Imagen de cuando el Talgo Madrid-Valencia-Barcelona pasaba por Cuenca
Si el día 7 de febrero de 2006, el Pleno del Ayuntamiento de Cuenca rechazaba, con la mayoría socialista, una moción de iXC referida a la modernización del Ferrocarrl Convencional; el pasado viernes día 7 de septiembre, se volvía a votar en contra de otra moción de IU sobre la misma cuestión, pero esta vez con los votos en contra tanto del PP, como del Psoe.
Está claro que no tiene solución lo de estos señores, no pueden dejar de ser lacayos de sus respectivos partidos; y políticos de tercera fila dentro de los mismos.
En aquella votación del día 7 de febrero de 2006, el Partido Popular votó a favor de la misma; pero es que esta gente siempre hace lo mismo cuando manda. Es decir, votar exactamente lo contrario de lo que votaba cuando ocupaba el lugar de la oposición. Una cosa para ellos es "piarla" y gritar desde la barrera, y otra cosa muy diferente es afrontar la realidad cuando están en la arena.
Ni el Partido Popular ni el Psoe de Cuenca, han defendido jamás, ni tienen intención alguna de hacerlo en el futuro, el verdadero interés de los conquenses, salvo alguna que otra chorrada, porque en la mayoría de ocasiones las medidas que se deben adoptar para conseguirlo, supondrían establer una situación de competencia con el resto de ciudades y provincias que conforman este invento que se empeñaron en llamar Castilla la Mancha. Y esto es y seguirá siendo así, porque los que dominan las agrupaciones provinciales de ambas formaciones, aspiran a seguir siendo unos pajes bien pagados de quienes ocupan el trono del poder autonómico.
Si alguien de forma ilusa tenía esperanzas porque el Partido Popular había ofrecido algún tinte de renovación, presentando nuevos rostros a las elecciones locales, esa ilusión lo normal es que se esté transformando en pesimismo, después del cúmulo de despropósitos con el que han comenzado la legislatura. Y es que no puede haber renovación, mientras los cargos de la cúpula provincial sigan siendo los mismos que tienen más que demostrada su falta de interés por el bien común y el progreso del Pueblo al que representan. Marina Moya, demostró en los ocho años que su Partido dominaba el Parlamento Nacional, una mansedumbre en temas de vital importancia para Cuenca, como el propio AVE, que casi nos lleva a perderlo; o aceptando con docilidad, los plazos que rozan la eternidad con que se licitaban los tramos de la Autovía de Tarancón. O no diciendo nada, cuando se perdieron los 200 millones de euros que recogían los PGE para el Tren Convencional.
Unos y otros, tanto los del Pp de Cuenca, como los del Psoe de Cuenca; todos perfectamente domesticados por los de arriba para conservar sus cargos y sus elevados sueldos, carecen de voluntad para que cambien las cosas, porque así a ellos les va muy bien. Aunque algunos pensemos que es triste vivir siempre con la pelota en la mano para sujetársela a los jefes.
Era un síntoma claro el hecho de que el nuevo Alcalde de Cuenca, Francisco Javier Pulido, hiciera la callada por respuesta ante aquellas declaraciones de unos directivos de Renfe; que aun siendo torpes, porque seguían la doctrina de Perogrullo, estaban cargadas de veneno.
El fatal designio del Ferrocarril por Cuenca debe ser contemplado desde dos perspectivas; de un lado la cuestión autonómica, y de otro el afán inmobiliario de algunos constructores locales, que buscan el mayor enriquecimiento posible en el menor tiempo.
De una parte; poco se ha hablado hasta ahora, paradójicamente, de las ventajas reales que debe tener la línea por Cuenca en comparación con la línea por Albacete. Y éste es el meollo de la oposición que parte del poder autonómico, y el temor de los de aquí a enfrentarse.
