REUNIÓN. Barreda, con la ministra, momentos después de la reunión del pasado miércoles
OPINIÓN.- Todavía tienen la poca vergüenza de decir que se reúnen para acelerar las obras de la Autovía de Tarancón -ahora la llaman, de pronto, la conexión Cuenca con Madrid-, y ya está Cuenca servida; mientras acuerdan el inicio de las obras de nuevos proyectos importantísimos para el resto de las provincias y capitales de Castilla la Mancha; proyectos que ni existían en la mente de nadie cuando se empezó a construir lo que por milésima vez nos dicen a los conquenses que aceleran.
El otro día se reunió Barreda con la ministra de Fomento, para garantizarse, por ejemplo, el cumplimiento del acuerdo firmado para el soterramiento de las vías del AVE y del Tren Convencional y situar la Estación Intermodal de Talavera en pleno centro de la población.
El pasado miércoles, el presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha acudió a Madrid, para asegurar un proceso rápido para las inversiones comprometidas por el Estado para Toledo, Ciudad Real, Albacete y Guadalajara, y no solamente eso, sino algunos proyectos novedosos. Pero eso sí, aquí nos dejan tranquilos porque la A-40 en su tramo Cuenca-Tarancón se cerrará cuanto antes, aunque no se fije tampoco esta vez la fecha para ello, 19 años después de que se anunciara y 9 años y 4 meses desde el inicio de las obras.
Mientras los gobiernos de España y de Castilla-La Mancha constituirán una Comisión Mixta para mejorar y ampliar los servicios de trenes de cercanías en las provincias de Toledo y Guadalajara, tanto en materia de infraestructuras, como de frecuencias y calidad en la prestación del servicio; para el Ferrocarril Convencional de Cuenca nada de nada. Y eso que estos días, con la huelga del transporte de mercancías por carretera, se demuestra más que nunca la necesidad de revitalizar y potenciar la red de ferrocarriles del Estado como la mejor alternativa.
José María Barreda y Magdalena Álvarez impulsan la conversión en autovía de la N-211, en la provincia de Guadalajara, tal y como comprometió el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, que unirá la A-2, en Guadalajara, con la A-23, en la provincia de Teruel; y que junto a la Autovía de la Alcarria, motivará que no se haga la Cuenca-Teruel, que ni la mencionan.
La competencia que va a establecer la nueva Autovía de la Alcarria (Guadalajara-Tarancón), inventada por Bono, y la N-211 reconvertida en Autovía que complementará a ésta, con respecto a la que iba a ser de Cuenca-Teruel, que "baypasearán" Madrid para el tráfico procedente del norte de España que se dirija al sureste, y lo llevarán hasta Albacete, para desde allí distribuirse por el resto de la geografía, conllevará la pérdida de gran parte de los flujos de tráfico para los que se concebía la Autovía de Teruel, y esto ha supuesto el enfriamiento del proceso que se estaba siguiendo en el Ministerio de Fomento por la última, que parece haber perdido definitivamente su interés por hacerla.
No existe intención de hacer la Autovía de Teruel. Ya lo decíamos en una rueda de prensa después del último Debate sobre el Estado Autonómico que celebró Bono. Por aquel entonces, cuando anunció la intención del Gobierno de Castilla la Mancha de hacer la Autovía de la Alcarria, en Independientes por Cuenca percibimos con absoluta claridad que iba a ser una de las peores herencias que nos iba a dejar este nefasto personaje para los intereses de Cuenca. Pero los medios de información locales, a penas se hicieron eco, seguramente porque lo consideraban algo disparatado. Y ahora, tras la reunión de Barreda con la Ministra, se demuestra.
No se trata ya de que lleve en un cajón del Ministerio de Medio Ambiente desde el 3 de abril del año 2003, lo cual ya es grave; es que ya en sus reuniones no la tratan, y en las ruedas de prensa posteriores, ni la mencionan; ya ni lo disimulan para seguir con el engaño.
De lo tratado por Comunidad Autónoma y Estado, otros proyectos que recibirán un impulso, serán la conexión de la A-43 con la Autovía de los Viñedos, que mejorará las comunicaciones entre La Mancha y Albacete; la autopista Toledo-Ciudad Real, de la que el Gobierno regional, de manera coordinada con el Ejecutivo de la Nación, está analizando alternativas que salven los problemas medioambientales de la propuesta inicial. Pero para la capital conquense qué; menos que antes, ya ni aún la promesa de la Autovía de Teruel, ni mucho menos algo nuevo como para los demás.
Pero que nadie se sulfure; aquí, quietos parados. De qué nos vamos a quejar los conquenses si aunque sin fecha, nos vuelven a decir que van a acelerar las obras de la Autovía de Tarancón.
