EDITORIAL .- No podemos firmar, porque no es aceptable, el manifiesto de la Junta de Comunidades en respaldo de la Autovía Cuenca-Teruel; y no lo podemos asumir, porque en sí mismo es una trampa. Es inadmisible, que después de casi 10 años de que se iniciara el proceso, y 5 años y 7 meses para el estudio de impacto ambiental, ahora se pretenda liquidar con planteamientos de alternativas que afectan a un cambio radical en su concepción y en el trazado. Además de un serio peligro de que Cuenca quede relegada a ser un ramal alejado del eje principal.
¿por qué no se plantea en el manifiesto de la Junta que se desbloqueen los tramos en los que no se cuestiona el impacto ambiental, y se pide al Gobierno de España que se inicien por tanto las obras en los mismos? No es en absoluto claro ese manifiesto, como no son claras las intenciones.
Lo que sí está claro es que la repercusión de la unión de las dos Plataformas de ambas ciudades es sonora, porque las dos tienen un recorrido enorme en cuanto a capacidad para la movilización ciudadana (con sendas manifestaciones secundadas por más de 27000 conquenses que fueron convocados para reivindicar la Autovía Madrid-Cuenca-Valencia, así como 66000 alegaciones para el trazado del AVE, y 22 mil turolenses llamando la atención sobre el estado de marginación de su provincia), así como los éxitos que ambas cosechan en su historial, el más reciente el paso del AVE por Cuenca, y el eslogan de Teruel Existe, que es su propio nombre, y que no solamente es ya el signo de identidad para toda una provincia, sino además una frase que han sido capaces de insertar en la mente de todos los españoles, y que se repite por todos los rincones de la geografía nacional
Desde que se conoció la noticia, ambos movimientos ciudadanos nos pusimos en contacto, y hemos trabajado para alcanzar, primero el acuerdo de que se mantenga el proyecto de la autovía A-40, es decir, el trazado que aprobó el Ministerio de Fomento, para someterlo a estudio de impacto ambiental, con las modificaciones puntuales que requiere la normativa medioambiental, que unirá Cuenca con Teruel y en la reunión mantenida hoy, también exigir que se liciten los tramos que no estén cuestionados por razones medioambientales, haciendo especial hincapié en el que está comprendido entre Cuenca y Cañete.
Tan sólo unas horas después del anuncio de la unión para trabajar juntos en la reivindicación de la A-40, en el tramo que une las dos ciudades, las televisiones, radios y numerosos diarios de internet, se han hecho eco de forma detallada de la noticia, y de lo planteado en la conferencia de prensa. Las noticias que destacamos, son solamente una muestra de ello.
La Plataformas consideran que no son creíbles los argumentos en los que se basa el Gobierno de España para vetar la Autovía Cuenca-Teruel, ya que no consideramos serio ni con fundamentación suficiente, que el Ministerio de Fomento se haya pronunciado en el sentido de no acometerla, por un informe negativo que se despacha en apenas once folios, y para el que el Ministerio de Medio Ambiente ha empleado cinco años y siete meses desde la recepción del proyecto el día 3 de abril de 2003 hasta la publicación en el BOE el martes de la semana pasada.
Desde las Plataformas, existe la seguridad de que este trazado es susceptible de modificaciones puntuales para que se adopten las correcciones que requiera la normativa medioambiental; y se advierte del peligro que entrañan otras propuestas, como la que parece ser que está barajando la Junta de Comunidades, que sigue la carretera N-330, y que se ciñe en gran medida a un proyecto elaborado por el catedrático de Geografía de la facultad de Humanidades de Albacete, Miguel Panadero Moya, que se presentó como alegación al proyecto de trazado de la Autovía Cuenca-Albacete, y que claramente beneficia a Albacete, pero perjudicaría de forma irreparable los intereses de Cuenca.
En concreto, en ese trazado alternativo que parece que se pretende, se propone un corredor sur-norte que desde Albacete va hacia Mahora, siguiendo en esa misma dirección hasta la A-3, para enlazar con esta autovía en las inmediaciones de Iniesta/Minglanilla, en dirección hacia la N-330 y Teruel. Por otra parte, desde Minglanilla, a su vez, se propone su continuación con un rumbo nor-noroeste, por Puebla del Salvador y Campillo del Altobuey, y seguidamente, a través de las vías naturales que menor afección ambiental originen, orientarse en la dirección de Fuentes/Carboneras de Guadazaón, para conectar en un punto de este segmento de la proyectada autovía A-40 que hubiera unido la ciudad de Cuenca con Teruel. Sirviéndose de esta parte del trazado de está última autovía, libre de nuevas afecciones ambientales, la nueva autovía llegaría a Cuenca, en lo que sería de esta manera un ramal secundario, dejando a nuestra ciudad fura del canal principal de tráfico.
De esa manera no solamente se retrasa el proceso, al tenerse que iniciar de nuevo, sino que además se corre el riesgo serio de que finalmente la ejecución del ramal de Cuenca, al ser una vía secundaria, quede relegada a una posterioridad incierta. Así, además, nuestra ciudad quedaría como una isla entre el nuevo eje que conformarán la N-211 que baja de Teruel, desdoblada a enlazar con la futura Autovía de la Alcarria que unirá Guadalajara con Tarancón, y que conectará también con la Transmanchega que desde allí llegará hasta Daimiel y Ciudad Real; y entre este trazado que sería el alternativo a la A-40 en dirección a Teruel.
