La Futura Ciudad Deportiva, y de nuevo el laberinto de las ubicaciones.

Maqueta de la Ciudad Deportiva proyectada en la Legislatura anterior

LA OPINIÓN.- ¿Pero no tenía ya emplazamiento la futura y cacareada Ciudad Deportiva? Llevan un tinglado con lo de las ubicaciones para todo, que esto no hay quien lo entienda. Y si todavía hay alguien que duda que detrás de todo este berenjenal a cerca de la falta de planificación de la ciudad, con respecto a los grandes proyectos de interés, no hay un enorme conflicto de poderes en la pugna por la especulación del suelo de Cuenca, es que todavía aquí hay quien se cree que la Tierra es plana o que el hombre nunca ha pisado la Luna.

Primero fue con el Nuevo Hospital, que si donde quería Cenzano que si donde algunos de los que se sientan en el Pleno en la bancada de los concejales de Pulido; que si donde beneficiaría más a Aurelio o, por el contrario a Germán Chamón, Méndez Pozo y compañía; y definitivamente, según parece, en suelo público de la Diputación, en el Terminillo, que aunque no sea el lugar idóneo, por lo menos allí hay una puerta en este laberinto de las ubicaciones.

Con el Palacio de Congresos tres cuartas de lo mismo, primero en el Terminillo, más tarde en los Terrenos de Renfe; luego los concejales de Pulido lo pretenden llevar al Cerro de La Horca, allá, entre el ruido y las humaredas de talleres, de máquinas y camiones al lado de un polígono de empresas; más tarde de nuevo la Diputación y la Junta, Ávila y Barreda lo enmarcan otra vez en el Terminillo, como 4 o 5 años atrás; después el Portavoz del Psoe, Pedro Bustos, y el delegado de la Junta, Ángel Valiente, se lo vuelven a traer a los Terrenos de Renfe; y por fin, parece que se planea donde al principio, en el Terminillo.

Con tal de no hacer nada pero especular mucho, y si se hace que sea poco y pequeño, discuten, se lían a sartenazos, o cualquier cosa; la Prometida Ciudad Deportiva de Cuenca, parece que al final, como tanto otro, se va a quedar en agua de borrajas.

Ahora el Concejal de Deportes anuncia, con pocos detalles de proyecto y financiación, una remodelación importante de la Fuensanta, donde se ubicará lo que ha llamado “La Ciudad Deportiva”.

Recordemos que a mediados de la Legislatura anterior, el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cuenca, anunció la intención de levantar una Ciudad Deportiva en la zona de la Ciudad conocida como Villarromán IV; sin embargo bien poco se hizo para que ese anuncio se fuera trasformando en una realidad, y como pasa siempre aquí, lo anunciado se convirtió en una promesa electoral por parte de los Partidos políticos.

Antes de todo eso, el día 25 de mayo del año 2005, el viceconsejero del Deporte en Castilla la Mancha, Javier Martín del Burgo, anunció que en el Plan Regional de Instalaciones Deportivas 2006-2010 se va a priorizar la solicitud del Ayuntamiento de Cuenca para la reforma y ampliación del Estadio de la Fuensanta; pero como hemos comprobado después de tres años y medio; era mentira, pues no se hizo nada.

El responsable del Deporte recordó que desde que en 1983 se recibieron las competencias en materia deportiva y hasta la fecha se han construido en Castilla-La Mancha 221 campos de fútbol y anunció -en presencia del presidente de la Unión Balompédica Conquense, Ángel Pérez- que "en el nuevo Plan Regional de Instalaciones Deportivas (2006-2010) se va a priorizar la solicitud del Ayuntamiento de Cuenca para la reforma y ampliación del Estadio de la Fuensanta". Pero aquí nadie lo recuerda; como en lo demás, todo el mundo se calla.

Es más, tras la promesa electoral de los dos Partidos que gobiernan las instituciones, como en lo demás, en este tema vuelven a montar el rifi-rafe; que si yo digo que en otro sitio, que si tú lo quieres poner allí para favorecer a tus amigos; pero el caso es que ni se presupuesta ni, por tanto, se hace nada.

