LA OPINIÓN.- Intentaron hacernos creer de todas las formas posibles que existía un acuerdo oficial por el que se había decidido la ubicación de la Estación del AVE, y nosotros siempre hemos dicho que era mentira, que no existe ningún documento público y oficial firmado por las instituciones con competencias para hacerlo.
Todo lo dicho por las autoridades locales era falso. No existe ningún acuerdo firmado en el momento actual sobre la ubicación de la Estación del AVE; y ese es un paso administrativo indispensable para la validez definitiva de lo que se haga al respecto. Por ello, dado que las competencias le vienen delegadas al Ayuntamiento por el pto. 3 del Acuerdo de Murcia de 8 de enero de 2001, el Alcalde está en su legítimo derecho de someter a Pleno para su aprobación el acuerdo sobre una consulta pública en este sentido; y es lo que debe hacer si se respetan los acuerdos con iXC que han motivado que en tan sólo 2 meses, los de las vacaciones de verano, 5000 conquenses hayan plasmado sus firmas para solicitarlo.
Son muchas las pruebas de que la ministra de Fomento también mintió en su visita a Naharros el pasado 19 de junio, cuando dijo que "la estación estará en el mismo sitio donde se acordó en 2002 por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, por el Ayuntamiento de Cuenca y por el Ministerio de Fomento", y lo dicho por Cenzano en marzo de 2006, es decir, 4 años después del inexistente acuerdo al que se refirió la ministra, es solamente una prueba más.
"Por el momento no sabemos nada. ADIF todavía no ha aprobado el convenio. Sabemos que ha habido una especie de reestructuración...El Palacio de Congresos iría en uno de los suelos del polígono de RENFE y que estará cerca de la Estación que se construirá en las inmediaciones de la Ronda Suroeste entre las Quinientas y Villa Luz, cerca del Palacio de Congresos"; éstas palabras las pronunció el anterior alcalde, Martínez Cenzano, a finales de marzo de 2006. Si hubiera habido un acuerdo oficial en 2002, que sabemos que no, ¿cómo iba a decir Cenzano que se construiría la Estación en las inmediaciones de la Ronda Suroeste entre las Quinientas y Villa Luz, próxima al lugar donde iría ubicado el Palacio de Congresos, dentro uno de los polígonos de Renfe? No tiene sentido, ¿verdad?
La prueba más reciente son las palabras expresadas ayer por el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Pedro Bustos, al decir con literalidad que advierte al alcalde de que la decisión de dónde se ubicará la estación está tomada y fue consensuada por las principales fuerzas políticas y los agentes sociales en la Mesa del Pacto por Cuenca, por lo que “los juegos de Pulido pueden poner en peligro la llega del AVE en los plazos previstos”.
En la reunión de la Mesa del Pacto por Cuenca del 12 de julio de 2002, que no era oficial ni competente, no figuraba en la convocatoria dentro del orden del día el tema de la ubicación de la estación del AVE. Se debatió a petición del entonces Alcalde, que ocultó la propuesta oficial del estudio informativo de ubicar la estación en los actuales terrenos ferroviarios. Y encima no existe acta aprobada de esa reunión, y nada más se supo de la Mesa de El Pacto por Cuenca, aquella fue la última vez que se juntó.
El entonces Alcalde de Cuenca, utilizando esta ambigüedad convocó a la Mesa del Pacto, con la finalidad de emitir un documento con la decisión unánime de situar la estación alejada por impedimentos técnicos. Como se sabe disponía de dos informes contradictorios y del Estudio Informativo del Ministerio de Fomento. Este último, que recogía la opción del Estado para la Estación Central Intermodal, ni lo mencionó, pero sí dijo que la Estación en el Centro mantendría la barrera urbanística de las vías y por tanto la ciudad dividida.
Sin embargo Cenzano ocultó en aquella reunión, además del anterior, el documento oficial del ingeniero D. Vicente Belinchón, que complementa el estudio informativo, con la viabilidad para soterrar las vías con una inversión de 8.000 millones de pesetas asumibles por las Instituciones más las plusvalías. En cambio, y aquí está la parte más delicada en cuanto a su presunta ilegalidad, el único informe que mostró a los componentes de la Mesa fue el firmado por D. Gonzalo Igualada que era favorable a sus intereses, pero basado en datos falsos, como situar la Estación actual a diferente altura de su cota real, lo que motivaría así la construcción de túneles kilométricos, con costes multimillonarios.
