Este miércoles, la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha emitirá un comunicado con el que se cerrará, quizá en falso, el conflicto generado en el Campus de Cuenca por la ampliación de titulaciones que aprobó el Gobierno de Barreda, y que cuenta con el visto bueno del Consejo de Gobierno de la Universidad.
El acuerdo al que se ha llegado, es fruto de la reunión celebrada el lunes a tres bandas, entre representantes del Gobierno autonómico, del Rectorado, y de los diversos colectivos que conforman la Plataforma “Salvemos el Campus” de la que forman parte la mayoría de directores y decanos del mismo.
Básicamente, los puntos de encuentro se centran; por un lado, en considerar Turismo como una titulación ya implantada en Cuenca, puesto que ya formaba parte de una de las líneas de Humanidades que se venía desarrollando en nuestra ciudad y, por tanto, con la implantación del nuevo sistema que se establece como consecuencia de la adaptación a los tratados de Bolonia, susceptible de transformarse en una titulación de grado. De esa manera ese “hueco” hasta el cupo mínimo de dos titulaciones nuevas asignadas por Campus se completará, además de con Periodismo, con otra carrera nueva, que podría ser Veterinaria.
Por otra parte, y en lo referente a la Politécnica, se añadirá a los estudios de grado de Imagen y Sonido, un Máster en Telecomunicaciones y a los actuales de Arquitectura Técnica, otro en Ingeniería de la Construcción. A ello se le sumarán los centros tecnológicos que complementan la formación en ambas especialidades universitarias.
Sin embargo, y aquí encontramos una de las principales pegas que se le pueden poner al acuerdo, que no la única, es que el mismo no se verá reflejado en la sesión que llevará a cabo el Consejo Social de la Universidad el próximo 8 de mayo, con lo cual el nivel de compromiso para la ejecución del acuerdo, de momento se limita a la emisión del mencionado comunicado.
En el artículo que publicamos el sábado en estas mismas páginas, con respecto a nuestra impresión de lo que podría pasar en esta reunión, decíamos que estos dirigentes de diversos centros del Campus de Cuenca, que han sido los negociadores, iban a asumir que lo que se llegara a acordar no sería una opción institucional como tal; y eso nos llenaba de miedo e incertidumbre y por ello también de un grado importante de desconfianza, y celebrada la reunión y habiendo acuerdo, nos reafirmamos en la postura, ya que los elementos de la otra parte; es decir Junta y Rectorado, ya han demostrado muchas veces que sus palabras se las lleva el viento.
De hecho, lo que pretenden, decíamos, si de verdad se quiere compensar la situación de desequilibrio histórico del Campus conquense, es sencillamente imposible. No es creíble que se vaya a hacer algo serio, si las tres partes implicadas tienen a la vez que hallar una solución que no transmita la imagen de una rectificación de la Junta presionada por las protestas; ni que dé a entender que la Universidad le “enmienda la plana” al Ejecutivo que dirige Barreda. Se trata de hacer hacia Cuenca una política de discriminación positiva, concepto que tanto les gusta usar a los políticos del Psoe, y de esa manera cumplir con el mandato Constitucional y Estatuario de llevar a cabo las políticas necesarias que conduzcan al reequilibrio entre territorios, y por ello tendentes a invertir riqueza en aquellas zonas menos favorecidas. Y así se podía haber resuelto el asunto, pero plasmado ya en lo que resultará de la sesión del próximo 8 de mayo.
Pero no, en ese aspecto los peores temores se nos confirman, pues el próximo 8 de mayo después de la votación en el Consejo Social, nos quedaremos en solitario con un comunicado y sin nada aprobado. Y en esto, como sucede con las obras que emprenden las instituciones del Estado, lo que no aparece en los presupuestos, simplemente no existe, y las mejoras que se han acordado, además de insuficientes no estarán reflejadas en ningún documento, porque lo que aprobará el Consejo Social es exactamente lo mismo que el otro día aprobó el Consejo de Gobierno de la Universidad que, a su vez, es lo mismo que le planteó Barreda.
No ha caído igual este acuerdo en todos los componentes de la Plataforma que fue capaz de aglutinar a casi 2 mil personas por las calles de Cuenca en un mal día de una peor hora, y cuando casi nadie sabía nada; de hecho, hay un sector que está dispuesto a continuar con la movilización porque además de considerarlo insuficiente, ya que se mantiene la competencia con Telecomunicaciones en Albacete y con Arquitectura en Toledo, y por lo tanto el riesgo para la Politécnica de Cuenca; piensan que se escapa del necesario control para su ejecución; y los vamos a apoyar porque tienen razón.
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