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viernes, 15 de agosto de 2008

El Referéndum de la Estación, permitirá que se firme un convenio como el de Villena, Valencia, Talavera…


LA OPINIÓN.- El pasado 22 de julio, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, firmó un convenio con la alcaldesa de Villena, Celia Lledó, y el consejero de infraestructuras de la Comunidad Valenciana, Mario Flores, para la integración del Ferrocarril en la ciudad de Villena, por el cual, se hará un estudio para el soterramiento de las vías a su paso por la población, y además contará con una Estación para el Tren de Alta Velocidad.

La ministra se dedica a firmar convenios en cuantas ciudades van a contar con el AVE –recordemos que hace unos meses lo hizo en Talavera-, con una solución integral además para ambas fórmulas de Ferrocarril –AVE Y Convencional-, mientras en Cuenca se dedica a mentirnos, y además de no haber firmado nada en absoluto, nos quiere despachar con un simple Apeadero; pero mientras tanto para el Tren Convencional, nos apaña con 100 mil eurillos para toda la línea a su paso por la provincia.

Esta ministra, se presentó en Cuenca el 19 de junio, es decir 3 días antes de la firma del convenio de Villena, y nos largó tranquilamente el embuste de que la Estación del AVE de Cuenca será el Apeadero de La Estrella, porque así lo acordaron el Ayuntamiento de Cuenca, el Ministerio de Fomento, y la Junta de Comunidades en el año 2002, refiriéndose a lo tratado en aquella plataforma que se llamaba “La Mesa del Pacto por Cuenca”.

Si lo de la Estación de Cuenca fuese algo ya decidido, los conquenses hubiéramos sido testigos del protocolo de la firma de un convenio como el de Villena, Valencia, Talavera, Albacete, etcétera, etcétera. ¿No piensan que si existiese un acuerdo para la Estación de Cuenca, como ha hecho la alcaldesa de Villena, alguien aquí nos hubiera mostrado el documento firmado? Pero eso es imposible porque no existe.

Pero no, no ha sido así, porque lo que nos dijo Magdalena Álvarez en Naharros era tan falso como todo lo que se nos ha dicho sobre la Autovía de Tarancón, por la que por cierto no mostró ni el menor gesto de rubor, ni tan siquiera tuvo la gallardía de hacer la menor referencia.

Lo de esta ministra no tiene nombre; ya sabemos la falta de diligencia que ha demostrado siempre en su ministerio, solamente es preciso recordar los trastornos que ocasionó en Barcelona su mala planificación con las obras del AVE, y el baile de fechas para la inauguración, que hicieron, incluso, poner en una situación delicada las aspiraciones electorales de Zapatero en Cataluña.

Pero es que si ya de por sí es polémica esta ministra por su torpeza en el Gobierno; aquí abrió la boca para referirse a la ubicación de la Estación del AVE en Cuenca; y, zás, una sandez, a decir cosas como si fuéramos tontos, con lo de siempre, con que es tarde y que nos podríamos quedar sin parada del AVE durante muchos años. Qué casualidad, y esto lo dijo justo al día siguiente de que se celebrase un acto reivindicativo en nuestra ciudad, con un lleno a rebosar.

Pero qué falta de ética de amenazarnos con retrasos a los conquenses, con años y años para la Autovía de Tarancón que ni siquiera se atreven a darnos fechas, que aún quedando 40 km nos la prometió este Gobierno que la terminaría en un año y ha pasado toda una legislatuira y ya ven; o la de Teruel que ni la han empezado ni la quieren hacer.

Ni es tarde ahora para que Cuenca tenga una Estación de verdad y no un Apeadero en la quinta puñeta, ni mucho menos lo fue en el año 2002, al que alude ella, en el que se nos impidió el debate con la misma historia; ni lo sería dentro de 20 años. Ni es cierto que hubiera acuerdo alguno; al menos oficial y firmado, porque las decisiones de la Administración se publican en el BOE, y lo demás son monsergas.

Lo dicho por la ministra fue mentira, una mentira más en este culebrón de falsedades. Magdalena Álvarez declaró que "la estación estará en el mismo sitio donde se acordó en 2002 por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, por el Ayuntamiento de Cuenca y por el Ministerio de Fomento". Si eso fuera cierto, ¿por qué el 9 de febrero de 2004, Cenzano y Cordente dan una rueda de prensa conjunta en la que anuncian un supuesto acuerdo definitivo al que se llegó según ellos en una presunta reunión de la Comisión de seguimiento para la ubicación de la estación celebrada tres días antes, el 6 de febrero de 2004, consistente en situar la estación en La Estrella; y no en 2002 como dijo en junio Magdalena Álvarez? No hubiera hecho falta volver a acordar lo ya acordado dos años antes según la fecha que ahora señala la ministra; y mucho menos inventarse aquella reunión, porque no existió según los certificados que obran en nuestro poder de la propia Secretaría de Estado de Fomento, y de la Secretaría del Ayuntamiento de Cuenca, en los que se dice que en esa fecha no consta reunión alguna de la Comisión de Seguimiento para la Ubicación de la Estación de Cuenca.