Gonzalo Igualada además de ser Ingeniero Municipal y responsable de la Sección Técnica de planeamiento urbanístico, es propietario de la empresa constructora DALPA, que está asociada con otras cuatro a DAVECON, y que tiene anuciada una promoción de cientos de viviendas en el entorno del paraje de La Estrella, donde pretenden situar el Apeadero.
¿Por qué no se toma un acuerdo dentro de una institución perteneciente al ámbito oficial, como sería el Pleno Municipal o la propia Comisión de Seguimiento?, pues tal vez para evitar introducir ese controvertido informe de Igualada dentro del ámbito de lo público, que podría haber llevado a Cenzano de esa forma, entre otros, a una situación legalmente comprometida.
De esta forma, un organismo consultivo, no oficial y no vinculante, formado por parte de representantes de algunas entidades y organizaciones de diferentes ámbitos de la sociedad civil, se convertía en cómplice, con una decisión sesgada y basada en el ocultamiento de documentos decisivos que hubieran cambiado el acuerdo final, que evidentemente no era ni oficial ni vinculante.
De hecho, la falta de oficialidad y por tanto de competencias en el asunto de esa coordinadora que llamaron “Mesa del Pacto por Cuenca”, llevó a Cenzano, Cordente, y el resto de defensores del Apeadero de La Estrella, a 6,3 km del núcleo urbano de Cuenca, a mentir una y otra vez sobre un presunto acuerdo tomado en la única entidad competente, que era la Constituida oficialmente Comisión para la Ubicación de la Estación del AVE de Cuenca.
Ante la primera visita del Secretario de Estado de Infraestructuras (21/3/2001), se celebró la noche anterior una reunión informal en el Ayuntamiento para ratificar la postura contraria a la opción del Ministerio y mantener la petición de situar la estación en La Estrella. Con esta postura se renunciaba a los 18.910 millones de pesetas que daba el Ministerio, y se garantizaba el proceso para la firma del convenio con RENFE por el cual se liberaba para uso residencial los terrenos de RENFE.
El punto 2 del Acuerdo de Murcia (8/1/2001) en el que se decide el trazado del AVE por Cuenca, establece “.. que la localización de las estaciones del Tren de Alta Velocidad en Toledo, Cuenca, Albacete, Alicante, ... se fijará de común acuerdo entre el Ministerio de Fomento, las Comunidades Autónomas y los respectivos Ayuntamientos.
Para validar lo acordado, se constituye la Comisión de seguimiento para la ubicación de la estación del AVE de Cuenca. En la primera reunión que se celebra por parte de la Comisión, todas las partes presentan sus alternativas. El Ministerio de Fomento se mantiene en su postura inicial para construir la estación intermodal en el centro de la ciudad, con el apoyo de la Dirección General de RENFE. El Ayuntamiento, la Diputación y la Junta de Comunidades plantean la opción contraria y por tanto no se llega a ningún acuerdo definitivo. Pero sin embargo, Martínez Cenzano anuncia ante los medios que se había llegado aquel día al acuerdo definitivo para ubicar la Estación del AVE en la Estrella por razonamientos de imposibilidad técnica para situarla dentro de la ciudad; está claro que era una burda mentira.
Otra prueba más de la falta de competencias de la Mesa del Pacto por Cuenca, y por tanto de la necesidad de establecer una apariencia de oficialidad a lo tratado en aquella coordinadora, fue la rueda de prensa conjunta que ofrecieron los entonces alcalde y portavoz del Grupo Popular, Cenzano y Cordente, en la que convocaron a todos los medios de información para comunicar el acuerdo sobre la ubicación en una reunión de la Comisión de Seguimiento en febrero de 2004.
