LA OPINIÓN.- Que 5 años, 6 meses y 2 días después de que el Ministerio de Medio Ambiente recibiera el Estudio Informativo de la Autovía Cuenca-Teruel, para su estudio de declaración de impacto ambiental, y lo arrincone en un cajón, el diputado nacional por la provincia de Cuenca, Luis Carlos Sauquillo, para exculpar al Gobierno por la falta de asignación presupuestaria –10 mil euros-, haga las declaraciones que hizo ayer, es como para pensar que a parte de faltarnos a todos al respeto, nos toma por poco menos que por tontos.
Siempre pasa igual, todos los años es lo mismo cuando llega el momento de rendir cuentas por los presupuestos; primero lanzan a los ecologistas para concienciarnos de que los impedimentos medioambientales son la causa de nuestros males; sacan a éstos para pasarnos por el capote y ponernos en el sitio; y luego sale el maestro de turno a rematarnos la faena a base de chicuelinas, pases de pecho y espadazo
¿Cómo se puede tener la desfachatez de decir, ahora, después de todo ese tiempo, que se está muy preocupado por la viabilidad de la declaración de impacto ambiental de la autovía Cuenca-Teruel, concretamente en el tramo que discurre por la provincia aragonesa? ¿Cómo se puede declarar a seis años y medio de aquel 3 de abril de 2003 que se registró el Proyecto en Medio Ambiente, que el Gobierno ha dejado abierta la partida para el Proyecto Constructivo con 10.000 euros, a la espera de hallar una solución para el Impacto Ambiental, que aún no se ha resuelto porque hasta el 10 de marzo de 2008 la Comunidad Valenciana no había enviado su estudio?
¿Es que no recuerda ya las palabras de su compañero de Partido, el ex-senador Luis Ayllón, cuando hizo lo propio el 2 de octubre del año pasado al presentar los PGE de 2008, y pretendió sorprendernos con unos míseros 500.000 euros para la redacción del proyecto? Pero esto mismo también lo intentó al presentar los Presupuestos para el 2005, que anunció una cantidad semejante para lo que entonces denominó la realización de los estudios informativos; y una suma parecida en los PGE de 2006 con idéntico objetivo, adelantando en aquella rueda de prensa del 1 de octubre de 2005, que las obras comenzarían en 2007; y, exactamente igual lo anunció para 2007 cifrando esta vez la realización del Proyecto en 475.000 euros, y el comienzo de los trabajos de ejecución ya para el año siguiente. Con algo de memoria, sobran los demás comentarios.
La Autovía de Teruel, no nos cansaremos de repetir que no se hará, ya que el Estado pierde su interés por la misma, desde que Bono anunciara en su último debate sobre el estado de la Autonomía, la construcción de la Autovía de la Alcarria, que supondrá el acaparamiento de esta última de una parte considerable de los flujos de tráfico que hubiera discurrido por la A-40 en el tramo comprendido entre Cuenca y Teruel.
De hecho, lleva retenido el proyecto en el Ministerio de Medio Ambiente desde el día 3 de abril de 2003; y ya en el ejercicio de 2005, desaparecían los más de 40 millones de euros que recogía la anualidad de 2004 para el inicio de la ejecución de las obras; y, desde entonces, cada anualidad se incluyen cantidades irrisorias, meramente testimoniales, que nunca se llegan a gastar; como para el año 2008, que contempla 500 mil miserables euros; o los 10 mil euros de 2009, a partir del cual, se dejará de incluir euro alguno.
En cuanto al resto de infraestructuras para Cuenca; ¿en qué se basa Sauquillo para afirmar, sin ningún documento que lo avale, que la Autovía de Tarancón se finalizará el próximo año 2009, o que el AVE entrará en funcionamiento en 2010, si el Proyecto de Ley de Presupuestos, como en los anteriores y anteriores, nos siguen hablando de 2011 para lo primero y 2012 para lo segundo?
Diga lo que diga el Sahuquillo, como lo hiciera antes Ayllón, las partidas presupuestarias, como indica su nombre, se fijan para las anualidades en que se acometen las obras, y no para reflejar el pago de facturas por obra hecha, como por ejemplo, el dinero reflejado en la anualidad de 2007 para la ejecución del tramo Horcajada-Carrascosa. Así, los PGE asignaban 42 millones, 271 euros para 2007; y para las siguientes anualidades contemplaban 15 millones, 500 mil euros en la de 2008; y 9 millones 109.620 euros para 2009, 15 millones en 2010 y 27 millones, 827 mil euros que se invertirán en 2011, para lo que falta de Autovía hasta Tarancón.
Ayllón el año pasado aseguraba que la autovía entre Cuenca y Tarancón estaría terminada en julio de 2009; pero al presentar los Presupuestos Generales del Estado para el año 2007, el 29 de septiembre de 2006, este mismo personaje, aquella vez junto a la Diputada Nacional por Cuenca, Angustias Alcázar, declaraba que la Autovía estaría en servicio hasta Tarancón en el año 2008. El 1 de octubre de 2005, Luis Ayllón presentaba los Presupuestos Generales del Estado; y por aquel entonces puso como fecha para el final de las obras de la A-40 entre Cuenca y Tarancón el año 2007.
