El Tiempo en Cuenca

miércoles, 2 de abril de 2008

El Palacio de Congresos, como el Hospital, también cambia de ubicación. Pero como no quieren hacerlo, montan el rifi-rafe

El Ayuntamiento de Cuenca ha decidido buscar otro emplazamiento para situar el Palacio de Congresos y Exposiciones prometido por la Junta desde hace dos décadas y un lustro; pasaría de los terrenos de Renfe, a un parcela en el "Cerro de la Horca" con una extensión de 31.000 metros cuadrados.

Tiene razón la portavoz del Equipo de Gobierno Municipal, María Ángeles García, al declarar que esta decisión que motiva el cambio es que la parcela de 31.000 metros cuadrados, donde ahora se ha planteado construirlo el consistorio, ya es de titularidad municipal, y eso aceleraría mucho más la edificación del Palacio que si esperamos a que se solucione el convenio con ADIF sobre los terrenos junto a las vías ferroviarias.

La parcela que el Consistorio defiende como más adecuada para la construcción de este Palacio de Congresos está situada tras el polígono de la Cerrajera, y con acceso a la Ronda Oeste. La portavoz indicó que "se puede hacer el aparcamiento y el hotel que defendía la propuesta en los terrenos de Renfe, pero sin esperar a que se desarrolle el Plan Especial de Reforma Interior número 9 que afecta a esa zona".

Ya sucedió con el nuevo emplazamiento para el Hospital prometido por Barreda en Cuenca del que, por cierto, Pulido debe dar muchas explicaciones sobre la recalificación para hacer 1500 viviendas en aquel lugar en el que hay propietarios muy vinculados al Pp, de lo que pronto informaremos; como de los intereses de un constructor y editor de prensa con intereses en la zona; pasa con lo del Hospital y vuelve a suceder con el Palacio de Congresos y Exposiciones; no les vale para avergonzarse que sea una promesa incumplida desde principios de la década de los años ochenta, sino que encima montan la bronca porque dicen que ya que lo iban a hacer en otra parte, ahora van y lo cambian de sitio. Mira por donde, después de veinticinco años, ahora que iba de la verdad de la buena, llegan otros y se lo cargan; será posible. Y es que no quieren hacer ni lo uno ni lo otro.

No es algo nuevo, ni mucho menos, la promesa de hacer en Cuenca un Palacio de Congresos y Exposiciones.

En el año 1983, en plena campaña electoral, el entonces todavía joven Diputado por Albacete en las Cortes Nacionales, y candidato para el cargo de Presidente de Castilla la Mancha en aquellos comicios, hizo en Cuenca la promesa de realizarlo si ganaba las elecciones, como proyecto estrella del Partido Socialista en la siguiente legislatura para nuestra provincia.

Efectivamente, Bono fue elegido por los castellano-manchegos, pero ni en los cuatro años siguientes, ni en sus cuatro legislaturas posteriores la Junta invirtió un solo céntimo en cumplir esa promesa.

Tuvieron que pasar veintitrés años y más de cinco legislaturas y media, para que un miembro de la Junta, Díaz Salazar, viniera a Cuenca a firmar un protocolo en el que Castilla la Mancha destinaba algunos euros para este motivo. No, no se trataba del dinero que costarían las obras si finalmente se hiciera, ni tan siquiera del proyecto de construcción con los planos y demás.

No, no se trataba de ir a cumplir ya con la promesa que hizo el antes retirado de la política y ahora presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, allá a principios de los años ochenta. Se trataba de pagar un estudio que demostrara, o no, la viabilidad de cumplir con la anciana promesa del Partido Socialista de Castilla la Mancha con Cuenca, y luego ya se vería. Ahora, dos años y tres meses después de aquella firma, está claro que se trataba de un nuevo engaño electoralista. Y encima lo ponen ahora de excusa como el gran convenio del Ayuntamiento con la Consejería de Industria.

Mientras en otras capitales de esta autonomía ya cuentan con su Palacio de Congresos y Exposiciones, como muy pronto va a suceder en Guadalajara, casi sin enterarse, porque no es para tanto bombo, en Cuenca nos volvieron a mentir.

