LA OPINIÓN.- No tiene razón el concejal de Cultura, Emilio Catalá, al decir que el Gobierno regional se ha desinteresado por la candidatura de Cuenca a la Capitalidad Cultural Europea en 2016 porque el Ayuntamiento conquense está gobernado por el PP, ya que eso sería reconocer que bajo el mandato de Cenzano, alcalde socialista, Cuenca era receptora de inversiones multimillonarias por parte de la Junta, lo que no es cierto.
La marginación de Cuenca no es una cuestión de siglas, y éste es el error fundamental de la política que ejerce Catalá para sacar adelante el proyecto que requiere la nominación; sino que es algo que se ha demostrado desde que comenzó la andadura de este invento autonómico, y que trasciende y es indiferente del partido que gobierna las diferentes instituciones y que se adentra en el terreno de la identidad y del reparto de la riqueza autonómica. De ahí, la impotancia de seguir adelante con lo acordado con Independientes por Cuenca para que nuestra ciudad sea declarada Capital Permanente de la Cultura de Castilla la Macha.
Pero para que la estrategia establecida sea posible, es necesaria la participación activa de los conquenses, ya que es la forma de que el propio Barreda asuma su parte de responsabilidad en el proyecto que él mismo presentó a un par de meses de Elecciones, y no le resultará nada fácil negarse; y para ello, se necesita que la implicación de los conquenses sea creíble y efectiva en otras cuestiones de trascendencia para las que también se les ha pedido una actitud activa por el mismo sistema.
La declaración de Cuenca como Capital Permanente de la Cultura de Castilla la Mancha, es un trampolín importantísimo para aspirar con seriedad a la nominación de Cuenca 2016, y un instrumento básico para que en nuestra ciudad definitivamente se implante una industria cultural que empuje a la salida de su letargo, y se cumplan y consoliden los eternos y cacareados proyectos. Pero eso pasa por promover una iniciativa popular legislativa, para que las Cortes Autonómicas lo aprueben por ley; y eso Emilio Catalá lo sabe desde hace meses, pero no hace nada.
Como sabe que la iniciativa legislativa irá acompañada de un proyecto ambicioso, con un programa de actuaciones, para lo cual se presentará una memoria económica. Es necesario la construcción de un serie de equipamientos como la clave de una política cultural, que convierta la cultura en un motor auténtico de desarrollo. No valen unos cuantos conciertos, y alguna pincelada para que parezca que se hace algo, como lo del Centro Polivalente de Arte en los locales que usaban antes los bomberos, que es una idea buena, pero de las de andar por casa a que nos tenía acostumbrados Cenzano, que no nos llevaría muy allá en la pugna por la Capitalidad, y que ahora retoma el nuevo Equipo de Gobierno Municipal.
Por el momento, las medidas que deben acompañar estas inversiones, desmienten el presunto interés de la Junta por la ciudad cultural, y la falta de iniciativa del Ayuntamiento; toda vez que no existen previsiones ni de personal, ni de dotación de material, ni presupuestarios, ni de una programación ambiciosa de actividades; y lo más grave y que hace menos creíble lo anunciado por Barreda, un Plan Global suficientemente concretado, de ciudad global cultural, que sirva de hilo conductor de todas las actuaciones por parte de instituciones públicas y privadas, que nos lleven al objetivo marcado.
Y todo eso se puede conseguir con la declaración por ley de Cuenca como Ciudad Cultural permanente de Castilla la Mancha; y la aprobación de las iniciativas en forma de proyectos e inversiones que deben ir emparejadas a la propia ley.
No es de recibo que la codición que pone el Gobierno manchego para poner dinero, sea que el Ayuntamiento afronte una parte, el 50%, que es imposible que la asuma, porque supera con creces su capacidad inversora. Las inversiones en programas culturales hasta ahora son mínimas; y la actuación del Gobierno de Barreda, en este momento, no nos hace ver el interés verdadero por que Cuenca se defienda en condiciones de igualdad para esa candidatura. Un ejemplo lo tenemos, en la decisión de la Consejería de Cultura de ubicar la Filmoteca Regional en la ciudad de Albacete; y otro, en la negativa a la moción de Independientes por Cuenca para que se cree en nuestra Ciudad, el Centro Regional de Arte Contemporáneo.
Para crear una zona cultural en la ciudad moderna como foco de atracción turística y cultural, donde se ubique el Museo Etnológico de Cuenca, Museo de la Historia y el Centro Regional de Arte Contemporáneo.
La Universidad es el motor de la cultura, por ello, es muy importante la implantación del Conservatorio Superior de Música de Castilla la Mancha y la ampliación de Estudios Universitarios dentro del Ámbito Científico-Tecnológico; además de los aprobados en la última ampliación, que son los de Periodismo y Turismo.
Para que Cuenca opte con garantías a la capitalidad, no puede continuar con el aislamiento en el que sigue; por ello se debe instar a la urgencia para que se hagan definitivamente las infraestructuras de comunicación prometidas.
Se han presentado los Proyectos de Ley de Presupuestos del Estado y de la Junta, y volvemos a lo mismo de siempre; pero desde Cuenca, diputados, senadores, Alcalde, concejales, delegados, etc, han vuelto a hacer poco o casi nada.
Es lógico que una ciudad que ostente la capitalidad de la Cultura Europea, debe contar con los recursos necesarios para albergar grandes exposiciones y reuniones y congresos de carácter internacional, por lo que prima las construcción del Palacio de Congresos y Exposiciones.
La declaración por ley de Cuenca como Capital Permanente de la Cultura de Castilla la Mancha, será un aval de mucho peso, que sin duda lo tendrá muy en cuenta el Comité de Selección que debe evaluar las solicitudes de las ciudades que participen en la convocatoria, como muy tarde antes de que finalice el año 2010, para elaborar la lista de las ciudades candidatas; que será aprobada después por la autoridad del Estado.
Es cierto lo que dice el concejal de Cultura respecto de que la candidatura de Cuenca nació como un proyecto regional; pero se equivoca en su siguiente afirmación, no sabemos bien si para desviar las balas y no asumir sus responsabilidades, al centrarse en el eterno discurso facilón y manifestar que la Junta pierde su interés porque el Ayuntamiento de Cuenca está gobernado por el Partido Popular.
Sin embargo, se contradice con su primera tesis en la declaración de después al declarar algo en lo que tiene toda la razón; “la Junta no quiere invertir ni un euro en Cuenca”, “como ejemplo el Palacio de Congresos, del que no se sabe nada desde el mes de Abril…!, “estamos hartos de mentiras, engaños y promesas incumplidas y de venir cada cuatro años a decir que van a construir un Palacio de Congresos”. Es decir, que él mismo reconoce de esta manera que no es porque sea el PP quien gobierne ahora el Consistorio, que ya pasaba con Cenzano.
Por eso es necesario que el Alcalde y su Grupo Municipal, lleven a efecto una estrategia política valiente, que seguramente requiere romper determinados moldes del pasado; y, por supuesto, viejos compromisos con algunos individuos egoístas e insolidarios con los ciudadanos, y se alíe con la mayoría de los conquenses para sacar adelante los grandes proyectos con una mentalidad abierta a la mayoría, original y creativa.
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