Magdalena Álvarez se refirió al acuerdo tomado en la mal llamada Mesa del Pacto por Cuenca, que no tiene carácter oficial, sino meramente de opinión, en la que en torno a esa coordinadora extinta ideada por Cenzano para auspiciar de una forma engañosa su política, se aglutinaban diversos colectivos de la ciudad.

En la reunión de la Mesa del Pacto por Cuenca del 12 de julio de 2002, no figuraba en la convocatoria dentro del orden del día el tema de la ubicación de la estación del AVE. Se debatió a propuesta del entonces Alcalde, que ocultó la propuesta oficial del estudio informativo de ubicar la estación en los actuales terrenos ferroviarios. No existe acta aprobada de esa reunión, y nada más se supo de la Mesa de El Pacto por Cuenca, aquella fue la última vez que se juntó.

En las elecciones locales de 1999, Cenzano copia un modelo de organismo consultivo, no oficial, de representación de fuerzas políticas, ciudadanas, empresariales y sindicales que había sido adoptado con éxito en la ciudad de Albacete por su Alcalde para planificar el desarrollo de la ciudad. Se crea entonces la Mesa del Pacto por Cuenca. Lo que en Albacete estaba suponiendo la unión de fuerzas con logros muy significativos en creación de industria, infraestructuras, universidad, etc, en Cuenca Martínez Cenzano lo utiliza para contrarrestar el influjo social de la Plataforma Cívica, apropiándose ante la opinión pública de lo que eran iniciativas y gestiones exclusivas de la Plataforma. Ninguna de las entidades participantes en esa Mesa realiza gestiones importantes en el proceso para la toma de decisión del trazado del AVE. Sin embargo se refieren a sus acuerdos, siempre en sintonía con los criterios marcados por la Junta de Comunidades, como acuerdos de la sociedad conquense representada en la inexistente “Plataforma del Pacto”.

El entonces Alcalde de Cuenca, utilizando esta ambigüedad convocó a la Mesa del Pacto, con la finalidad de emitir un documento con la decisión unánime de situar la estación alejada por impedimentos técnicos. Como se sabe disponía de dos informes contradictorios y del Estudio Informativo del Ministerio de Fomento. Este último, que recogía la opción del Estado para la Estación Central Intermodal, ni lo mencionó, pero sí dijo que la Estación en el Centro mantendría la barrera urbanística de las vías y por tanto la ciudad dividida.

Sin embargo Cenzano ocultó en aquella reunión, además del anterior, el documento oficial del ingeniero D. Vicente Belinchón, que complementa el estudio informativo, con la viabilidad para soterrar las vías con una inversión de 8.000 millones de pesetas -48 millones de euros- asumibles por las Instituciones más las plusvalías. En cambio, y aquí está la parte más delicada en cuanto a su presunta ilegalidad, el único informe que mostró a los componentes de la Mesa fue el firmado por D. Gonzalo Igualada que era favorable a sus intereses, pero basado en datos falsos, como situar la Estación actual a 5 metros de altura de variación con su cota real, lo que motivaría así la construcción de túneles kilométricos, con costes multimillonarios.

Gonzalo Igualada además de ser Ingeniero Municipal y responsable de la Sección Técnica de planeamiento urbanístico, es propietario de la empresa constructora DALPA, que está asociada con otras cuatro a DAVECON, y que tiene anuciada una promoción de cientos de viviendas en el entorno del paraje de La Estrella, donde pretenden situar el Apeadero.

¿Por qué no se toma un acuerdo dentro de una institución perteneciente al ámbito oficial, como sería el Pleno Municipal o la propia Comisión de Seguimiento, como se hace en todas partes?, pues tal vez para evitar introducir ese controvertido informe de Igualada dentro del ámbito de lo público, que podría haber llevado a Cenzano de esa forma, entre otros, a una situación legalmente comprometida.

De esta forma, un organismo consultivo, no oficial y no vinculante, formado por parte de organizaciones representantes de la sociedad, se convertía en cómplice, con una decisión sesgada y basada en el ocultamiento de documentos decisivos que hubieran cambiado el acuerdo final.