Pero es más, el mismo día que independientes por Cuenca, en la Rueda de prensa ofrecida por José Luis Collada, el 17-10-06, adelantó que el AVE no llegaría hasta después del año 2012, apoyándonos en diversa documentación, como los propios PGE, los prepuestos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias –ADIF-, y los documentos que publica la Comunidad Europea, y más en concreto el llamado “Ten- T Priority Axes and Proyects 2005”, en el que se expresa con claridad, que si bien en el año 2004 el Estado de España había comunicado como fecha para su terminación la del año 2010, el Gobierno actual de España comunica una variación en esta fecha, y establece como nueva la del año 2020; ese mismo día que informábamos de todo esto a la opinión pública, Ayllón y Angustias Alcázar salían de nuevo ante la prensa para hacernos la réplica, diciendo exactamente lo mismo que aludía ayer con respecto a las facturas, y no tuvo ningún reparo en calificar a Independientes por Cuenca de electoralistas por lo que se había afirmado.. Sin embargo, el Senado aprobó una moción, presentada por el PP y respaldada por todos los grupos de la Cámara, a excepción del PSOE que votó en contra, por la que pedía al Gobierno que garantizase la conexión de Alta Velocidad entre Madrid y las capitales de provincia valencianas como muy tarde en 2010.
Esta moción transaccional a la original del PP, que aceptó las propuestas de los grupos de Entesa Catalana de Progrés (grupo que en el Senado aúna a PSC, ERC e ICV), CiU y PNV, pero no la del PSOE, contó con 139 votos a favor, con 91 en contra y con 13 abstenciones. En aquella sesión parlamentaria, Luis Ayllón votando en contra de que el AVE esté en pleno rendimiento en el año 2010, no fue la única ocasión en la que este exsenador vota lo contrario de lo que afirmaba en los medios de comunicación.
Y nada ha dicho Miguel Ángel Sauquillo del Ferrocarril Convencional, porque ya en la presentación de los Presupuestos del Estado para 2005 y 2006, se nos mintió diciendo que el Estado había encargado un estudio de viabilidad para la mejora y modernización que nunca se realizó; aunque como en el Proyecto de Ley de este año, tampoco contemplaban un solo euro.
El verano de 2007 el propio Sauquillo, siendo entonces delegado de la Junta en Cuenca, dijo ante los medios de comunicación que el Psoe trabaja en silencio por El Tren Convencional, y ahora sabemos bien a qué se refería, al silencio que reflejan cada año los Presupuestos Generales del Estado.
Siempre pasa igual, todos los años es lo mismo cuando llega el momento de rendir cuentas por los presupuestos; primero lanzan a los ecologistas para concienciarnos de que los impedimentos medioambientales son la causa de nuestros males; sacan a éstos para pasarnos por el capote y ponernos en el sitio; y luego sale el maestro de turno a rematarnos la faena a base de chicuelinas, pases de pecho y espadazo
¿Cómo se puede tener la desfachatez de decir, ahora, después de todo ese tiempo, que se está muy preocupado por la viabilidad de la declaración de impacto ambiental de la autovía Cuenca-Teruel, concretamente en el tramo que discurre por la provincia aragonesa? ¿Cómo se puede declarar a seis años y medio de aquel 3 de abril de 2003 que se registró el Proyecto en Medio Ambiente, que el Gobierno ha dejado abierta la partida para el Proyecto Constructivo con 10.000 euros, a la espera de hallar una solución para el Impacto Ambiental, que aún no se ha resuelto porque hasta el 10 de marzo de 2008 la Comunidad Valenciana no había enviado su estudio?
¿Es que no recuerda ya las palabras de su compañero de Partido, el ex-senador Luis Ayllón, cuando hizo lo propio el 2 de octubre del año pasado al presentar los PGE de 2008, y pretendió sorprendernos con unos míseros 500.000 euros para la redacción del proyecto? Pero esto mismo también lo intentó al presentar los Presupuestos para el 2005, que anunció una cantidad semejante para lo que entonces denominó la realización de los estudios informativos; y una suma parecida en los PGE de 2006 con idéntico objetivo, adelantando en aquella rueda de prensa del 1 de octubre de 2005, que las obras comenzarían en 2007; y, exactamente igual lo anunció para 2007 cifrando esta vez la realización del Proyecto en 475.000 euros, y el comienzo de los trabajos de ejecución ya para el año siguiente. Con algo de memoria, sobran los demás comentarios.
La Autovía de Teruel, no nos cansaremos de repetir que no se hará, ya que el Estado pierde su interés por la misma, desde que Bono anunciara en su último debate sobre el estado de la Autonomía, la construcción de la Autovía de la Alcarria, que supondrá el acaparamiento de esta última de una parte considerable de los flujos de tráfico que hubiera discurrido por la A-40 en el tramo comprendido entre Cuenca y Teruel.
