miércoles, 9 de abril de 2008
La manifestación de ayer, es la garantía de lo que será la gran manifestación de Cuenca
Era una mala hora; las doce de mediodía no es, ni mucho menos, una hora adecuada. Pero eso no quiere decir que el acto de hoy no estuviera bien pensado para establecer el termómetro de lo que se puede hacer de ahora en adelante, y es mucho. Que unas 2 mil personas se hayan manifestado en plena jornada laboral, sin publicidad y en horario de trabajo, es un adelanto de lo que puede suceder dentro de unas semanas si las cosas se hacen medianamente bien.
Ayer decíamos que el Alcalde de Cuenca, Francisco Pulido, debe tomar las riendas de esta cuestión y poner la Institución que preside al servicio de la reivindicación, y hoy los conquenses, y el mundo universitario de nuestra ciudad, le han expresado con esta presencia en las calles tan importante, y en circunstancias adversas, que si se decide por lo que no quiso nunca hacer su predecesor en el cargo, tiene muchas garantías para llevar a cabo esta empresa con éxito.
Por tanto debe dejarse de las pamplinas de siempre, como que eso sería politizar la cuestión, y afrontarlo como cabeza visible y representante de todos los ciudadanos. No es suficiente que acuda a las manifestaciones como uno más, eso es muy poco y también lo han hecho otros anteriores y no ha valido nunca de nada; él es el Alcalde y lo que se juega Cuenca en esto es mucho; merece la pena.
Si alguien piensa que con lo de ayer ya está todo cumplido, se equivoca. El camino que se ha iniciado, con lo de ayer, es ancho y bien asfaltado, pero aún es una vía de dos carriles, llena de curvas, que nos debe conducir hasta la autopista; y de ahí a por todas.
Es necesario llevar a cabo primero una campaña de información y concienciación, que como es lógico requiere de medios y dinero. Por ello es necesario que se abra un proceso de recaudación por dos senderos; de una parte la cuestación popular y, de otra, la institucional, con la implicación directa principalmente del Ayuntamiento, pero también de otras entidades oficiales como colegios profesionales, asociaciones empresariales, sindicales, asociaciones de vecinos, partidos políticos, etc.
Es imprescindible establecer una tabla reivindicativa clara, pero ambiciosa; que necesariamente debe pasar por un acuerdo de mínimos, lo innegociable para Cuenca, entre las organizaciones, que no renuncie, por supuesto, a la altura de miras con la que se debe fijar el principal objetivo, que no es otro que Cuenca reciba lo que realmente le debe corresponder para afrontar el fututo de la misma forma que Albacete, C. Real, Toledo, e incluso Guadalajara, a la que la Junta le inyecta más de 100 millones de euros para crear allí una auténtica universidad, bajo el paraguas de la de Alcalá, con todas las ramas de la ciencia, la tecnología y la investigación..
Una vez diseñado el cuadro de exigencias, se debe establecer como documento para que sea firmado por muchos miles de conquenses que, en un plazo razonable, lo defenderán en la calle.
Pero antes de la gran manifestación, se tiene que generar un auténtico debate tanto a nivel de medios de información, con cuñas publicitarias y anuncios en prensa incluso, como a base de asambleas que tendrían que dirigirse en dos sentidos; hacia los estudiantes desde sus propios centros, para lo cual padres y profesores deben ser colaboradores y, por tanto, deben estar bien informados y, de otro lado, a los ciudadanos en general, en locales públicos con capacidad para el aforo adecuado.
Una vez hecha toda esta labor; ya sí que se puede fijar la fecha para la gran manifestación; y para ello hay que tener en cuenta que no se debe publicar ni pronto, porque a la sociedad hay que darle su tiempo para que recree sus convicciones, o sea, que curta una ideología favorable en ese sentido, ni tarde, porque el enemigo de nuestra causa y el fenómeno social de la responsabilidad compartida, que siempre nos lleva a ser irresponsables, con el tiempo se adueña de la mayoría de las mentes y nos hace retornar al pensamiento del “ea”. Por eso, ni menos de 10 días, ni más de 20 puede que sea lo oportuno.
Y una vez que se tiene fecha, la máxima divulgación, que no solamente debe ir a través del boca a boca, que también, ni la mera noticia por la información en prensa; sino que debe contar con la cartelería adecuada, la publicidad en prensa, radio y televisión y varios días de megafonía en las calles.
Si ayer salieron 2000, sin nada de nada, dentro de 20 o 25 días habrá por las calles de Cuenca entre 20 y 30 mil.
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