Ahora resulta, de una parte, que la intención del nuevo Equipo de Gobierno Municipal es repartir lo que iba a ser la Ciudad Deportiva en no sé cuantos pedazos, instalando en la zona de la Fuensanta la nueva piscina cubierta, incluida en el convenio firmado entre el Ayuntamiento y el Consorcio de Instalaciones Deportivas el 18 de mayo de 2007, y que iba a ser el primer paso del proyecto de Ciudad Deportiva concebido por la anterior Corporación municipal; y de otro, en lugar de la construcción de un nuevo Estadio, con las condiciones y la capacidad que debe tener, se piensa en la reforma del viejo campo de la Fuensanta, porque hacer uno nuevo se considera demasiado ambicioso para Cuenca. Es decir, que de la Ciudad Deportiva que llevaban en el programa electoral, nada.

De otra parte, hace meses la Diputación y la Junta anunciaron su intención de que se sitúen en el Terminillo nuevas infraestructuras deportivas, y entre ellas las instalaciones de un Polideportivo que albergue, entre otros, al Balonmano Cuenca 2106



El estadio que alberga al Conquense es pequeño, viejo, deficitario, deteriorado y vergonzoso; y para el balonmano exactamente igual, que sigue jugando en el vetusto Polideportivo de "El Sargal", pequeño y anticuado.

Si ya es indigno que la Unión Balompédica Conquense tenga que jugar los encuentros en casa, en un estadio con pésimas condiciones en cuanto a su aforo, seguridad y servicios en la segunda división B, sería un desasosiego pensar la mala imagen y la inseguridad que en este mismo momento ofrecen estas instalaciones para albergar, si se consigue algún día, jugar en la segunda categoría del fútbol nacional.

No es cierto que solamente el estado de precariedad de las cuentas municipales, cuyos culpables son los dos partidos que han administrado el Ayuntamiento, sea la causa de que no se hayan hecho unas instalaciones acordes con una capital de provincia con más de 55 mil habitantes censados, o de 68 mil que avalan diferentes estudios.

La negligencia y la falta de interés de las autoridades de las diferentes administraciones por éste y otros deportes en Cuenca, así como una manifiesta falta de respeto hacia los ciudadanos que acuden a presenciar los encuentros que disputa su equipo, puede explicar que, por ejemplo, la Fuensanta sólo disponga de unos servios para todo el público asistente; o que si un espectador se tiene que mover de su localidad, incomode necesariamente a todos los demás de su fila y entorno, como sucede en el graderío; o que cada vez que se dispute un encuentro de especial expectación, se tenga que recurrir al alquiler de gradas supletorias, como volverá a ser el caso, para poder satisfacer la demanda, con la falta de comodidad que lógicamente se da en este tipo de equipamiento portátil.

Parece como si nuestros gobernantes se encontrasen también en este tema, con la incapacidad de exigir a otras administraciones de mayor ámbito, que se dé a Cuenca el mismo trato que se le está dando a otras capitales de provincia de esta autonomía.

Se debe recordar el impulso definitivo que se dio desde la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha para que Albacete contara con el estadio actual; o que Toledo posea también un campo de fútbol que se encuentra a años luz del de Cuenca; o que C. Real se encuentre en disposición de albergar el campeonato del mundo de balonmano, para lo que el Presidente Barreda anunció ayer no sólo la iniciativa que partía de su gobierno, sino además el respaldo de la Junta para todo cuanto se requiera para su consecución.

Desde el Ayuntamiento, se debe pensar en la Fuensanta como una importantísima propiedad municipal en el centro de la ciudad y al lado del Campus universitario, lo que puede venir muy bien a esa Institución castellano-manchega, si es que tiene algún interés por Cuenca, llegándose a un convenio en el que también participen el Consejo Superior de Deportes, la Junta de Comunidades y la Diputación, que haga posible la ejecución de un Estadio adecuado, que se podría situar en otro espacio público más amplio, acorde a las aspiraciones y necesidades de los conquenses.

Antes de elecciones se habló mucho de esta necesidad, y se hicieron promesas, como levantar una ciudad deportiva con estadio de fútbol con una capacidad para unos 10 mil espectadores, entre otras instalaciones para la práctica del deporte; así como una residencia, gimnasios, amplios aparcamientos, etc. Pero pasado el apretón electoral, parece que este asunto ya entra a formar parte de aquellas cosas que se desempolvan cada cuatro años para captar los votos.

Pero claro, el miedo a contrariar a sus jefes de partido y los intereses especulativos, que siempre interfieren en nuestra ciudad sobre el beneficio común, nos hace pensar en esto como en lo demás; tarde, muy lejos y, pequeño, siempre muy pequeño.