El Tiempo en Cuenca

sábado, 19 de abril de 2008

La Plataforma “Salvemos el Campus” debe tener mucho cuidado en la reunión con la Junta y la Universidad el próximo lunes, y no confiar demasiado


El lunes se va a llevar a cabo una reunión por parte de la Plataforma “Salvemos el Campus de Cuenca”, que está integrada por decanos, directores y colectivos de estudiantes, con representantes de la Junta de Comunidades y del Rectorado de la Universidad. La finalidad de la misma, es intentar negociar un paquete de compensaciones, por la situación de gran desequilibrio actual del Campus conquense, así como el injusto reparto que plantea Barreda de las diez nuevas titulaciones, para lo que ya cuenta, faltaría más, con el apoyo del Consejo de Gobierno de la Universidad; y está pendiente para su aprobación definitiva de la reunión que mantendrá el Consejo Social el día 8 de mayo.

El reparto que impulsa el Gobierno manchego, ha generado una fuerte reacción de rechazo en Cuenca porque aumenta todavía más la discriminación del Campus, sobre todo en el ámbito de Ciencia y Tecnología, algo que desde Independientes por Cuenca llevamos denunciando desde hace muchos años; y que ahora encima pone en riesgo la supervivencia de varias titulaciones. Precisamente las únicas que hay en nuestra ciudad en el terreno de la tecnología, y que fueron directamente negociadas por la Plataforma Cívica por Cuenca en la década de los noventa.

Cuando los integrantes de la Plataforma Cívica por Cuenca negociamos la Escuela de Aparejadores –Arquitectura Técnica-, lo hicimos con toda la intención de abrir una línea en nuestro Campus, dirigida hacia la construcción y la obra civil; es decir, lo que se pretendía no era sólo cambiar lo que proponían la Junta y la Universidad, que era la titulación de Matemáticas, de poca proyección y escasa demanda, por Arquitectura Técnica, sin más, lo que ya de por sí no era poco, sino abrir la vía hacia todo el campo de la Arquitectura y que se llegase a crear una Politécnica en torno a la Construcción Civil.

También, cuando en una segunda ampliación se negoció cambiar Topografía, que sucedía lo mismo que unos años antes con Matemáticas, la intención era semejante que para la Arquitectura Técnica, pero dentro de las Telecomunicaciones. De hecho, todas las veces que hemos concurrido a elecciones, ha sido uno de los puntos básicos e innegociables de nuestro programa. Y ahora que todo el mundo sabe lo que le ocurrió a iXC, nos echan todos los planes abajo.

Decimos que no se deben confiar los negociadores que están delegados por parte de nuestro Campus, porque la manifestación del otro día, que fue importante para medirse de cara a actuaciones más contundentes, claramente es insuficiente para el peso que requiere presentar a la balanza con la que nos medirá el Gobierno Autonómico. Por ello no creemos que las 1700 personas que salieron a la calle, tras una convocatoria hecha a corre prisas y en un horario inadecuado, vaya a ser motivo para que desde los órganos de poder se adopten decisiones importantes para Cuenca. De hecho, ya advierten que queda cerrada prácticamente la oferta en cuanto a las titulaciones y al reparto; y que en todo caso se trataría de determinar algunos matices.

Ya decíamos en artículos anteriores que tenemos un grado alto de temor con respecto a que ciertos integrantes de esta Plataforma, vean en estos matices motivo suficiente para frenar en seco la movilización; de hecho ya en gran parte la han frenado a pesar de que tanto a la Junta de Comunidades como al Rectorado, se le veían venir las intenciones, y la estrategia de ambas entidades para sacar adelante los intereses de C. Real y Albacete sobre todo, pero también de Toledo, que se llevará la Arquitectura, por más que se quejen de que no vaya para allá Medicina; contra los de Cuenca, una vez más.