Esta línea podría ser una “mina de oro” desde el punto de vista del transporte de mercancías, uniendo el intercambiador de Coslada (puerto seco) con el puerto de Valencia y ahorrando en el desplazamiento un euro por kilo de mercancía transportada, ya que la distancia por Cuenca es 100 km menor que por Albacete. Además, la saturación de la línea de Albacete utilizada actualmente para el 100% del tráfico de mercancías y el 95% de pasajeros entre las tres comunidades (Madrid, Castilla-La Mancha y Valencia), aconsejaría la alternativa de una línea prioritaria de mercancías por el corredor conquense que, a la vez, pudiera dar un servicio regional satisfactorio. Tengamos en cuenta que la línea de Cuenca es la única que sale por el Oeste de la ciudad de Valencia y se halla en estos momentos prácticamente inexplotada y virgen. Si añadimos la congestión cada vez más importante del transporte por carretera y la tendencia europea a potenciar el transporte de mercancías por ferrocarril, esto nos dibujaría un escenario ideal para el futuro de la línea que atraviesa nuestra provincia. Pero aquí conviene estar calladitos, en lugar de valorar nuestra posición en el mapa.
Ahora bien, ¿Qué es necesario para la viabilidad de la línea?: En primer lugar, la implicación cierta por parte de los gobiernos nacional y regional, lo que supondría la aportación de las inversiones necesarias para acondicionar el trazado, de manera que alcance unas condiciones razonables de competitividad, que lo hagan atractivo para las empresas privadas en los comienzos del siglo XXI que estamos viviendo.
La ley posibilita que el Gobierno Autonómico adopte las medidas políticas y presupuestarias necesarias para intervenir en la línea. En ese sentido, cabe recordar que el Expresidente Bono al estampar su firma en el acuerdo de Murcia de 8 de enero de 2000, en donde se decidía el trazado definitivo de la nueva línea del AVE, firmaba también como acuerdo anexo la modernización de la línea convencional. Por eso, pensamos que en este asunto no cabe ahora lanzar balones fuera, sino que cada cual desde la Administración que gobierna tiene que asumir sus responsabilidades para que se cumpla lo pactado.
Todo esto debe plantearlo con firmeza Pulido en su reunión con Barreda; pero visto lo visto está claro que no lo va a hacer.
Desde la vertiente de la especulación inmobiliaria; hace ya décadas que el Ayuntamiento de Cuenca pretende llevarse lejos de la ciudad el Ferrocarril, siendo gobernado por socialistas o populares. Está claro que se trata de dejar libre el espacio que ahora ocupan las intalaciones ferroviarias, para llenarlo de pisos y apartamentos; y, además, con la llegada del AVE, intentar potenciar para el mismo objetivo, una zona muy alejada del núcleo urbano. Aún a costa de dilapidar la funcionalidad de ambos servicios que, tan lejos de la ciudad, tendrían muy limitado su uso; salvo, claro está, la de las mercancías. Si el AVE sería poco accesible a través de un apeadero alejado y a la salida de un túnel, el tren convencional perdería cualquier posibilidad de subsistir; desaparecería.
Todo esto, con Independientes por Cuenca participando en la gobernabilidad del Ayuntamiento, formaría parte de la historia; de esa historia que debemos recordar solamente para que no se repita. Es lo que algunos trataron de evitar en las pasadas elecciones; y, de momento, lo han conseguido. Pero ya veremos dentro de tres años y medio.
(El viernes 27 de julio de 2007 en El Cronista Independiente de Cuenca expresábamos, a través del artículo "El Psoe dice que trabaja por el Tren ¡en silencio!"; "Por ello, Instamos al Concejal de Izquierda Unida a que vuelva a presentar en el Pleno Municipal, la moción que en su día fue rechazada por los votos de un Psoe con mayoría. Será una excelente oportunidad para comprobar si de verdad se trabaja por el Tren, aunque sea en silencio; o si simplemente, y es lo que pensamos, se dice esto porque ni se trabaja, ni se quiere trabajar." Ahora desde este mismo medio agradecemos que Bobillo presentara la moción sobre el Ferrocarril Convencional en su primer Pleno Ordinario. Ya lo creo que los has desenmascarado).
Ánimo y a seguir así Ángel Luis.
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