Parece más preocupado el alcalde de Teruel, que el de Cuenca, por la negativa del Gobierno de Zapatero a hacer la Autovía

LA OPINIÓN.- Parece más preocupado el alcalde de Teruel, que el de Cuenca, por las consecuencias negativas que tendría para su ciudad el veto que hace el Gobierno de Zapatero a la ejecución de la Autovía Cuenca-Teruel.

Mientras Pulido no dice ni pío, y lo peor, ni se inmuta para tomar alguna iniciativa que impida que se disipe una promesa de décadas, el aragonesista Miguel Ferrer sí que se muestra activo para intentar evitar lo que además de ser una enorme injusticia, supondría la desesperanza por lograr que su tierra, de la cual él es uno de los mayores responsables políticos, salga del abandono e inicie el camino hacia el desarrollo y la modernidad.

No debemos olvidar que el Proyecto de la Autovía que debe unir Cuenca con Teruel, es algo más que una promesa tanto del Pp, como del Psoe; es más, ya el Gobierno de Aznar había incluido más de 40 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado de 2004 de cara al inicio de las obras. Dinero que nunca invirtió el Gobierno de España bajo la administración del Psoe, el cual dejó congelado más de 5 años y medio el Proyecto dentro de las dependencias del Ministerio de Medio Ambiente, en espera de una declaración de impacto ambiental negativa claramente preconcebida, desde el primer momento, como se vio al dejar al trasluz los planes para llevar a cabo otra vía, la de La Alcarria, que entraba en competencia desleal con la Cuenca-Teruel.

No podemos comprender la postura silenciosa, e inoperante, de nuestro Alcalde con especto a las grandes infraestructuras que necesita Cuenca; ya se mostró absolutamente abúlico cuando desde la dirección de Renfe se decía que el Corredor de Ferrocarril de Cuenca nunca sería una vía que habilitaría el Estado para el transporte de mercancías entre Madrid y Valencia, porque el viario no sería capaz de soportar el peso de las 900 toneladas de algunos comboyes de mercancías.

El Cronista Independiente de Cuenca, iniciaba su andadura aquel 20 de julio, con un artículo en el que nos preguntábamos ¿donde esta Pulido mientras los directivos de RENFE anuncian su postura en contra del Ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia? Pero lo peor es que vemos que casi año y medio después su actitud sigue siendo la misma.

Decíamos entonces que esto nos lo imaginábamos cuando, en una entrevista que se publicó en sus primeros días de Alcalde en "Global Castilla la Mancha", dijo que dentro de su catálogo de pretensiones en materia de infraestructuras, aspiraba para esta legislatura al cierre de la Autovía de Tarancón, y a que se inicie la de Albacete. Y nos lamentábamos de que este Alcalde empezaba a hacernos pensar, de seguir por donde había comenzado, que como sus predecesores tiene una de las mayores carencias que existen para practicar la política con éxito, y sobre todo para beneficio de los administrados; y ese problema, no es otro que proyectar su propia incapacidad en quien se tiene la obligación de defender -ciudadanos y territorio-.
Está más ocupado Pulido en sacar adelante el POM injusto y especulador de Cenzano, que únicamente mira por el interés de unos cuantos listillos, que en tratar de resolver los problemas de Cuenca, y de buscar las mejores soluciones para el futuro.

Mal empezó Pulido, rebajando dos días después de elecciones las pretensiones que había planteado a los ciudadanos antes de la jornada electoral; peor, subiéndose los sueldos de forma injustificada en el primer Pleno corporativo, mientras anunciaba la necesaria austeridad presupuestaria que marcará su política en esta legislatura, debido a la situación heredada de enorme precariedad económica de nuestro Ayuntamiento. Pero aún se seguirá agravando, si su mansedumbre deja que "los lobos de siempre" campen a sus anchas, sin tan siquiera soltar una voz para intentar ahuyentarlos.

Y ahora con el tema de la Autovía, a reflexionar.