LA OPINIÓN.- Pulido es ahora el mayor enemigo de la línea de Ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia; es más, parece como si se le hubiera automatizado para ello; cada vez que surge la palabra oportuna, se le activa en su mente la cinta con la misma frase: “hay-que-desmantelar-la-Estación”.
Recordemos que hace unos meses, Pulido se reunió con el director de Patrimonio de Adif –Gestor de Infraestructura Ferroviarias-, para analizar el convenio suscrito en la anterior legislatura, que como ya sabemos, afecta a más de diecisiete hectáreas de los terrenos que conocemos como los de Renfe. En concreto, le planteó algunos retoques al mismo, que supondrían sacar las vías fuera de la ciudad.
“El Ayuntamiento de Cuenca pedirá al Ministerio que estudie sacar las vías del ferrocarril del centro de la ciudad”, el alcalde señaló, tras aquella reunión, que el director de Patrimonio no había puesto trabas a la posible modificación del convenio -cómo las iba a poner, más negocio para el Adif-, aunque recordó que es Fomento quien decide si se sacan las vías o no. Francisco Javier Pulido dijo que estas 17 hectáreas son necesarias para el nuevo modelo de ciudad que defiende el Partido Popular, de ahí la importancia sacar las vías de este lugar. El alcalde se mostró satisfecho después de la reunión y anunció que continuarán los contactos con el Ministerio de Fomento para trasladarles la intención del Ayuntamiento. Y eso mismo es lo que ha hecho esta mañana reuniéndose con Morlán.
El anterior alcalde, José Manuel Martínez Cenzano, firmó en julio del 2006, después de varios años de negociaciones, un convenio con el Adif para el desarrollo de los terrenos de Renfe. Un convenio especulador, fruto del cual el Adif ingresaría en sus arcas más de 30 millones de euros, que no repercutirían en inversiones para Cuenca. El plan de Cenzano contemplaba la construcción de más de mil viviendas y un Palacio de Congresos, en este espacio que ocupa unas 14 hectáreas en una zona céntrica, pero el Pp quiere replantear ese convenio para construir un gran bulevar que sirva como área de esparcimiento. Pero si ese bulevar se puede hacer con las vías soterradas; ¿o no?.
En lugar de dirigirse a la Administración del Estado para exigir que se restauren las vías, y se modernice el servicio de trenes para adaptarlo a las necesidades de Cuenca; empezando por recuperar los más de 200 millones de euros que contemplaban los Presupuestos Generales del Estado; este Alcalde, de ser así, estaría optando por intentar poner la traba definitiva, para que ni siquiera en un futuro lejano nuestra ciudad pueda disponer de una Estación Intermodal dentro de Cuenca, que ofrezca un servicio cómodo y accesible. Se trata de impedir de cualquier manera, si ahora se salen con la suya y nos instalan el Apeadero en el quinto pino, que más tarde se replanteara la cuestión y se dispusiera del corredor y el espacio para rectificar ese gravísimo error; y debemos señalar que el pasado 15 de mayo acordamos con él mismo, que si el resultado del Referéndum es la Estación dentro, el Apeadero, como es lógico, sea algo provisional; y que además en otra reunión posterior, el 15 de julio, se analizaron algunos pormenores de la Consulta popular.
¿Acaso piensa Pulido que el resultado del Referéndum será que los conquenses quieren un apeadero en el quinto pino? Con esta forma de actuar, en este momento, no sabemos qué pensar; pues si se respetan los acuerdos, la reunión de esta mañana debería haber ido en otro sentido, y si no es así, una vez más se demuestra que los dirigentes de Cuenca, empezando por el Alcalde, defienden el interés particular de algunos en contra de los miles de conquenses que han mostrado su opinión solicitando un referéndum y firmando más de diez mil alegaciones a favor de una Estación Intermodal dentro de la ciudad; y este alcalde, de ser así, además de tomarnos el pelo, seguramente, como Ferreros, sin sacar ningún proyecto importante adelante y perdiendo el control absoluto de todo, como con el Nuevo Hospital, el Palacio de Congresos, la capitalidad cultural, etc, llegará a poco más de un suspiro en el sillón de la acaldía.
