LA OPINIÓN.- ¿Y qué dice el alcalde de Cuenca con respecto al veto que hace el Gobierno de España, a través del Ministerio de Medio Ambiente, a la ejecución de la Autovía de Teruel? Imaginamos que poco, o muy poco; y si dice algo con poca sustancia.
Cuando el pasado 7 de septiembre se reunía el alcalde de Cuenca con Víctor Morlán, llamado por el propio secretario de Estado de Planificación del Ministerio de Fomento, precisamente en aquella fecha cuando los conquenses estaban centrados en firmar para que Pulido cumpliera con los acuerdos con iXC sobre la convocatoria del Referéndum de la Estación; le dijimos al Primer Edil que había caído en el cepo de uno de los mayores enemigos que tiene Cuenca dentro de la política. ¿Esas son la reuniones institucionales que sí consagra la portavoz del Grupo Municipal Socialista Inmaculada Cruz?
El Alcalde acudió a aquella cita retorciada y malintencionada, atraído por llegar a un apaño con el Estado para sacar las vías de la ciudad y reforzar con ese hueco un convenio aún más especulativo; como de hecho lo es enormemente el firmado por parte de Cenzano con el Adif, y que a Pulido le llena los ojos de merengue, de nata y de crema por aquello de la necesidad financiera del Consistorio, pero que es pan para hoy, y mucha hambre para mañana. Es la mentalidad de estos dirigentes de Cuenca, siempre cortos de miras.
A Morlán lo único que le interesa de Cuenca, es llevarse de aquí los euros con que el Adif se va a lucrar por las suculentas plusvalías que va a obtener cuando se saquen a concurso los terrenos de Renfe, para llenarlos de casas. Unos terrenos que se expropiaron para unos trenes que ahora, en el mejor de los casos, le quedaran muy lejos a la ciudad, si finalmente los listillos de siempre se salen con la suya.
Y es que Pulido en esto de la política ha entrado como elefante en cacharrería, además de hacerlo rematadamente mal, como el anterior y el anterior, se pone en el centro de la diana para llevarse él todos los dardos e invita a los socialistas a que se los lancen. Es inaudito que un secretario de Estado, con carné del Psoe como es natural, lo citara en el momento preciso en que empezaba a destacarse en algo verdaderamente importante y beneficioso, como lo es el referéndum de la Estación que acordó con iXC, y lo deslumbrara como si se tratase del mismísimo Kennedy que hubiera retornado a esta vida.
Víctor Morlán, el hombre del Psoe que tendió el anzuelo en el que picó Pulido, es el personaje que paralizó por completo el proceso que seguía la Autovía de Teruel para su ejecución; es más, es el personaje que nos visitó en 2004, el año que desapareció la partida de 40 millones de euros que había en los Presupuestos de su departamento como secretario de Estado de Fomento, y nos soltó, con la mayor caradura, aquello de la enorme dificultad para diseñar una Autovía por los bosques frondosos y montañas insalvables de la serranía de Cuenca; y uno de los principales responsables de que se perdieran los 200 millones de euros para nuestra línea de Ferrocarril. Pero Pulido ni le abrió el pico, por aquello de que no tenía ni idea, porque en esto de la política además de ser nuevo, es peor que un novato, ya que ni se asesora ni medita a cerca de con quién se reúne ni para qué. Es como los niños, se encuentra un caramelo en el suelo, y sin pensarlo lo coge y se lo come.
Y Mª Ángeles García si lo sabía "a chitón", frotándose las manos y trazando la argucia para fraguar la jugarreta al Alcalde y favorecer a los constructores. Ahora es la presidenta, y por tanto la jefa de Pulido en el organigrama del Pp, e imaginamos que mientras no cambien las cosas lo será además en el propio Ayuntamiento; pero Cuenca, como siempre les queda a todos de segundona o tercerona perdiendo y en puestos de descenso.
Hace más de tres años, preguntado por la situación administrativa del proyecto de autovía entre Cuenca y Teruel, el entonces secretario de Estado Víctor Morlán, recordó que la misma estaba pendiente de la declaración de impacto ambiental -ya sabía que nada de nada, era un engaño-, y auguró "fuertes condicionantes" en ésta al atravesar la línea de zonas boscosas "de gran valor ambiental" que, en su caso, obligarían a hacer "muchas correcciones" en el proyecto.
Como veremos mañana en el BOE, ya ni siquiera nos dan la opción de las muchas correcciones al Proyecto. Claro está, después de más de 5 años y medio estudiando y estudiando nos hacen ver, de pronto, que se han dado cuenta de que es imposible. No será que no lo han intentado con tantos años de estudio.
Víctor Morlán, el hombre del Gobierno con el que se reunió Pulido hace un par de meses para ofrecerle un gran negocio al Estado, es el principal artífice de que Cuenca se quede sin esta Autovía que nos prometieron durante décadas; y uno de los responsables de la eternización de la Cuenca-Tarancón. Pero todo eso nuestro alcalde, o lo ignora como casi todo lo que respecta a la política de Cuenca, o le importa un pimiento -ni el Tren Convencional, ni el AVE, ni las autovías-; él a lo suyo, a lo de Cenzano, a dejar hueco en los terrenos de Renfe para llenarlos de casas; que lo demás, lo que afecta al progreso de Cuenca, es harina de otro costal.
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