¿por qué no se plantea en el manifiesto de la Junta que se desbloqueen los tramos en los que no se cuestiona el impacto ambiental, y se pide al Gobierno de España que se inicien por tanto las obras en los mismos? No es en absoluto claro ese manifiesto, como no son claras las intenciones.
Lo que sí está claro es que la repercusión de la unión de las dos Plataformas de ambas ciudades es sonora, porque las dos tienen un recorrido enorme en cuanto a capacidad para la movilización ciudadana (con sendas manifestaciones secundadas por más de 27000 conquenses que fueron convocados para reivindicar la Autovía Madrid-Cuenca-Valencia, así como 66000 alegaciones para el trazado del AVE, y 22 mil turolenses llamando la atención sobre el estado de marginación de su provincia), así como los éxitos que ambas cosechan en su historial, el más reciente el paso del AVE por Cuenca, y el eslogan de Teruel Existe, que es su propio nombre, y que no solamente es ya el signo de identidad para toda una provincia, sino además una frase que han sido capaces de insertar en la mente de todos los españoles, y que se repite por todos los rincones de la geografía nacional
Desde que se conoció la noticia, ambos movimientos ciudadanos nos pusimos en contacto, y hemos trabajado para alcanzar, primero el acuerdo de que se mantenga el proyecto de la autovía A-40, es decir, el trazado que aprobó el Ministerio de Fomento, para someterlo a estudio de impacto ambiental, con las modificaciones puntuales que requiere la normativa medioambiental, que unirá Cuenca con Teruel y en la reunión mantenida hoy, también exigir que se liciten los tramos que no estén cuestionados por razones medioambientales, haciendo especial hincapié en el que está comprendido entre Cuenca y Cañete.
Tan sólo unas horas después del anuncio de la unión para trabajar juntos en la reivindicación de la A-40, en el tramo que une las dos ciudades, las televisiones, radios y numerosos diarios de internet, se han hecho eco de forma detallada de la noticia, y de lo planteado en la conferencia de prensa. Las noticias que destacamos, son solamente una muestra de ello.
La Plataformas consideran que no son creíbles los argumentos en los que se basa el Gobierno de España para vetar la Autovía Cuenca-Teruel, ya que no consideramos serio ni con fundamentación suficiente, que el Ministerio de Fomento se haya pronunciado en el sentido de no acometerla, por un informe negativo que se despacha en apenas once folios, y para el que el Ministerio de Medio Ambiente ha empleado cinco años y siete meses desde la recepción del proyecto el día 3 de abril de 2003 hasta la publicación en el BOE el martes de la semana pasada.
Desde las Plataformas, existe la seguridad de que este trazado es susceptible de modificaciones puntuales para que se adopten las correcciones que requiera la normativa medioambiental; y se advierte del peligro que entrañan otras propuestas, como la que parece ser que está barajando la Junta de Comunidades, que sigue la carretera N-330, y que se ciñe en gran medida a un proyecto elaborado por el catedrático de Geografía de la facultad de Humanidades de Albacete, Miguel Panadero Moya, que se presentó como alegación al proyecto de trazado de la Autovía Cuenca-Albacete, y que claramente beneficia a Albacete, pero perjudicaría de forma irreparable los intereses de Cuenca.
En concreto, en ese trazado alternativo que parece que se pretende, se propone un corredor sur-norte que desde Albacete va hacia Mahora, siguiendo en esa misma dirección hasta la A-3, para enlazar con esta autovía en las inmediaciones de Iniesta/Minglanilla, en dirección hacia la N-330 y Teruel. Por otra parte, desde Minglanilla, a su vez, se propone su continuación con un rumbo nor-noroeste, por Puebla del Salvador y Campillo del Altobuey, y seguidamente, a través de las vías naturales que menor afección ambiental originen, orientarse en la dirección de Fuentes/Carboneras de Guadazaón, para conectar en un punto de este segmento de la proyectada autovía A-40 que hubiera unido la ciudad de Cuenca con Teruel. Sirviéndose de esta parte del trazado de está última autovía, libre de nuevas afecciones ambientales, la nueva autovía llegaría a Cuenca, en lo que sería de esta manera un ramal secundario, dejando a nuestra ciudad fura del canal principal de tráfico.
De esa manera no solamente se retrasa el proceso, al tenerse que iniciar de nuevo, sino que además se corre el riesgo serio de que finalmente la ejecución del ramal de Cuenca, al ser una vía secundaria, quede relegada a una posterioridad incierta. Así, además, nuestra ciudad quedaría como una isla entre el nuevo eje que conformarán la N-211 que baja de Teruel, desdoblada a enlazar con la futura Autovía de la Alcarria que unirá Guadalajara con Tarancón, y que conectará también con la Transmanchega que desde allí llegará hasta Daimiel y Ciudad Real; y entre este trazado que sería el alternativo a la A-40 en dirección a Teruel.
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