Desde aquella primera reunión con el viceconsejero de Ciencia y Tecnología el mismo día de la manifestación, quedaba al descubierto la maniobra que con cierta pericia iniciaba el Gobierno que dirige Barreda, en complicidad con el Órgano Rector de la Universidad, para seducir algunas voluntades y dividir al embrión que según lo visto el pasado 8 de abril, tiene todos los visos de poder hacerse un gigante. Y esto es lo que no parecen ver los representante delegados por el Campus de Cuenca; ya que si lo hubieran percibido, demostrarían una mayor dosis de autoestima en cuanto a su potencialidad que puede ser una realidad muy importante en un futuro inmediato. Una realidad que sería capaz de logros de mucho mayor caldado de los que se proponen.

Está bien llevar, como se hizo a la reunión del lunes pasado con el Rector, y a la del Consejo de Gobierno de la Universidad, de nuevo el próximo lunes la propuesta de considerar que Turismo no se trata de una carrera de nueva implantación, sino de una transformación de una vía de especialización de Humanidades ya existente y que se iba a implantar de todas maneras. Y que por tanto ese “hueco” hasta el cupo mínimo de dos titulaciones nuevas asignadas por Campus se complete, además de con Periodismo, con otra carrera nueva. Pero no se trata solo de buenos argumentos, lo que es necesario claro, porque eso por sí solo es una táctica incompleta para luchar contra una política viciada de marginación por un reparto interesado del “pastel” durante veinticinco años de existencia de la Comunidad; y que por eso no entiende a razones.

Estos dirigentes de diversos centros del Campus de Cuenca, que serán los negociadores, asumen que lo que se llegue a acordar no será una opción institucional como tal; y eso nos llena de miedo e incertidumbre, y por ello también de un grado importante de desconfianza, ya que los elementos de la otra parte; es decir Junta Y Rectorado, ya han demostrado muchas veces que sus palabras se las lleva el viento.

De hecho, lo que pretenden, si de verdad se quiere compensar la situación de desequilibrio histórico del Campus conquense, es sencillamente imposible. No es creible que se vaya a hacer algo serio, si las tres partes implicadas tienen a la vez que hallar una solución que no transmita la imagen de una rectificación de la Junta presionada por las protestas; ni que dé a entender que la Universidad le “enmienda la plana” al Ejecutivo que dirige Barreda. Se trata de hacer hacia Cuenca una política de discriminación positiva, concepto que tanto les gusta usar a los políticos del Psoe, y de esa manera cumplir con el mandato Constitucional y Estatuario de llevar a cabo las políticas necesarias que conduzcan al reequilibrio entre territorios, y por ello tendentes a invertir riqueza en aquellas zonas menos favorecidas.

Repetimos, y lo haremos cuantas veces sea necesario, que ahora toca procurar desenredar la red en la que cayeron unos cuantos tras el cepo que les tendieron, y fomentar la unión para seguir la línea de reivindicación que se inició el día 8 pasado, con grandes posibilidades de crecer de forma vertiginosa y, por supuesto no dar por perdido algo que en política es reversible, el día 8 de mayo se reune el Consejo Social para aprobarlo, y debe existir toda la presión para influir de forma importante en el mismo; ya sucedió con el trazado del AVE, que como se sabe, el Gobierno optaba por el que pasaba por Alcázar y Albacete, dejando fuera a Cuenca, y, sin embargo, la movilización masiva de conquenses le dio un giro radical hacia nuestra ciudad. También pasó en las anteriores ampliaciones con la intervención de la Plataforma Cívica por Cuenca.

Por tanto, se debe plantear una “hoja de ruta” con todas las medidas que se deben emprender para tener el mayor éxito de convocatoria; y una tabla reivindicativa ambiciosa, en la que se plantee un acuerdo de mínimos, para que no suceda lo de estos días, y nadie se deje seducir por la demagogia y cierta dulzura en las frases de algunos dirigentes. Con más de 20 mil personas en la calle lo conseguiremos, sin lugar a dudas que lo haremos.

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