De hecho, lleva retenido el proyecto en el Ministerio de Medio Ambiente desde el día 3 de abril de 2003; y ya en el ejercicio de 2005, desaparecían los más de 40 millones de euros que recogía la anualidad de 2004 para el inicio de la ejecución de las obras; y, desde entonces, cada anualidad se incluyen cantidades irrisorias, meramente testimoniales, que nunca se llegan a gastar; como para el año 2008, que contempla 500 mil miserables euros; o los 10 mil euros de 2009, a partir del cual, se dejará de incluir euro alguno.
En cuanto al resto de infraestructuras para Cuenca; ¿en qué se basa Sauquillo para afirmar, sin ningún documento que lo avale, que la Autovía de Tarancón se finalizará el próximo año 2009, o que el AVE entrará en funcionamiento en 2010, si el Proyecto de Ley de Presupuestos, como en los anteriores y anteriores, nos siguen hablando de 2011 para lo primero y 2012 para lo segundo?
Diga lo que diga el Sahuquillo, como lo hiciera antes Ayllón, las partidas presupuestarias, como indica su nombre, se fijan para las anualidades en que se acometen las obras, y no para reflejar el pago de facturas por obra hecha, como por ejemplo, el dinero reflejado en la anualidad de 2007 para la ejecución del tramo Horcajada-Carrascosa. Así, los PGE asignaban 42 millones, 271 euros para 2007; y para las siguientes anualidades contemplaban 15 millones, 500 mil euros en la de 2008; y 9 millones 109.620 euros para 2009, 15 millones en 2010 y 27 millones, 827 mil euros que se invertirán en 2011, para lo que falta de Autovía hasta Tarancón.
Ayllón el año pasado aseguraba que la autovía entre Cuenca y Tarancón estaría terminada en julio de 2009; pero al presentar los Presupuestos Generales del Estado para el año 2007, el 29 de septiembre de 2006, este mismo personaje, aquella vez junto a la Diputada Nacional por Cuenca, Angustias Alcázar, declaraba que la Autovía estaría en servicio hasta Tarancón en el año 2008. El 1 de octubre de 2005, Luis Ayllón presentaba los Presupuestos Generales del Estado; y por aquel entonces puso como fecha para el final de las obras de la A-40 entre Cuenca y Tarancón el año 2007.
Pero es más, el mismo día que independientes por Cuenca, en la Rueda de prensa ofrecida por José Luis Collada, el 17-10-06, adelantó que el AVE no llegaría hasta después del año 2012, apoyándonos en diversa documentación, como los propios PGE, los prepuestos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias –ADIF-, y los documentos que publica la Comunidad Europea, y más en concreto el llamado “Ten- T Priority Axes and Proyects 2005”, en el que se expresa con claridad, que si bien en el año 2004 el Estado de España había comunicado como fecha para su terminación la del año 2010, el Gobierno actual de España comunica una variación en esta fecha, y establece como nueva la del año 2020; ese mismo día que informábamos de todo esto a la opinión pública, Ayllón y Angustias Alcázar salían de nuevo ante la prensa para hacernos la réplica, diciendo exactamente lo mismo que aludía ayer con respecto a las facturas, y no tuvo ningún reparo en calificar a Independientes por Cuenca de electoralistas por lo que se había afirmado.. Sin embargo, el Senado aprobó una moción, presentada por el PP y respaldada por todos los grupos de la Cámara, a excepción del PSOE que votó en contra, por la que pedía al Gobierno que garantizase la conexión de Alta Velocidad entre Madrid y las capitales de provincia valencianas como muy tarde en 2010.
Esta moción transaccional a la original del PP, que aceptó las propuestas de los grupos de Entesa Catalana de Progrés (grupo que en el Senado aúna a PSC, ERC e ICV), CiU y PNV, pero no la del PSOE, contó con 139 votos a favor, con 91 en contra y con 13 abstenciones. En aquella sesión parlamentaria, Luis Ayllón votando en contra de que el AVE esté en pleno rendimiento en el año 2010, no fue la única ocasión en la que este exsenador vota lo contrario de lo que afirmaba en los medios de comunicación.
Y nada ha dicho Miguel Ángel Sauquillo del Ferrocarril Convencional, porque ya en la presentación de los Presupuestos del Estado para 2005 y 2006, se nos mintió diciendo que el Estado había encargado un estudio de viabilidad para la mejora y modernización que nunca se realizó; aunque como en el Proyecto de Ley de este año, tampoco contemplaban un solo euro.
El verano de 2007 el propio Sauquillo, siendo entonces delegado de la Junta en Cuenca, dijo ante los medios de comunicación que el Psoe trabaja en silencio por El Tren Convencional, y ahora sabemos bien a qué se refería, al silencio que reflejan cada año los Presupuestos Generales del Estado.
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