EDITORIAL.- El presidente de Castilla la Mancha, José María Barreda, ha demostrado hoy en la reunión que ha mantenido con su homólogo de Argón, Marcelino Iglesias, que la ejecución de la Autovía Cuenca-Teruel depende solamente de la intención política para hacerla, y no de ninguna otra cuestión, como la excusa de los impedimentos medioambientales entre los que el Ministerio de Fomento se había atrincherado.
Con esta actitud, y más teniendo en cuenta que el propio presidente aragonés se había mostrado turbio y blando de ideas en las declaraciones que hizo ayer tras la inauguración del congreso "La Corona de Aragón en el centro de su historia, 1208-1458", Barreda despeja cualquier duda al respecto, así como su posición decidida para que esta infraestructura tan necesaria para los conquenses, y prometida desde hace lustros, se haga definitivamente.
Tanto José María Barreda como Marcelino Iglesias coincidieron al reiterar que hay solución, que hay alternativas al trazado desestimado por Medio Ambiente y recordaron que en el Plan Estatal de Infraestructuras y Transportes (PEIT) hay recogida una infraestructura bajo la denominación ´Autovía Cuenca-Teruel´, y se va a ejecutar.
Hoy el presidente de Castilla la Mancha ha contradicho al propio Psoe de Cuenca, que andaba entre alharacas dando credibilidad a la versión del Gobierno de España sobre los impedimentos del medio ambiente y lanzando balones fuera de la canasta al buscar la solución en Europa pidiendo permisos excepcionales e, incluso, conformándose con la alternativa de una carretera mejorada que ofreció Víctor Morlán, ese personaje que es secretario de Estado de Fomento, con el que Pulido se reunió hace unos meses para hablar de los negocios que tiene pendientes el Estado para sacar renta del Municipio de Cuenca.
Hoy le ponemos un bien a José María Barreda, que ha asegurado sin matices que disponen de itinerarios alternativos al que el Ministerio de Medio Ambiente ha rechazado para unir ambas ciudades; afirmando ante los medios “que sepan los ciudadanos de Cuenca y de Teruel que la autovía se va a ejecutar", y que “"la solución está en España y la van a encontrar las administraciones implicadas en la obra” y no en pedir permiso a la Unión Europea para poder construir la autovía, como pretende el Pose de Cuenca.
Hoy, como decimos, Barreda aprueba sobrado en su función de presidente de Castilla la Mancha; y pronto tendrá el sobresaliente, si logra, tras la reunión que ambos presidentes mantendrán con las ministras de Fomento y de Medio Ambiente, Magdalena Álvarez y Elena Espinosa, no solamente el compromiso serio de que se haga la Autovía, sino además un calendario razonable sobre los plazos.
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