca, José Ignacio Albentosa, que hace unos días reconocía ante la opinión pública que la ampliación le supondría a Cuenca añadir una sola carrera a su oferta, ya que Turismo se encuentra actualmente integrado dentro de la Facultad de Humanidades, y en pleno proceso de desarrollo para convertirse en sí misma en una titulación de grado.
Sin embargo, la señora Jennifer Morter, se congratula de que la Junta y la Universidad implanten en Cuenca los estudios de Turismo, haciendo ver que se trata de una nueva carrera, y no de la adaptación al proceso de Bolonia de lo que ya existe en nuestra ciudad. La presidenta de la Agrupación de Hostelería de Cuenca por hacer la pamplina a los de arriba, ignora no solamente la opinión de la mayoría de conquenses que están muy disgustados por esta nueva entrega de marginación que nos ha aplicado el poder autonómico, sino también el criterio de los expertos, profesores de la Universidad que se han expresado claramente de forma bien diferente.
Pero esto no es nada más que un nuevo episodio en el currículum de la máxima representante de los hosteleros locales que, por ejemplo, entorpece la reivindicación por una Estación Intermodal, para toda clase de transporte de viajeros, dentro de la ciudad; de lo que serían, sin lugar a dudas, unos de los principales benefactores sus socios representados por ella. Pero paradójicamente, esta Agrupación también se muestra conforme con la oficialidad en este tema y aparenta preferir un Apeadero en el quinto pino, allí donde no hay ni un negocio de los que agrupa su asociación.
Pero el Turismo en Cuenca no arranca
Mientras, y esto tampoco parece interesar a la directiva de hosteleros, el sector turístico en Cuenca no arranca, no acaba de despegar; es incapaz hasta el momento de ofrecer una alternativa que no solamente pase por la explotación pasiva de la exposición del patrimonio natural e histórico, sino que además estimule su crecimiento con opciones de ocio que indujeran a los visitantes a tener en cuenta nuestra provincia para mucho más que el simple hecho del esparcimiento contemplativo, que no los retiene en la mayoría de los casos más de unas horas.
Es cierto que en los últimos 10 años Cuenca ha tenido un crecimiento significativo en número de visitantes y pernoctaciones, pero igual de cierto es que ese crecimiento ha sido inferior a la media nacional, y menor que el registrado en provincias como Albacete o Ciudad Real.
El Plan estratégico del sector turístico en la región para 2006-2009 reconoce que el aumento en la estancia media y el gasto medio por turista son las asignaturas pendientes para el sector. Y ocurre que Cuenca, con 1.69 días por viajero, se encuentra entre las 10 provincias con menor estancia media, cifra que además no ha conseguido incrementar en los últimos 10 años.
Incrementar en Cuenca la estancia media hasta los 2.05 días de Albacete, no digamos hasta los mas de 4 días en que se sitúa la estancia media a nivel nacional, supondría un aumento de algo más de 122.000 pernoctaciones para el mismo número de viajeros entrados en el año.
Es necesario dotar el sector turístico de personal más cualificado; y para eso es necesario desarrollar proyectos como la incumplida promesa, siendo Marina Moya la Presidenta de la Diputación, de instalar la Escuela de Hostelería de Lausan.
No se puede incrementar las cifras de visitantes, si se continúa parasitando a la espera de un turista atraído exclusivamente por los recursos naturales, arquitectónicos o museísticos. Por eso se deben fomentar los circuitos turísticos que contemplen, no solamente la observación como única actividad; sino además otra serie de atractivos como una gran variedad de espectáculos culturales y de ocio. Por ejemplo, no se puede entender que la ya pobre oferta del Ayuntamiento en este sentido, se paralice totalmente en los meses de verano. Es inaudito que el Auditorio se encuentre prácticamente cerrado en verano.
Se debe cuidar escrupulosamente la gastronomía local, como fuente de atracción. Es una imprudencia intolerable, que el turista sea objeto de la picaresca de algunos empresarios que le ofrecen gato por liebre; es decir, le presentan como ejemplo de la cocina autóctona aquello que no pasa de ser el plato de una tarde de excursión campera. Tampoco favorece el baile especulativo de precios que, muchas veces, supera ampliamente el de otros sitios de mayor resonancia y empuje turístico.
Pero las Instituciones no ayudan; el 3 de octubre del 2005 iXC presentó una moción para que se creara y se ubicara en nuestra ciudad el Instituto de Turismo de Castilla la Mancha; pero, se fue a Toledo.
La construcción de un Palacio de Congresos es imprescindible para el desarrollo del turismo de reuniones en Cuenca. Un yacimiento de prosperidad y empleo que no podemos seguir desaprovechando.
Igual que en Albacete, en Cuenca hace ya muchos años que se debería haber inaugurado su Palacio de Congresos -lo prometió Bono en su primera campaña electoral en el año 83-, pero a cambio sólo recibimos excusas para explicar que los presupuestos de la Junta de Comunidades, no han consignado partida alguna para esta infraestructura en los próximos años.
50 ciudades españolas cuentan actualmente con esta infraestructura, o van a inaugurar su Palacio de Congresos en los próximos años.
El turismo de reuniones –congresos, convenciones y viajes de incentivos- mueve 2.000.000 de turistas al año, más de 10.000 reuniones, 1.500 millones de euros de negocio, y lo hace en la que para otros tipos de turismo es temporada baja. Viajeros cuya media de gasto supera con claridad a otros tipos de turismo.
La ubicación de Cuenca entre Madrid y Valencia, y su potencial en el turismo cultural y en la naturaleza, la convierten en destino ideal para el turismo de reuniones.
Con los actuales niveles de ocupación –en torno al 30% en los meses de temporada baja sobre un total de casi 2.000 plazas-, Cuenca cuenta con capacidad de alojamiento suficiente como para asumir un eventual aumento de la demanda en congresos y reuniones. Un Palacio de Congresos induciría además la construcción de nuevos hoteles que a su vez permitirían aumentos en la afluencia de turistas.
Un Palacio de Congresos estimularía al sector turístico, no solo de la capital, también de su cinturón provincial más cercano. Según los expertos de la FEMP, “Los beneficios de los Palacios de Congresos no distinguen entre destinos litorales, industriales o monumentales, y siempre mueven nuevas inversiones en las ciudades en las que se ubican. Nuevos hoteles, galerías comerciales y centros de ocio son consustánciales a estas edificaciones, como lo son también las empresas de profesionales relacionadas con las relaciones públicas”.
Independientes por Cuenca presentó una Moción para que se instara al Gobierno regional para que de forma inmediata a consignar la financiación necesaria para la construcción del Palacio de Congresos de Cuenca, cuyo proyecto arquitectónico debe diseñar un edificio con la capacidad y el carácter emblemático que Cuenca merece. Pero no hubo ninguna respuesta a nivel presupuestario; y para 2008 tampoco, por más que alimenten la polémica con lo de la ubicación de la nada, para luego aparecer de apagafuegos.
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