El Tiempo en Cuenca

miércoles, 4 de junio de 2008

Julián Grimaldos deja la Subdelegación del Gobierno, sin que se haberse terminado ninguno de los importantes y eternos proyectos de infraestructuras.






Julián Grimaldos, a la derecha, con el Alcalde de Cuenca, Francisco Pulido


LA OPINIÓN.-
Ni siquiera ha podido dar una fecha para la inauguración de la Autovía de Tarancón. Julián Grimaldos deja de ser el subdelegado del Gobierno de España en la provincia de Cuenca, nueve años y cuatro meses después de que se pusiera la primera piedra que daba inicio a las obras de esta autovía; pero no ha sido posible oírle, ni aún con la demagogia que ha utilizado muchas veces para disfrazar el desinterés de sus superiores por esta vía importante de comunicación, marcar una fecha para el final de las obras.

Grimaldos ha sido un político ejemplar partidario de su Partido, y funcionario al servicio de quien lo puso en cada uno de los puestos que ocupó, cierto es, de forma intermitente, en alternancia con su profesión de docente.

El subdelegado del Gobierno en Cuenca, Julián Grimaldos, confirmó hoy , cuatro de junio, que abandonará su cargo por voluntad propia, después de 25 años dedicados a la política. También declaró que se marcha orgulloso de haber conseguido para Cuenca los retos que se propuso en su toma de posesión en 2004: el progreso y las comunicaciones.

Pero lo cierto y verdad, es que durante los cuatro años y pico que ha ejercido el cargo, no se han concluido ninguna de las infraestructuras importante para Cuenca. Es más, ni se ha avanzado lo más mínimo en algunas, como por ejemplo, la Autovía Cuenca-Teruel que lleva desde el 3 de abril de 2003 en un cajón del Ministerio de Medio Ambiente, paralizada en pleno sueño de los justos.

En estos cuatro años y un poco en los que Grimaldos ha sido titular del despacho de la Subdelegación, se nos ha mentido en temas tan trascendentales como el Ferrocarril Convencional, del que se nos dijo que el Gobierno de España estaba elaborando un estudio para su restauración y modernización. Se nos llegó a manifestar, incluso, que la ministra de Fomento firmaría un gran acuerdo con el presidente autonómico, hace algo menos de cuatro años, para dar viabilidad definitivamente a esta infraestructura, pero fue mentira.

En el tiempo en que Julián Grimaldos ha sido subdelegado del Gobierno en Cuenca, se ha dejado escapar los más de 200 millones de euros que los PGE del año 2000 destinaban para ese fin. También en este tiempo, se perdieron más de 51 millones de euros para la Autovía de Teruel. Y nada ha cambiado con respecto al expolio del agua, y a la sangría de trasvases que una y otra vez se repiten por mucho que persevere una sequía. Ni tampoco han recibido los municipios ribereños de nuestra provincia las millonarias compensaciones que se les adeuda po ley.

Grimaldos ha dicho, con el cinismo político que lo ha acompañado en toda su carrera desde antes de ser senador o, diputado autonómico hace casi dos décadas, que se muestra muy satisfecho, porque aseguró que se marcha tras haber conseguido para la provincia sus principales objetivos para la última legislatura: el progreso y las comunicaciones. “Vendito sea Dios”, y se queda tan ancho y nosotros con la boca abierta, como omnubilados de la ocurrencia.

Grimaldos es el político que llenó la prensa de loas y alabanzas porque Cuenca por fin encontraba en el trabajo de los políticos el ansiado desarrollo industrial con la creación del “vivero de empresas” del Terminillo, que es una nave con algunas habitaciones donde algún iniciante autónomo comienza, durante un tiempo, una pequeñísima actividad comercial.

No olvidaré aquellos años, después de la gran manifestación por la Autovía, cuando nos reuníamos en "el Marlo" un día de cada semana -creo recordar que era los martes-, en torno a lo que se conoció como la "mesa tripartita", por aquello de conformarla la Plataforma, el Psoe y el Pp. De esta mesa salió algún acuerdo importante y, sobre todo, una línea de trabajo; una estrategia que culminó en algún que otro proyecto, de esos que ahora se apuntan muchos.

Entonces Luis Ayllón era Vicepresidente de la Diputación además de secretario de organización del Psoe, y era el enviado fijo para representar a los socialistas; mientras que por parte de los populares era Pepe Madero y, por la Plataforma quien les narra. Luego, dependía de los asuntos; por allí pasaron otros muchos socialistas y algún otro popular, como el senador Reyes Mar´tinez del PP, Y Julián Grimaldos, el actual Subdelegado del Gobierno, que en aquel momento era Senador designado por las Cortes del "invento autonómico" y Vicepresidente de las mismas; y también populares, como Reyes Martínez que era senador electo.

Pero si Ayllón y Madero fueron operativos en aquella auténtica “mesa del pacto por Cuenca”, por el contrario ni Reyes ni Grimaldos aportaron a Cuenca nada de nada. Más o menos lo mismo que ha aportado en sus cargos el ya cesante Julián Grimaldos.

• DATOS BIOGRÁFICOS
Mandatos en las Cortes Generales:
_ Senador electo por Cuenca
_ II Legislatura (28/10/1982 al 23/04/1986)
_ Senador designado por la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha
_ V Legislatura (29/09/1993 al 11/07/1995)
Mandatos en Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas:
_ Diputado de las Cortes de Castilla-La Mancha
_ III Legislatura durante el periodo septiembre 1993-
_ Vicepresidente primero de las Cortes de Castilla-La Mancha
_ III Legislatura durante el periodo 1991-sept. 1993
Otros Datos Biográficos
_Ha sido Diputado del Parlamento Europeo, ejerciendo como Presidente de la Delegación para las relaciones con Yugoslavia (1986-1989). De 1983 a 1986 simultanea Senado y Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.
_Subdelegado del Gobierno de España en la Provincia de Cuenca 2004-2008
_Profesor de Inglés de Instituto de ESO y Bachillerato

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