El 9 de febrero de 2004, Cenzano y Cordente dieron una rueda de prensa conjunta en la que anunciaron un supuesto acuerdo al que se llegó según ellos en una presunta reunión de la Comisión de seguimiento para la ubicación de la estación celebrada tres días antes, el 6 de febrero de 2004, consistente en situar la estación en La Estrella; y no en 2002 como dijo Magdalena Álvarez. No hubiera hecho falta volver a acordar lo ya acordado dos años antes según la fecha señalada por la ministra; y mucho menos inventarse aquella reunión, porque no existió según los certificados que obran en nuestro poder de la propia Secretaría de Estado de Fomento, y de la Secretaría del Ayuntamiento de Cuenca, en los que se dice que en esa fecha no consta reunión alguna de la Comisión de Seguimiento para la Ubicación de la Estación de Cuenca.
Independientes por Cuenca había anunciado, tanto a la opinión pública, como en el propio pleno municipal, el cambio producido tras las elecciones de mayo de 2003 y, por tanto que su grupo institucional debía reglamentariamente formar parte de esa comisión. Lo que se puso en conocimiento tanto de la Alcaldía como de la Secretaría de Estado y, de no ser así impugnaría los acuerdos que se tomaran en esa comisión con posterioridad. Sin embargo IxC solicitó la convocatoria oficial y las actas de la reunión referida en la rueda de prensa, recibiendo contestación certificada tanto de la Secretaría General del Ayuntamiento como de Fomento en la que se indica que en ambas Instituciones no existe constancia de reunión oficial alguna, y por ese motivo tampoco existen actas de acuerdos. Esa reunión se la inventaron en lo que se tornó como un engaño masivo a toda la población de Cuenca, con la pretensión de dar por hecho lo inexistente, y motivar que las fuerzas contrarias desistieran en su empeño de ubicar la estación en el centro de la ciudad.
¿Por qué no se atreven a firmar un protocolo como el de Talavera, Valencia, Almansa, etc? Parece que es obvio, primero porque lo que quiere la inmensa mayoría de los ciudadanos es que se ubique la Estación dentro y es posible; además porque el soterramiento de las vías es factible económicamente, como lo demuestra el informe oficial del Ayuntamiento que escondió Cenzano; y, sin embargo, la opción del Apeadero de la Estrella beneficia solamente a algunos especuladores inmobiliarios. Y en segundo lugar, porque basar una decisión injusta protocolizada por convenio en la imposibilidad técnica que pretendía demostrar un informe con datos falsos, contraviniendo el deseo de la inmensa mayoría de la sociedad conquense, es, como mínimo, algo legalmente muy comprometido. Por eso, la solución que queda será el referéndum.
Todo lo dicho por las autoridades locales era falso. No existe ningún acuerdo firmado en el momento actual sobre la ubicación de la Estación del AVE; y ese es un paso administrativo indispensable para la validez definitiva de lo que se haga al respecto. Por ello, dado que las competencias le vienen delegadas al Ayuntamiento por el pto. 3 del Acuerdo de Murcia de 8 de enero de 2001, el Alcalde está en su legítimo derecho de someter a Pleno para su aprobación el acuerdo sobre una consulta pública en este sentido; y es lo que debe hacer si se respetan los acuerdos con iXC que han motivado que en tan sólo 2 meses, los de las vacaciones de verano, 5000 conquenses hayan plasmado sus firmas para solicitarlo.
Son muchas las pruebas de que la ministra de Fomento también mintió en su visita a Naharros el pasado 19 de junio, cuando dijo que "la estación estará en el mismo sitio donde se acordó en 2002 por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, por el Ayuntamiento de Cuenca y por el Ministerio de Fomento", y lo dicho por Cenzano en marzo de 2006, es decir, 4 años después del inexistente acuerdo al que se refirió la ministra, es solamente una prueba más.
"Por el momento no sabemos nada. ADIF todavía no ha aprobado el convenio. Sabemos que ha habido una especie de reestructuración...El Palacio de Congresos iría en uno de los suelos del polígono de RENFE y que estará cerca de la Estación que se construirá en las inmediaciones de la Ronda Suroeste entre las Quinientas y Villa Luz, cerca del Palacio de Congresos"; éstas palabras las pronunció el anterior alcalde, Martínez Cenzano, a finales de marzo de 2006. Si hubiera habido un acuerdo oficial en 2002, que sabemos que no, ¿cómo iba a decir Cenzano que se construiría la Estación en las inmediaciones de la Ronda Suroeste entre las Quinientas y Villa Luz, próxima al lugar donde iría ubicado el Palacio de Congresos, dentro uno de los polígonos de Renfe? No tiene sentido, ¿verdad?
