Pedro Vallejo, junto al Alcalde de Cuenca, en una de las reuniones con responsables de Adif
LA OPINIÓN.- Si lo de Inmaculada Cruz, la portavoz del Grupo Municipal Socialista es como para tirarse uno de los pelos porque haya políticos así que nos representan en nuestras instituciones; lo de Pedro Vallejo, el concejal de urbanismo, es aún peor.
Doña Inmaculada está empeñada en que el Ayuntamiento se gaste lo poco que recibe del Estado en una obra que debe afrontar el Ministerio de Fomento; quiere que seamos los conquenses, y no el Estado, quienes apechuguemos con el coste que supone hacer una carretera hasta el Apeadero del AVE que estará en el quinto pino, allí donde casi nadie quiere, claro menos los tres listillos que se van a beneficiar mientras que para la inmensa mayoría es algo peor que una mala jugada; está obsesionada con ponérselo fácil a los tres pájaros cuyos nombres hemos mencionado muchas veces, y que no nos cansaremos nunca de repetir.
¿Pero no decía la señora Cruz, con el beneplácito del secretario accidental de nuestro Ayuntamiento por los siglos de los siglos, o mientras convenga, que lo de la ubicación de la Estación no es competencia municipal? ¿Para pagar sí, pero para decidir no, a pesar de que sabe que eso no es cierto que no sea competencia, porque el acuerdo de Murcia le concede a nuestro Consistorio esa potestad?
Es que depender de unos cuantos sinvergüenzas, es como lo del amor, que a veces produce ceguera. Y eso es lo es lo que les pasa a algunos, que parecen cegados al defender lo indefendible, y en esa defensa ciega y a ultranza, incluso se ponen por delante de su propio rival argumentando lo que en buena lógica debería corresponderse con tesis opuestas.
Por ejemplo, Pedro Vallejo, ha sido más raudo que Fernando Alonso en su Fórmula Uno, para intentar zanjar con la mayor brevedad posible cualquier duda sobre la intención del Gobierno respecto de cumplir los plazos para el Apeadero. Por ser más papista que el Papa, incluso se ha mostrado más socialista que el propio portavoz del Adid, José Ochoa, que es un cargo de los de libre designación, o sea, de los puestos a dedo por Zapatero, y que declaró hace unos días de forma literal “Se nos dirá si va a estar para el 2010 o no estará para el 2010 una vez que se licite, porque en la licitación se dirá el tiempo de ejecución de obra. Ahora aventurar ese tema sin datos, pues bueno, cada uno que diga lo que quiera”.
Que el propio Adif mandara una nota al día siguiente desmintiendo a su propio portavoz ya es paradójico, pero comprensible, aunque nos hagan pensar que depende del día en el que leamos la prensa el Apeadero va a estar o no; y que mientras no está se hará otra cosa que será provisional, o no. Pero sin duda, lo más chocante es que Pedro Vallejo, que si no decimos el cargo pensarán que es del Psoe, siendo el concejal de Urbanismo de nuestro Ayuntamiento, y por tanto del Partido Popular, haya salido con toda celeridad también a desmentir lo expresado por el portavoz del ente del Estado encargado de administrar las obras.
Sería incomprensible, si no fuera porque él mismo en su vida privada tiene mucho que ver con el mundo de la construcción y con algunos de los empresarios que quieren edificar por la zona.
Y es que es una barbaridad que se designe para la concejalía de urbanismo a una persona que tiene intereses económicos en el sector inmobiliario, y que su mujer, Sonia Sáiz Herráiz, es la presidenta del Colegio de Arquitectos de Cuenca y encima trabaja para la empresa constructora e inmobiliaria del ya exsecretario del Pp y es hermana de Jesús Sáiz Herráiz, que es gerente del consorcio empresarial DAVECON, que compró terrenos para vender centenares de pisos en la zona del Apeadero de La Estrella y en los terrenos del Serranía, entre otros lugares; hechos éstos que motivaron la dimisión de la que era secretaria del Colegio de Arquitectos, Carmen Mota, como reconoció en un comunicado.
En esa situación, qué se puede esperar de Pedro Vallejo que no sea las desafortunadas declaraciones a las que hacemos mención. Aquello no puede ofrecer la menor duda ni en cuanto al lugar ni en cuanto al tiempo; es cosa de marketing.
Hagan lo que hagan, allá en la lejanía, lo importante no es tanto cuándo lo pongan en servicio, pues más que beneficiar va a perjudicar, sino que sea algo provisional porque lo que sea definitivo sea una estación de verdad dentro de la ciudad.
La ubicación de la Estación del AVE, para la que ya dispone de 172000 m2 de suelo absolutamente despejado en los actuales terrenos de Renfe, en los que podría plantear una Estación Intermodal para los servicios de AVE, Lanzadera y Convencional, además del resto de medios de transporte interurbano y urbano para viajeros -autobuses, taxis, e incluso el monorraíl que figuraba en su programa electoral que, sería útil para enlazar con las nuevas instalaciones de El Terminillo, el nuevo Polígono Industrial y algunas de las pedanías-, sería una solución que evitará los problemas sobre las ciudad inconexa que se nos viene encima por unos malos políticos.