OPINIÓN.- Todavía tienen la poca vergüenza de decir que se reúnen para acelerar las obras de la Autovía de Tarancón -ahora la llaman, de pronto, la conexión Cuenca con Madrid-, y ya está Cuenca servida; mientras acuerdan el inicio de las obras de nuevos proyectos importantísimos para el resto de las provincias y capitales de Castilla la Mancha; proyectos que ni existían en la mente de nadie cuando se empezó a construir lo que por milésima vez nos dicen a los conquenses que aceleran.
El otro día se reunió Barreda con la ministra de Fomento, para garantizarse, por ejemplo, el cumplimiento del acuerdo firmado para el soterramiento de las vías del AVE y del Tren Convencional y situar la Estación Intermodal de Talavera en pleno centro de la población.
El pasado miércoles, el presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha acudió a Madrid, para asegurar un proceso rápido para las inversiones comprometidas por el Estado para Toledo, Ciudad Real, Albacete y Guadalajara, y no solamente eso, sino algunos proyectos novedosos. Pero eso sí, aquí nos dejan tranquilos porque la A-40 en su tramo Cuenca-Tarancón se cerrará cuanto antes, aunque no se fije tampoco esta vez la fecha para ello, 19 años después de que se anunciara y 9 años y 4 meses desde el inicio de las obras.
Mientras los gobiernos de España y de Castilla-La Mancha constituirán una Comisión Mixta para mejorar y ampliar los servicios de trenes de cercanías en las provincias de Toledo y Guadalajara, tanto en materia de infraestructuras, como de frecuencias y calidad en la prestación del servicio; para el Ferrocarril Convencional de Cuenca nada de nada. Y eso que estos días, con la huelga del transporte de mercancías por carretera, se demuestra más que nunca la necesidad de revitalizar y potenciar la red de ferrocarriles del Estado como la mejor alternativa.
José María Barreda y Magdalena Álvarez impulsan la conversión en autovía de la N-211, en la provincia de Guadalajara, tal y como comprometió el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, que unirá la A-2, en Guadalajara, con la A-23, en la provincia de Teruel; y que junto a la Autovía de la Alcarria, motivará que no se haga la Cuenca-Teruel, que ni la mencionan.
La competencia que va a establecer la nueva Autovía de la Alcarria (Guadalajara-Tarancón), inventada por Bono, y la N-211 reconvertida en Autovía que complementará a ésta, con respecto a la que iba a ser de Cuenca-Teruel, que "baypasearán" Madrid para el tráfico procedente del norte de España que se dirija al sureste, y lo llevarán hasta Albacete, para desde allí distribuirse por el resto de la geografía, conllevará la pérdida de gran parte de los flujos de tráfico para los que se concebía la Autovía de Teruel, y esto ha supuesto el enfriamiento del proceso que se estaba siguiendo en el Ministerio de Fomento por la última, que parece haber perdido definitivamente su interés por hacerla.
No existe intención de hacer la Autovía de Teruel. Ya lo decíamos en una rueda de prensa después del último Debate sobre el Estado Autonómico que celebró Bono. Por aquel entonces, cuando anunció la intención del Gobierno de Castilla la Mancha de hacer la Autovía de la Alcarria, en Independientes por Cuenca percibimos con absoluta claridad que iba a ser una de las peores herencias que nos iba a dejar este nefasto personaje para los intereses de Cuenca. Pero los medios de información locales, a penas se hicieron eco, seguramente porque lo consideraban algo disparatado. Y ahora, tras la reunión de Barreda con la Ministra, se demuestra.
No se trata ya de que lleve en un cajón del Ministerio de Medio Ambiente desde el 3 de abril del año 2003, lo cual ya es grave; es que ya en sus reuniones no la tratan, y en las ruedas de prensa posteriores, ni la mencionan; ya ni lo disimulan para seguir con el engaño.
De lo tratado por Comunidad Autónoma y Estado, otros proyectos que recibirán un impulso, serán la conexión de la A-43 con la Autovía de los Viñedos, que mejorará las comunicaciones entre La Mancha y Albacete; la autopista Toledo-Ciudad Real, de la que el Gobierno regional, de manera coordinada con el Ejecutivo de la Nación, está analizando alternativas que salven los problemas medioambientales de la propuesta inicial. Pero para la capital conquense qué; menos que antes, ya ni aún la promesa de la Autovía de Teruel, ni mucho menos algo nuevo como para los demás.
Pero que nadie se sulfure; aquí, quietos parados. De qué nos vamos a quejar los conquenses si aunque sin fecha, nos vuelven a decir que van a acelerar las obras de la Autovía de Tarancón.
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