La prueba más reciente son las palabras expresadas ayer por el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Pedro Bustos, al decir con literalidad que advierte al alcalde de que la decisión de dónde se ubicará la estación está tomada y fue consensuada por las principales fuerzas políticas y los agentes sociales en la Mesa del Pacto por Cuenca, por lo que “los juegos de Pulido pueden poner en peligro la llega del AVE en los plazos previstos”.
En la reunión de la Mesa del Pacto por Cuenca del 12 de julio de 2002, que no era oficial ni competente, no figuraba en la convocatoria dentro del orden del día el tema de la ubicación de la estación del AVE. Se debatió a petición del entonces Alcalde, que ocultó la propuesta oficial del estudio informativo de ubicar la estación en los actuales terrenos ferroviarios. Y encima no existe acta aprobada de esa reunión, y nada más se supo de la Mesa de El Pacto por Cuenca, aquella fue la última vez que se juntó.
El entonces Alcalde de Cuenca, utilizando esta ambigüedad convocó a la Mesa del Pacto, con la finalidad de emitir un documento con la decisión unánime de situar la estación alejada por impedimentos técnicos. Como se sabe disponía de dos informes contradictorios y del Estudio Informativo del Ministerio de Fomento. Este último, que recogía la opción del Estado para la Estación Central Intermodal, ni lo mencionó, pero sí dijo que la Estación en el Centro mantendría la barrera urbanística de las vías y por tanto la ciudad dividida.
Sin embargo Cenzano ocultó en aquella reunión, además del anterior, el documento oficial del ingeniero D. Vicente Belinchón, que complementa el estudio informativo, con la viabilidad para soterrar las vías con una inversión de 8.000 millones de pesetas asumibles por las Instituciones más las plusvalías. En cambio, y aquí está la parte más delicada en cuanto a su presunta ilegalidad, el único informe que mostró a los componentes de la Mesa fue el firmado por D. Gonzalo Igualada que era favorable a sus intereses, pero basado en datos falsos, como situar la Estación actual a diferente altura de su cota real, lo que motivaría así la construcción de túneles kilométricos, con costes multimillonarios.
Gonzalo Igualada además de ser Ingeniero Municipal y responsable de la Sección Técnica de planeamiento urbanístico, es propietario de la empresa constructora DALPA, que está asociada con otras cuatro a DAVECON, y que tiene anuciada una promoción de cientos de viviendas en el entorno del paraje de La Estrella, donde pretenden situar el Apeadero.
¿Por qué no se toma un acuerdo dentro de una institución perteneciente al ámbito oficial, como sería el Pleno Municipal o la propia Comisión de Seguimiento?, pues tal vez para evitar introducir ese controvertido informe de Igualada dentro del ámbito de lo público, que podría haber llevado a Cenzano de esa forma, entre otros, a una situación legalmente comprometida.
De esta forma, un organismo consultivo, no oficial y no vinculante, formado por parte de representantes de algunas entidades y organizaciones de diferentes ámbitos de la sociedad civil, se convertía en cómplice, con una decisión sesgada y basada en el ocultamiento de documentos decisivos que hubieran cambiado el acuerdo final, que evidentemente no era ni oficial ni vinculante.
De hecho, la falta de oficialidad y por tanto de competencias en el asunto de esa coordinadora que llamaron “Mesa del Pacto por Cuenca”, llevó a Cenzano, Cordente, y el resto de defensores del Apeadero de La Estrella, a 6,3 km del núcleo urbano de Cuenca, a mentir una y otra vez sobre un presunto acuerdo tomado en la única entidad competente, que era la Constituida oficialmente Comisión para la Ubicación de la Estación del AVE de Cuenca.
Ante la primera visita del Secretario de Estado de Infraestructuras (21/3/2001), se celebró la noche anterior una reunión informal en el Ayuntamiento para ratificar la postura contraria a la opción del Ministerio y mantener la petición de situar la estación en La Estrella. Con esta postura se renunciaba a los 18.910 millones de pesetas que daba el Ministerio, y se garantizaba el proceso para la firma del convenio con RENFE por el cual se liberaba para uso residencial los terrenos de RENFE.
