El Tiempo en Cuenca

jueves, 4 de octubre de 2007

El Consejero de Industria dice lo contrario que Sarrión hace un año; pero éste le sonríe. Y el de Educación lleva a Guadalajara lo que niega a Cuenca



Si antesdeayer nos despachábamos con unas declaraciones del Senador Luis Ayllón, al presentar los PGE para 2008, que son el paradigma del cinismo político; ayer se corrió de turno hacia dos personajes que ocupan sillón de entre los que forman parte del Consejo de Gobierno en el coso autonómico.

De un lado, el Consejero de Industira y Sociedad de la Información, José Manuel Díaz Salazar, se ha presentó en nuestra ciudad para presidir el acto de clausura del VI Foro Empresarial de CEOE CEPYME Cuenca, y ha destacado la potente natalidad empresarial de nuestra provincia, y que hay que aprovechar estos crecimientos para incorporar de forma rápida e inteligente el talento que se está formando en la Universidad de Castilla-La Mancha y en el sistema educativo regional. Esto lo dice aquí y se queda tan ancho; precisamente en una provincia que tiene que soportar la mayor tasa de emigración de jóvenes y de fuga de talentos por la falta de titulaciones acordes con las exigencias del mercado laboral; sin carreras dentro del ámbito científico y tecnológico que abarquen la formación que demanda la empresa en nuestros tiempos.

Pero claro; esto lo expresa, como no podía ser de otra forma, en un clima favorable de adulación, sentado al lado del personaje que un día tuvo la ocurrencia de decir en Cuenca que "El acuerdo sobre el agua nos va hacer alcanzar el futuro"; u otro día que "una vez entre en funcionamiento el AVE, el ferrocarril tradicional va a desaparecer"; o aquello del "entusiasmo que transmite el presidente Barreda por un Protocolo importantísimo que incluso reconozco haberme llegado a sorprender", aludiendo al sainete que interpretaron Barreda y la Ministra de fomento, firmando el PEIT -Plan Estratégico de Infraestructutura y Transportes-; del Presidente de la Patronal Conquense, Abrahán Sarrión, que tuvo el descaro de sentenciar, hace poco más de un año, que dudaba de la viabilidad de que se instalen industrias en Cuenca "por la falta de mano de obra cualificada". Y hoy sin embarogo, escucha al Consejero decir lo contrario, y se calla.

Abrahán Sarrión, es el personaje que primero decía que era inviable que el trazado del AVE fuera por Cuenca, cuando corrían los tiempos en los que Bono y el Ministerio de Fomento estaban decantados por la opción de Alcázar y Albacete; y que utilizó su cargo de Presidente de la asociación empresarial conquense, para aparecer en los medios de información pronunciando frases con poco sentido, como que "situar la Estación del AVE en los terrenos de Renfe, ocasionaría una penalización de más de 15 minutos para los trenes que entrasen en la ciudad", pero con una clara repercusión hacia la opinión pública al falsearse la verdad de forma deliverada; y que votó a favor de ubicar la Estación en La Estrella, como miembro del mal llamado Pacto por Cuenca, y así contribuiyó a llevarse "el gato al agua" de su interés privado, ya que es beneficiario de una importante bolsa de terreno recalificado para viviendas en el término de Villar de Olalla, a poca distancia de donde se pretende situar El Apeadero.

“Hay mucho talento a disposición de las empresas y no podemos perderlo. Las empresas tienen que saber que la tarea de redefinir lo que hacemos sólo se puede hacer con el talento de las personas que manejan idiomas, Internet, que sabe diseñar o que no tiene miedo de salir al mundo”, apuntó Díaz Salazar al respecto; al lado de una persona que sonreía, mientras escuchaba del Consejero exactamente lo contrario de lo que él mismo presentaba hace una año ante la opinión pública, como una traba infranqueable para que lo que exponía en ese momento Salazar fuera verdad.

Recordó el Consejero de Industria que en Cuenca, además, está la sede del Centro Regional de Diseño que puede aportar a los productos industriales mucho valor añadido. Fíjense lo que aportará un Centro que cuenta con un escasísimo presupuesto, como demuestra su ubicación en uno de los "cuartos" del Vivero de Empresas del Terminillo.

De otro lado, el Consejero de Educación, José Valverde, también declaró ayer que éste es un curso ilusionante para el futuro universitario de Guadalajara; y no es de extrañar. Mientras en Cuenca se nos niega el oro y el pan, con respecto a la ampliación de estudios universitarios, en Guadalajara se está construyendo un nuevo campus, que en la realidad se trata de una auténtica Universidad; para lo cual se han destinado 180 millones del presupuesto de la Junta de Comunidades, más otros treinta millones de la misma caja, para dotarlo de un Parque Científico y Tecnológico que respalde una formación en las mejores condiciones.

Mientras en Cuenca se habla de que no es posible pensar en nuevas carreras, porque antes se debe desarrollar el proceso de convergencia que se pactó en la Convención de Bolonia; en otros sitios como esta vez en Guadalajara, el consejero de Educación y Ciencia, destaca la importancia de este curso para el desarrollo de Guadalajara como ciudad universitaria y, en este sentido, asegura que “se abre ahora un periodo ilusionante”.

Si aquí se dice no puede ser porque es un lujo que saldría del bolsillo de todos los castellano-manchegos, y eso no sería justo, como declaró el Vicerrector Ignacio Albentosa, en Guadalajara se edifica un nuevo Campus Universitario que ocupará 170.000 metros cuadrados, de los que se van a construir más de 50.000 de instalaciones docentes con las más altas cualificaciones.

A la vez que en Cuenca se pone una y otra disculpa para intentar demostrar que lo de las nuevas titulaciones es de todo imposible; en Guadalajara ayer Valverde recordó que el ambicioso proyecto universitario, permitirá que en unos años se duplique el número de alumnos y alumnas de la Universidad de Alcalá en Guadalajara y, además, una vez que se concrete en los próximos meses el catálogo de titulaciones universitarias, en el nuevo campus podrán impartirse nuevas enseñanzas.

Y esto es sólo un capítulo más en el culebrón de agravios comparativos que recibimos en esta historia de marginación, en lo referente a la Universidad, desde que Barreda consiguiera que se aprobase su propio "Plan" para la nueva distribución de los centros que nos dejó sin una sola de las numerosas titulaciones que ya estaban fijadas por el Real Decreto que se derogó.

Y Guadalajara no es el único sitio en el que el Gobierno de Castilla la Mancha tiene planteado aumentar el número de titulaciones; en Albacete, Toledo o Ciudad Real también; pero si les parce eso se lo cuento otro día.

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