Además, para redundar más en la demostración de la falsedad expresada por la ministra, con fecha 29 de mayo de 2.003, la Secretaría General de Medio Ambiente, formula declaración de impacto ambiental sobre el estudio informativo del proyecto de “Línea de Alta Velocidad Madrid-Castilla la Mancha-Comunidad Valenciana-Región de Murcia. Tramo Madrid-Albacete/Valencia. Documento suplementario al Subtramo Madrid-Cuenca” de la Dirección General de Ferrocarriles del Ministerio de Fomento.

En ella se señala expresamente que “Quedan excluidas de la presente declaración, por no estar analizadas en el estudio de impacto ambiental”, entre otras, las siguientes actuaciones: “La estación de Cuenca y, en su caso, otras estaciones que pudieran plantearse; y cualquier ramal de entrada al casco urbano que pudiera preverse”. De lo que se deduce que a esa fecha de 29 de mayo de 2003.

Esto supone que ese proyecto constructivo que aludió la Sra Álvarez, vulnera lo expresado en la resolución por la que se establece la Declaración de Impacto Ambiental y la resolución por la que se aprueba el Estudio Informativo, ya que no cumple la Declaración de Impacto Ambiental, que excluye expresamente la estación de Cuenca; y por tanto el procedimiento establecido en los artículos 7 al 13 del Real Decreto 2387/2004, por el que se aprueba el Reglamento del Sector Ferroviario.

Y eso es así porque la solución propuesta no estaba contemplada en el Estudio Informativo que se sometió al trámite de información pública, en concreto lo establecido en el artículo 9.1.c), que establece que el Estudio Informativo comprenderá “el análisis y la definición, en líneas generales y en aspectos tanto geográficos como funcionales, de todas las opciones de trazado estudiadas, y, en su caso, la situación de las estaciones y de las zonas de servicio ferroviario”.

Cuenca no se va a conformar con un simple apeadero perdido en tierra de nadie, o mejor dicho, de algún listillo del negocio fácil que busca el dinero por los atajos. Los conquenses preferimos una Estación en condiciones dentro de nuestra ciudad, aunque tengan que pasar un par de años; que tener mañana mismo ese remiendo que nos preparan de por vida.

En primer lugar no es tarde para nada, eso mismo nos decían en 2002 cuando anunciaban que el AVE estaría funcionando en 2007; pero es más, aún hay tiempo. Y, en el peor de los casos, habilítese de forma provisional el Apeadero que nos quieren conformar; y hágase la Estación que Cuenca se merece, porque la tienen en casi todas partes, y porque aquí nos trabajamos lo del AVE más que nadie.

En lugar de entorpecer y entrometerse la Sra ministra en los asuntos internos de Cuenca, porque lo de la Estación lo es, y así lo estipula el Acuerdo de Murcia; y de seguir el juego de las mentiras, lo que debe hacer es pedir perdón a los conquenses y hacer propósito de enmienda por su mala gestión, que nos ha costado perder más de 200 millones de euros para el Ferrocarril Convencional, que lo quiere liquidar; y 40 para la Autovía de Teruel que se niega a hacer y que la tiene parada durante toda la legislatura anterior y lo que llevamos de ésta; todo ello presupuestado en los PGE.

Lo que debe hacer el Gobierno de España y, en concreto su Ministerio, en lugar de intentar aprovecharse de que el caciquismo de aquí desprecie los 108 millones de euros que se presupuestaron para el acceso del AVE a Cuenca, e intentar ahorrárselos para emplearlos, por ejemplo, en el soterramiento del tren en Talavera; hacer aquí lo mismo que allí. No venir aquí para hacer negocio para el Estado con los terrenos de Renfe a costa de los conquenses, sino para invertir, que falta nos hace.

Y la ministra, que se deje de zarandajas y capotazos mal dados a nadie, y se ponga a trabajar para que se acaben las obras de la Autovía de Tarancón de una santa vez, y se desbloquee la paralización de la de Teruel, y se deje de tomarnos el pelo, que si fuera por eso, aquí estaría todo el mundo ya calvo.

Los conquenses deben entender que lo del Referéndum acordado con el Alcalde es aboslutamente clave, y pone nerviosos a los del dinero fácil; pues dar la vuelta a la voluntad refrendada por sufragio es tarea más que difícil, por no decir imposible; y tras eso, incluso ya funcionando el Apeadero en la Estrella mientras las obras, y siendo irreversible la construcción de la Estación en el Centro, que se hará, ya lo verán como sí; por qué no, tendremos la Estación en el Centro y el dichoso Apeadero en La Estrella. Y los constructores contentos y los conquenses también

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