El titular que aparece hoy en la Tribuna, en el que se informa sobre la situación de desventaja de Cuenca con respecto a las demás, a nivel de infraestructuras de comunicación, no supone ninguna novedad. Efectivamente, Cuenca es la capital peor comunicada de cuantas son candidatas para ostentar el titúlo de Capital Europea de la Cultura en el año 2016.
Y lo peor de todo, no solamente es que aún haciéndose los proyectos pendientes dentro de las fechas en que se decidirá la que defenitivamente resulte elegida, Cuenca continuaría siemdo la más desaventajada en ese sentido; sino que lo que realmente es peor, es la falta de interés de los gobiernos Central y Autonómico por que las cosas cambien; ni tan siquiera hay intención de que las obras estén ejecutadas dentro de los plazos.
En un artículo que publicábamos el pasado verano sobre esta cuestión, titulado "La Cultura como Coartada", hacíamos un análisis de lo que es necesario para situar a nuestra ciudad con aspiraciones serias de cara a la nominación; y, evidentemente, como no puede ser de otra forma, entre lo mencionado están las infraestructuras de comunicación.
Cualquier ciudad que pretenda posicionarse para albergar un evento internacional de estas características, si realmente no se trata de utlizar la propia candiatura como objeto de demagogia electoralista, debe considerar la importancia que los organismos internacionales de selección conceden a la calidad de las vías de comunicación de las ciudades aspirantes. Por eso mismo, teniendo en cuenta lo que aparece reflejado en el Proyecto de Presupuestos del Estado y de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, nos da la impresión de que lo anunciado por Barreda a dos meses de elecciones, se trataba exclusivamente de demagogia electoral, sin mayores pretensiones que el logro de un mayor número de votos guiados por la ilusión de una mentira.
Si fuera cierto que el Gobierno de Castilla la Mancha, tuviera entre sus planes situar a la ciudad de Cuenca como una aspirante plena de facultades para ser la elegida; pues, por ejemplo, no tendríamos ahora un Proyecto de Presupuestos Generales de la Junta, para este próximo 2008, en el que no solamente son ridículas las cantidades que se destinan a este tipo de grandes estructuras de comunicación, como los 340 mil euros para la Autovía Cuenca Albacete, en lo que afecta a nuestra provincia; o los cero euros que se incluyen para el resto de las prometidas, como la Cuenca-C. Real, e instaría al Gobiernode España a que hiciese lo que le corresponde; si Barreda no hubiera hecho aquel anuncio antes de elecciones con la única fianlidad de engañar para conseguir más votos, para los Presupuestos del año que viene, de cuya confección y aprobación él es el responsable, se dedicarían partidas importantes para elementos y equipamientos culturales necesarios. Porque, en realidad, salvo la Semana Santa, la Música Religiosa, los museos preexistentes a la exsitencia del Ente Autonómico, y poco más, no se ha hecho casi nada realmente importante en estas últimas décadas.
Mucho tendrá que presionar Pulido, si quiere que Cuenca llegue a tiempo para ser candidata con opciones de ser elegida. Pero, según se desprende del conformismo y la apatía con la que se ha expresado después de conocerse que en los Presupuestos hay menos de lo mismo de siempre, sinceramente somos bastante pesimistas a este respecto.
Por increíble que parezaca, la cultura está sirviendo de coartada para ilusionar a un pueblo, que si hace tres décadas estaba en las mismas posiciones de subdesarrollo que las capitales del entorno; desde entonces siempre ha visto cómo éstas han ido siempre hacia delante; mientras a Cuenca la han dejado estancada.
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