LA OPINIÓN.- En Cuenca, parece ser que más allá del debate de taberna, no damos para más. Los foros de internet reflejan, ni más ni menos, que el aprendizaje de un pueblo por la mala pedagogía que se le aplica desde los ámbitos de expresión, en los que la democracia debe tener sus bases para el ejercicio de soberanía de una sociedad con criterio; y éstos a su vez son aquí el síntoma más claro, de una clase dirigente dominadora y pobre de ideas.
Una sociedad desinformada, es una sociedad sin libertad para decidir sobre las cuestiones que le afectan; y por eso lo normal es que lo haga mal. No se trata de que nuestro pueblo carezca del derecho a ser soberano, ni mucho menos; sino de la falta del criterio necesario para desempeñar bien ese derecho. Y eso es lo que está sucediendo en Cuenca, y por ello contemplamos con pasividad la carencia de inversiones para nuestro propio desarrollo, mientras en otros lugares cercanos, con los mismos recursos, iniciaron un despegue hacia la modernidad con la entrada de la democracia, con una transformación que se palpa a diario.
Aquí se le da importancia a los temas banales, porque carecemos de conciencia sobre lo que realmente nos conviene. Nos pensamos que las cosas son así, porque tienen que serlo; y no nos ocupamos de las causas. Si la prensa parece más un canal de propaganda institucional, que un medio de información y un recurso donde la crítica garantiza la plena libertad y el control democrático; lo achacamos a la carencia de asuntos por ser una sociedad pequeña. En la prensa, radio y televisión locales lo único que tiene cabida, fuera del contexto que impone el poder, es lo intranscendente.
Lo estamos padeciendo ahora, por ejemplo, con la cuestión de la ubicación de la Estación del AVE, que afectará a nuestro desarrollo durante las próximas décadas, o con el eterno retraso de las grandes infraestructuras. Mientras la prensa de aquí, o bien refleja la versión oficialista sin más, o le encuentra escondite destacando las idioteces más anodinas.
La noticia que destaco hoy, es una más de las muchas que se están produciendo en esta Comunidad Autónoma casi a diario desde hace años; pero que en Cuenca, sin embargo, nunca tenemos la oportunidad de disfrutarlas, porque no se producen. Que el reparto de la riqueza no es equitativo hacia los conquenses, no es algo nuevo que se diga desde Independientes por Cuenca, es una realidad; pero aún así, el necesario sentimiento de iniquidad que deberían tener los conquenses, no existe, quizá porque no son perceptores de esa realidad como una consecuencia de una política de discriminación desde los poderes públicos de Castilla la Mancha. Y eso, desde luego que nos perjudica, porque esa falta de conciencia social, es la culpable de que no se ponga remedio.
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