El Tiempo en Cuenca

jueves, 7 de agosto de 2008

Y Vallejo, el concejal de Urbanismo, erre que erre; ¿por qué será?

Pedro Vallejo, junto al Alcalde de Cuenca, en una de las reuniones con responsables de Adif


LA OPINIÓN.- Si decíamos que fue un error nombrar a Pedro Vallejo para el cargo de concejal de urbanismo, debido a sus lazos con el mundo de la construcción y la especulación inmobiliaria, el tiempo cada vez nos da más la razón. Pues son esta clase de compañías las que de ninguna manera le convienen al Alcalde; y las que lo están llevando a estamparse en algunas de las cuestiones de mayor trascendencia.

Ya decíamos en un artículo anterior, que son los malos compañeros de viaje, y no ninguna otra cosa, los que están haciendo que Pulido fracase en su política hasta rozar a veces lo esperpéntico. Si existe algún asunto con el que va a dar un golpe de efecto de mayor impacto que el que le propinaron Barreda y Ávila con la cuestión del Hospital y el Palacio de Congresos, ése será sin duda el del Referéndum y la ubicación de la Estación del AVE; pero la situación de Pulido al señor Vallejo le importa un pimiento, porque a él le conviene seguir a lo suyo.

Y es que es una barbaridad que se designe para la concejalía de urbanismo a una persona que tiene intereses económicos en el sector inmobiliario, y que su mujer, Sonia Sáiz Herráiz, es la presidenta del Colegio de Arquitectos de Cuenca y encima trabaja para la empresa constructora e inmobiliaria del secretario del Pp y es hermana de Jesús Sáiz Herráiz, que es gerente del consorcio empresarial DAVECON, que compró terrenos para vender centenares de pisos en la zona del Apeadero de La Estrella y en los terrenos del Serranía, entre otros lugares; hechos éstos que motivaron la dimisión de la que era secretaria del Colegio de Arquitectos, Carmen Mota, como reconoció en un comunicado.

En esa situación, qué se puede esperar de Pedro Vallejo, que no sea las desafortunadas declaraciones que aparecen hoy en La Tribuna de Cuenca, en las que da por hecho que la Estación del AVE será el Apeadero de la Estrella por los siglos de los siglos, sin tan siquiera tener la cortesía de respetar en público los acuerdos de su jefe de filas, el Alcalde Pulido, y el propio grupo municipal al que pertenece, por los que deberán aprobar en el Pleno la convocatoria de una consulta pública sobre esta cuestión.

Mucho incide el concejal en lo expresado por la Junta Directiva de la Demarcación de Cuenca del Colegio de Arquitectos de C-LM, que imagino llevará el visto bueno de su señora esposa dado el cargo que ocupa; pero en síntesis, lo que hacen los arquitectos es avisar, como ya lo hemos hecho en muchas ocasiones desde Independientes por Cuenca, de los efectos negativos de crear núcleos inconexos de población; aunque Vallejo lleve lo manifestado en esa carta a su terreno, y diga que «tiene razón» cuando señala que si se ubican el Hospital, el Palacio de Congresos y toda otra serie de infraestructuras en el Terminillo «se van a crear dos polos bien distintos en la ciudad, uno en estos terrenos y otro en la estación del AVE, y Cuenca correría el riesgo de crecer sin continuidad».

Lo de la ubicación del Nuevo Hospital es irreversible, y los principales culpables de que el Ayuntamiento, y su regidor, Francisco Pulido, le hayan perdido el control a algo de tantísima importancia, son él mismo y el gerente del ramo, Héctor Álvarez, puesto a dedo a propuesta suya, a pesar de estar alejado de Cuenca y de ser el sobrino de Perfecto Álvarez, que es el Consejero de la Caja Castilla la Mancha vinculado al Pp y socio en Verdes Desarrollos Urbanos de Germán Chamón y Méndez Pozo, el uno secretario provincial del Pp y el otro editor del diario La Tribuna, empresa ésta constructora e inmobiliaria que también venderá pisos cerca de La Estrella; y esos señores son los que lo incluyeron en la lista electoral para situarlo en el puesto que ocupa y que tanto está perjudicando la gestión de quien de otra forma, sería a buen seguro un buen alcalde.

