El Tiempo en Cuenca

lunes, 1 de septiembre de 2008

En lugar de unos políticos ansiosos para que los próximos presupuestos incluyan las obras de los proyectos; aquí mucho ocio vacacional y festivaleo


Nos parece que se está perdiendo un tiempo precioso, sí, en los meses de verano también, con tanto protocolo festivo y vacacioneo; en lugar de unos políticos ansiosos para que en los próximos presupuestos se acometan de verdad las obras de los proyectos que se eternizan en Cuenca, y las promesas añejas que ni siquiera se empiezan nunca a cumplir, aquí predomina entre ellos el ocio y el festivaleo.

No es que queramos negarle a nadie el disfrute de unas vacaciones, ni la asistencia a algunos actos de las fiestas, faltaría más; pero deberían estar más pendientes de lo importante, que es negociar con las administraciones del Estado y de la Junta de Comunidades en el periodo de elaboración de los Presupuestos porque, además de ser los que regirán las inversiones en 2009, y establecen las líneas maestras en cuanto al ritmo de ejecución de los proyectos, en ellos se reflejan las partidas que se irán destinando en las siguientes anualidades; pero los dirigentes de aquí, lo único que negocian es con la agencia de viajes el mejor lugar para pasar las vacaciones, y cuando vuelven, la butaca del pregón, a cuántos se llevan de gorra a los toros; o quién entrega la medalla y las flores a los ganadores de los trofeos.

Mientras; otros alcaldes, delegados de la junta y del gobierno, diputados, senadores, concejales; en lugar de tanto descanso, ocio y festejeo, se dedican a ir de despacho en despacho, incluso a veces "dando la lata", ¿por qué no?, para asegurarse el beneficio de sus provincias, sus pueblos y ciudades por la única vía posible, que es la presupuestaria.

Y lo mismo ocurrió el año pasado y el anterior, y el anterior del anterior; y así nos fue. Un alcalde de capital o de ciudad importante, y evidentemente por nuestra situación el de Cuenca aún más, debe estar pendiente de corregir para el próximo curso económico, que para el año 2011, los PGE de este 2008 todavía contemplen una partida presupuestaria de más de 40 millones de euros para la ejecución de la Autovía de Tarancón; o, que para la de Teruel haya unos míseros 500 mil euros, como el año anterior y el anterior, desde los 40 millones de 2004 que, con la entrada de Zapatero en el Gobierno, se disiparon. O que el proyecto esté totalmente parado en un cajón del Ministerio de Medio Ambiente desde el día 3 de abril del año 2003, y que los dirigentes del Psoe nos vuelvan a poner la disculpa de las enormes dificultades medioambientales; como si se tratara de cruzar "El Cañón del Colorado", a través de frondosos bosques entre inmensas colinas.

Hay que ir a los despachos a expresar su malestar, por el vigésimo cuarto incumplimiento de la realización del Palacio de Exposiciones y Congresos de la Ciudad de Cuenca, que prometió Bono en su primera campaña electoral del año 83, y que aún no cuenta ni con un proyecto sobre el plano; por mucha comedieta que se marcaran cuando finalizaba la anterior legislatura con presencia incluida de un Consejero, para firmar un convenio de litaratura más enrevesada que un auto judicial. Nos dijeron que se trataba de un estudio de dimensionamiento para garantizar la viabilidad -me imagino que el expresionismo abstracto de la frase, se correspondía con la intención de reflejar una realidad inexistente-. Ahora parece ser que el problema viene dado por la ubicación; que si el Terminillo porque, claro, como decían últimamente que se iba a poner en los terrenos de Renfe, y la nueva corporación pretende renegociar el contrato del Ayuntamiento con Adif, pues entonces nada, aunque lo lleven prometiendo, cada vez que se acercan las elecciones, desde hace veinticuatro años.

Hay que insistir, de forma machacona si es necesario, a todos los responsables de que haya dinero en condiciones para empezar en serio el Nuevo Hospital; que no se va a tragar con unos cuantos eurillos acompañados de literatura de la mala y verborrea.de la peor. Y lo mismo para el Ferrocarril Convencional y de Mercancías; o tantas cosas más.

Un buen alcalde, y el resto de dirigentes de un lado o del otro; antes que ir un día tras otro a los toros de gorra con unos y con otros; antes, incluso de las vacaciones, de un protocolo, y otro y otro, de exhibirse hasta estomagarse con las flores de los trofeos, de que esté más centrado o menos escorado su butacón de la primera fila del acto del pregón; de la merendola de gala y el vino de honor por “nosecuántas” cosas; debe procurar solucionarle al pueblo lo que de verdad interesa; las inversiones que luego traen la riqueza y el empleo.

Y ahora que viene la vaquilla...; pues ni julio, porque ya era verano y había que preparar y empezar las vacaciones, ni agosto, porque siguen las vacaciones y se celebran las ferias, ni septiembre, porque ésta sí que es nuestra fiesta tradicional y hay que organizarla y vivirla, faltaría más.

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