Se le podía dar la interpretación que conviniera, como la del entonces Tte. de Alcalde Juan Ávila, actual Presidente de la Diputación, que nos contaba que era necesario hacer un estudio para que el futuro Palacio se ajustara a las características de Cuenca. Nos dijo que era lo mejor para que fuera un proyecto rentable. Pero el caso es que después de veinticinco años de engaño a los conquenses, la Junta de Comunidades lo más que ha llegado es a comprometer unos míseros 58 mil euros, que no han sacando al Palacio de Congresos de la teoría.

En aquel acto protocolario, el Consejero Díaz Salazar, seguramente con sonrojo hacia sí mismo, intentó exculpar, en la medida de lo posible, a los socialistas manchegos porque sabía que se iba a mantener el engaño y lanzó los balones fuera, para culpar al ADIF -heredera de Renfe-, por no firmar –se firmó en julio-el convenio tan ansiado por Cenzano, de los terrenos donde ahora dicen que se instalará este pabellón.

Desconocemos en este momento las verdaderas intenciones del actual Alcalde, Francisco Pulido, con respecto a los terrenos de RENFE, él dice que para llenarlo de jardines, bancos y columpios de niños; aunque si es así, ¿por qué destruir el gran espacio verde natural que supone las riveras del Júcar a la altura de las hueras de la Alameda y el antiguo Club Serranía. En todo caso serán perjudiciales, porque busca la eliminación del Tren Convencional, y tratar de que sea irreversible la mala faena de la Estación del AVE; pero lo que está claro es que las diecisiete hectáreas de terreno de uso ferroviario con lo pactado entre el Ayuntamiento y Adif , se convertirían, si se mantiene, en suelo cargado de edificios. Con lo que el Ayuntamiento dispondría de más del 20%, que en su mayor parte adjudicaría a algún empresario para la construcción de viviendas, y Adif, con el 60% sería la mayor especuladora de suelo de la provincia.

Lo que está claro es que la disculpa de que no se presupuesta nada, porque depende del desarrollo del Convenio entre el Ayuntamiento y el Adif, se le ha acabado a la Junta de Comunidades, pero como vemos ni por esas. Y Cuenca, si no se trabaja con diligencia por parte de las autoridades locales, como sucedía con Cenzano, seguirá sin el Palacio de Congresos y Exposiciones que prometió Bono en las primeras elecciones autonómicas, allá en la primavera del año 83

Por eso nos parece adecuado lo que dijo el lunes la portavoz municipal, al señalar que van a solicitar una reunión con el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, para acelerar en lo posible la tramitación de esta obra, y que de una vez por todas la Junta de Comunidades aporte el presupuesto del Palacio de Congresos, que superará los 43 millones de euros; y por tanto pueda estar hecho lo antes posible "porque es una de las infraestructuras básicas para nuestra candidatura como Capital Europea de la Cultura en el año 2016", entre otras muchas cosas habría que añadirle.

Un Palacio de Congresos y Exposiciones es una industria por sí mismo, en cuanto a que genera empleo directo e indirecto. Pero lo que es mucho más importante, potencia otras industrias que lamantablemente en Cuenca se encuentran subdesarrolladas; como es el caso del turismo y principalmente pone en contacto al mundo de la empresa y el negocio con la ciudad de Cuenca, lo que bien aprovechado no es desdeñable.

Decenas de miles de personas de los diferentes ámbitos de las ciencias, la cultura y el negocio, se darán cita en nuestra ciudad que, incluso a veces, por la importancia de algunos eventos congresuales, se convertirá en el epicentro de la atención nacional e internacional; por eso no se debe permitir que se pierda más tiempo en esta cuestión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Empiezo a pensar que Cuenca tiene lo que se merece, deberíamos estar todos los días de manifestaciones, pero no, aquí nunca pasa nada parece que la gente esté conforme, con un auditorio tan conformista nuestros políticos están de lo más cómodo, y lo peor de todo es que tanto los de un lado como los del otro, parecen estar de acuerdo en todo lo que a Cuenca no le conviene. Sinceramente creo que no nos defienden.

Ana H. dijo...

Totalmente de acuerdo, aquí prima el pasotismo más absoluto,que conlleva al aburrimiento y como no, al subdesarrollo en el que esta ciudad se encuentra.