Haría bien Pulido poniéndose a hacer política libremente, y designando a Pedro Vallejo en otro área, ¿o no?
Doña Inmaculada está empeñada en que el Ayuntamiento se gaste lo poco que recibe del Estado en una obra que debe afrontar el Ministerio de Fomento; quiere que seamos los conquenses, y no el Estado, quienes apechuguemos con el coste que supone hacer una carretera hasta el Apeadero del AVE que estará en el quinto pino, allí donde casi nadie quiere, claro menos los tres listillos que se van a beneficiar mientras que para la inmensa mayoría es algo peor que una mala jugada; está obsesionada con ponérselo fácil a los tres pájaros cuyos nombres hemos mencionado muchas veces, y que no nos cansaremos nunca de repetir.
¿Pero no decía la señora Cruz, con el beneplácito del secretario accidental de nuestro Ayuntamiento por los siglos de los siglos, o mientras convenga, que lo de la ubicación de la Estación no es competencia municipal? ¿Para pagar sí, pero para decidir no, a pesar de que sabe que eso no es cierto que no sea competencia, porque el acuerdo de Murcia le concede a nuestro Consistorio esa potestad?
Es que depender de unos cuantos sinvergüenzas, es como lo del amor, que a veces produce ceguera. Y eso es lo es lo que les pasa a algunos, que parecen cegados al defender lo indefendible, y en esa defensa ciega y a ultranza, incluso se ponen por delante de su propio rival argumentando lo que en buena lógica debería corresponderse con tesis opuestas.
Por ejemplo, Pedro Vallejo, ha sido más raudo que Fernando Alonso en su Fórmula Uno, para intentar zanjar con la mayor brevedad posible cualquier duda sobre la intención del Gobierno respecto de cumplir los plazos para el Apeadero. Por ser más papista que el Papa, incluso se ha mostrado más socialista que el propio portavoz del Adid, José Ochoa, que es un cargo de los de libre designación, o sea, de los puestos a dedo por Zapatero, y que declaró hace unos días de forma literal “Se nos dirá si va a estar para el 2010 o no estará para el 2010 una vez que se licite, porque en la licitación se dirá el tiempo de ejecución de obra. Ahora aventurar ese tema sin datos, pues bueno, cada uno que diga lo que quiera”.
Que el propio Adif mandara una nota al día siguiente desmintiendo a su propio portavoz ya es paradójico, pero comprensible, aunque nos hagan pensar que depende del día en el que leamos la prensa el Apeadero va a estar o no; y que mientras no está se hará otra cosa que será provisional, o no. Pero sin duda, lo más chocante es que Pedro Vallejo, que si no decimos el cargo pensarán que es del Psoe, siendo el concejal de Urbanismo de nuestro Ayuntamiento, y por tanto del Partido Popular, haya salido con toda celeridad también a desmentir lo expresado por el portavoz del ente del Estado encargado de administrar las obras.
Sería incomprensible, si no fuera porque él mismo en su vida privada tiene mucho que ver con el mundo de la construcción y con algunos de los empresarios que quieren edificar por la zona.
Y es que es una barbaridad que se designe para la concejalía de urbanismo a una persona que tiene intereses económicos en el sector inmobiliario, y que su mujer, Sonia Sáiz Herráiz, es la presidenta del Colegio de Arquitectos de Cuenca y encima trabaja para la empresa constructora e inmobiliaria del ya exsecretario del Pp y es hermana de Jesús Sáiz Herráiz, que es gerente del consorcio empresarial DAVECON, que compró terrenos para vender centenares de pisos en la zona del Apeadero de La Estrella y en los terrenos del Serranía, entre otros lugares; hechos éstos que motivaron la dimisión de la que era secretaria del Colegio de Arquitectos, Carmen Mota, como reconoció en un comunicado.
En esa situación, qué se puede esperar de Pedro Vallejo que no sea las desafortunadas declaraciones a las que hacemos mención. Aquello no puede ofrecer la menor duda ni en cuanto al lugar ni en cuanto al tiempo; es cosa de marketing.
Hagan lo que hagan, allá en la lejanía, lo importante no es tanto cuándo lo pongan en servicio, pues más que beneficiar va a perjudicar, sino que sea algo provisional porque lo que sea definitivo sea una estación de verdad dentro de la ciudad.
La ubicación de la Estación del AVE, para la que ya dispone de 172000 m2 de suelo absolutamente despejado en los actuales terrenos de Renfe, en los que podría plantear una Estación Intermodal para los servicios de AVE, Lanzadera y Convencional, además del resto de medios de transporte interurbano y urbano para viajeros -autobuses, taxis, e incluso el monorraíl que figuraba en su programa electoral que, sería útil para enlazar con las nuevas instalaciones de El Terminillo, el nuevo Polígono Industrial y algunas de las pedanías-, sería una solución que evitará los problemas sobre las ciudad inconexa que se nos viene encima por unos malos políticos.
Haría bien Pulido poniéndose a hacer política libremente, y designando a Pedro Vallejo en otro área, ¿o no?
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