Recordemos que hace unos meses, Pulido se reunió con el director de Patrimonio de Adif –Gestor de Infraestructura Ferroviarias-, para analizar el convenio suscrito en la anterior legislatura, que como ya sabemos, afecta a más de diecisiete hectáreas de los terrenos que conocemos como los de Renfe. En concreto, le planteó algunos retoques al mismo, que supondrían sacar las vías fuera de la ciudad.
“El Ayuntamiento de Cuenca pedirá al Ministerio que estudie sacar las vías del ferrocarril del centro de la ciudad”, el alcalde señaló, tras aquella reunión, que el director de Patrimonio no había puesto trabas a la posible modificación del convenio -cómo las iba a poner, más negocio para el Adif-, aunque recordó que es Fomento quien decide si se sacan las vías o no. Francisco Javier Pulido dijo que estas 17 hectáreas son necesarias para el nuevo modelo de ciudad que defiende el Partido Popular, de ahí la importancia sacar las vías de este lugar. El alcalde se mostró satisfecho después de la reunión y anunció que continuarán los contactos con el Ministerio de Fomento para trasladarles la intención del Ayuntamiento. Y eso mismo es lo que ha hecho esta mañana reuniéndose con Morlán.
El anterior alcalde, José Manuel Martínez Cenzano, firmó en julio del 2006, después de varios años de negociaciones, un convenio con el Adif para el desarrollo de los terrenos de Renfe. Un convenio especulador, fruto del cual el Adif ingresaría en sus arcas más de 30 millones de euros, que no repercutirían en inversiones para Cuenca. El plan de Cenzano contemplaba la construcción de más de mil viviendas y un Palacio de Congresos, en este espacio que ocupa unas 14 hectáreas en una zona céntrica, pero el Pp quiere replantear ese convenio para construir un gran bulevar que sirva como área de esparcimiento. Pero si ese bulevar se puede hacer con las vías soterradas; ¿o no?.
En lugar de dirigirse a la Administración del Estado para exigir que se restauren las vías, y se modernice el servicio de trenes para adaptarlo a las necesidades de Cuenca; empezando por recuperar los más de 200 millones de euros que contemplaban los Presupuestos Generales del Estado; este Alcalde, de ser así, estaría optando por intentar poner la traba definitiva, para que ni siquiera en un futuro lejano nuestra ciudad pueda disponer de una Estación Intermodal dentro de Cuenca, que ofrezca un servicio cómodo y accesible. Se trata de impedir de cualquier manera, si ahora se salen con la suya y nos instalan el Apeadero en el quinto pino, que más tarde se replanteara la cuestión y se dispusiera del corredor y el espacio para rectificar ese gravísimo error; y debemos señalar que el pasado 15 de mayo acordamos con él mismo, que si el resultado del Referéndum es la Estación dentro, el Apeadero, como es lógico, sea algo provisional; y que además en otra reunión posterior, el 15 de julio, se analizaron algunos pormenores de la Consulta popular.
¿Acaso piensa Pulido que el resultado del Referéndum será que los conquenses quieren un apeadero en el quinto pino? Con esta forma de actuar, en este momento, no sabemos qué pensar; pues si se respetan los acuerdos, la reunión de esta mañana debería haber ido en otro sentido, y si no es así, una vez más se demuestra que los dirigentes de Cuenca, empezando por el Alcalde, defienden el interés particular de algunos en contra de los miles de conquenses que han mostrado su opinión solicitando un referéndum y firmando más de diez mil alegaciones a favor de una Estación Intermodal dentro de la ciudad; y este alcalde, de ser así, además de tomarnos el pelo, seguramente, como Ferreros, sin sacar ningún proyecto importante adelante y perdiendo el control absoluto de todo, como con el Nuevo Hospital, el Palacio de Congresos, la capitalidad cultural, etc, llegará a poco más de un suspiro en el sillón de la acaldía.
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