El punto 2 del Acuerdo de Murcia (8/1/2001) en el que se decide el trazado del AVE por Cuenca, establece “.. que la localización de las estaciones del Tren de Alta Velocidad en Toledo, Cuenca, Albacete, Alicante, ... se fijará de común acuerdo entre el Ministerio de Fomento, las Comunidades Autónomas y los respectivos Ayuntamientos.
Para validar lo acordado, se constituye la Comisión de seguimiento para la ubicación de la estación del AVE de Cuenca. En la primera reunión que se celebra por parte de la Comisión, todas las partes presentan sus alternativas. El Ministerio de Fomento se mantiene en su postura inicial para construir la estación intermodal en el centro de la ciudad, con el apoyo de la Dirección General de RENFE. El Ayuntamiento, la Diputación y la Junta de Comunidades plantean la opción contraria y por tanto no se llega a ningún acuerdo definitivo. Pero sin embargo, Martínez Cenzano anuncia ante los medios que se había llegado aquel día al acuerdo definitivo para ubicar la Estación del AVE en la Estrella por razonamientos de imposibilidad técnica para situarla dentro de la ciudad; está claro que era una burda mentira.
Otra prueba más de la falta de competencias de la Mesa del Pacto por Cuenca, y por tanto de la necesidad de establecer una apariencia de oficialidad a lo tratado en aquella coordinadora, fue la rueda de prensa conjunta que ofrecieron los entonces alcalde y portavoz del Grupo Popular, Cenzano y Cordente, en la que convocaron a todos los medios de información para comunicar el acuerdo sobre la ubicación en una reunión de la Comisión de Seguimiento en febrero de 2004.
El 9 de febrero de 2004, Cenzano y Cordente dieron una rueda de prensa conjunta en la que anunciaron un supuesto acuerdo al que se llegó según ellos en una presunta reunión de la Comisión de seguimiento para la ubicación de la estación celebrada tres días antes, el 6 de febrero de 2004, consistente en situar la estación en La Estrella; y no en 2002 como dijo Magdalena Álvarez. No hubiera hecho falta volver a acordar lo ya acordado dos años antes según la fecha señalada por la ministra; y mucho menos inventarse aquella reunión, porque no existió según los certificados que obran en nuestro poder de la propia Secretaría de Estado de Fomento, y de la Secretaría del Ayuntamiento de Cuenca, en los que se dice que en esa fecha no consta reunión alguna de la Comisión de Seguimiento para la Ubicación de la Estación de Cuenca.
Independientes por Cuenca había anunciado, tanto a la opinión pública, como en el propio pleno municipal, el cambio producido tras las elecciones de mayo de 2003 y, por tanto que su grupo institucional debía reglamentariamente formar parte de esa comisión. Lo que se puso en conocimiento tanto de la Alcaldía como de la Secretaría de Estado y, de no ser así impugnaría los acuerdos que se tomaran en esa comisión con posterioridad. Sin embargo IxC solicitó la convocatoria oficial y las actas de la reunión referida en la rueda de prensa, recibiendo contestación certificada tanto de la Secretaría General del Ayuntamiento como de Fomento en la que se indica que en ambas Instituciones no existe constancia de reunión oficial alguna, y por ese motivo tampoco existen actas de acuerdos. Esa reunión se la inventaron en lo que se tornó como un engaño masivo a toda la población de Cuenca, con la pretensión de dar por hecho lo inexistente, y motivar que las fuerzas contrarias desistieran en su empeño de ubicar la estación en el centro de la ciudad.
¿Por qué no se atreven a firmar un protocolo como el de Talavera, Valencia, Almansa, etc? Parece que es obvio, primero porque lo que quiere la inmensa mayoría de los ciudadanos es que se ubique la Estación dentro y es posible; además porque el soterramiento de las vías es factible económicamente, como lo demuestra el informe oficial del Ayuntamiento que escondió Cenzano; y, sin embargo, la opción del Apeadero de la Estrella beneficia solamente a algunos especuladores inmobiliarios. Y en segundo lugar, porque basar una decisión injusta protocolizada por convenio en la imposibilidad técnica que pretendía demostrar un informe con datos falsos, contraviniendo el deseo de la inmensa mayoría de la sociedad conquense, es, como mínimo, algo legalmente muy comprometido. Por eso, la solución que queda será el referéndum.
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