Fue ridículo, esperpéntico y hasta cómico el Pleno en el que se aprobó la cesión de los terrenos de la variante de la Sierra para el Nuevo Hospital; pero claro, esta torpeza política por la que Vallejo está haciendo pasar a Pulido, lleva consigo la recalificación de suelo para la construcción de 1600 viviendas, y eso este concejal lo defiende a capa y espada, como lo del Apeadero del AVE, caiga quien caiga; aunque arrastre en la caída al Alcalde, el Equipo de Gobierno, su Partido, y lo que realmente importa, perjudicando a Cuenca y los conquenses.

Dice Vallejo que los terrenos de ADIF, donde el Palacio se proyectó en un primer momento, serían un lugar adecuado, pero insiste en que «ello implicaría realizar muchos trámites burocráticos, algunos muy complicados que llevar a cabo, con lo cual se demoraría mucho y no hay retraso posible si queremos que Cuenca sea Capital Cultural», por lo que considera mucho más viable la ubicación defendida por el PP, ya que el Cerro de la Horca está muy próximo a la carretera de Teruel, que es la que comunicará con la futura estación de La Estrella, y donde se podría empezar a construir ya mismo. Claro, en esto como lo del AVE, mejor un Apeadero en el quinto pino para siempre, que una Estación Intermodal dentro de la ciudad; mejor un Palacio de Congresos en mitad de un polígono industrial, entre ruidos y humos; pero eso sí, allá cerca de donde sus mantenedores tienen los intereses inmobiliarios en ambos casos. Si existiera intención de hacer el Palacio, que no se preocupe Vallejo, que los trámites con ganas se resuelven rápido y, en todo caso, si lo del Cerro de la Horca, que él propone, es sólo por la urgencia, el mismo argumento valdría para situarlo en El Terminillo.

No, no se trata de urgencias, ni de lo mejor, lo que pretende Vallejo es otra cosa bien diferente, la urgencia de otros por revalorizar terrenos de a tres reales por millones de euros; que lo de que se hagan las cosas en el lugar más conveniente es harina de otro costal.

En el artículo de La Tribuna, se hace un apartado que denomina zonas inconexas –hombre, ya hablan de lo malo de crear zonas inconexas en la ciudad, y lo del Apeadero lo será-, y se dice que el concejal también comprende al Colegio de Arquitectos cuando éste dice que se están dando en Cuenca «actuaciones urbanísticas inconexas, erróneas, sustentadas quizá únicamente en la disponibilidad de terrenos o en enfrentamientos políticos que nada interesan a la ciudad y sus habitantes», y exculpa de este hecho al equipo de Gobierno municipal, pues considera de que «aunque el Ayuntamiento es el que tiene la potestad de ordenar el planeamiento de una ciudad, a veces se encuentra atado porque le imponen ciertas actuaciones en las que no tiene margen de maniobra».

La ubicación de la Estación del AVE, para la que ya dispone de 172000 m2 de suelo absolutamente despejado en los actuales terrenos de Renfe, en los que podría plantear una Estación Intermodal para los servicios de AVE, Lanzadera y Convencional, además del resto de medios de transporte interurbano y urbano para viajeros -autobuses, taxis, e incluso el monorraíl que figuraba en su programa electoral que, sería útil para enlazar con las nuevas instalaciones de El Terminillo, el nuevo Polígono Industrial y algunas de las pedanías-, será una solución que evitará los problemas que planteábamos nosotros sobre las ciudades inconexas, y ahora también los arquitectos, y que tanto parece preocupar en este momento a Vallejo, eso sí, para llevarlo a su terreno.

Haría bien Pulido poniéndose a hacer política libremente, y designando a Pedro Vallejo en otro área, ¿o no?

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