LA NOTICIA.- La Verdad (Albacete) Las obras para la construcción de cualquier gran infraestructura no siempre van lo deprisa que querrían los políticos. Y es que los trabajos para la construcción de la futura autovía entre Albacete y Cuenca no darán comienzo hasta principios del año 2011 como reconoció ayer el propio consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón, y ello pese a que la Junta barajaba como fechas para la puesta en funcionamiento de esta autovía, al menos así lo hizo en la presentación de esta nueva vía de comunicación (allá por noviembre del 2005 por el presidente regional, José María Barreda) el 2009 o el 2010.
El consejero anunció ayer que el trazado de la autovía había superado definitivamente la declaración de impacto ambiental. El propio Sánchez Pingarrón y el delegado de la Junta en Albacete, Modesto Belinchón, descubrieron el panel con el mapa del trazado definitivo que estaba tapado con una lona, al más puro estilo de un concurso de televisión, al que sólo le faltaron los redobles de tambor.
Trabajo previo
Sánchez Pingarrón reconoció que todo el trabajo realizado hasta ahora no ha estado exento de complicaciones y atribuyó al trabajo previo realizado el que no hayan existido problemas a la hora de superar la declaración de impacto ambiental como sí ha ocurrido con una autovía cercana como la que comunicará la capital conquense con Teruel. «Hemos trabajado mucho en los estudios previos», afirmó el responsable de Ordenación del Territorio que recordó que se ha han estudiado todas las alternativas presentadas «e incluso lo hemos sacado a información pública dos veces».
«Superar la declaración de impacto ambiental permite concretar plazos», aseveró Sánchez Pingarrón que explicó que durante el año 2009 se redactará, sacará a información pública y aprobará tanto el proyecto técnico de construcción de la autovía como los estudios de viabilidad con el objetivo de poder licitar las obras a finales del próximo ejercicio o principios del 2010. De manera simultánea se abordará el proceso de expropiaciones «un trabajo arduo e importante» con el objetivo de poder comenzar con la construcción de la propia autovía para principios del 2011.
Como el propio responsable de Ordenación del Territorio y Vivienda explicó los plazos de ejecución de una infraestructura de este tipo se sitúan entre los 30 y los 36 meses, por lo que la autovía no estará finalizada hasta finales del 2013 o principios del 2014, cuatro años más tarde que el objetivo inicial marcado por el Gobierno regional. Las obras comenzarán de manera simultánea en los dos tramos en los que se ha dividido, entre Cuenca y el cruce con la A-3 y el de Albacete con este mismo punto, «confluyendo ambos en ese enlace».
Desde Romica
El trazado definitivo arrancará del polígono Romica en la capital albaceteña para, tomando la actual N-322 hasta llegar a Mahora. En ese punto, la autovía girará al oeste para enfilar Madrigueras, pasando antes por las inmediaciones de Motilleja, hasta llegar a Tarazona de la Mancha, desde donde seguirá en paralelo a la actual carretera que comunica Albacete y Cuenca, la N-320, adentrándose ya en tierras conquenses. El consejero explicó que el Gobierno regional se ha decantado por esta solución porque evitará el «cuello de botella» entre La Gineta y Albacete en la A-31, que ya recibe tráficos desde Madrid y Levante, «comunicando de manera directa ambas capitales sin depender de otras carreteras».
En total serán 127,8 kilómetros que permitirán reducir prácticamente a la mitad el tiempo de viaje entre dos capitales de provincia de Castilla-La Mancha y dejarlo en poco más de una hora, y para ello se invertirán en su construcción en torno a 540 millones de euros.
Pingarrón anunció también que la Junta ha decidido modificar la denominación de la infraestructura que pasará a llamarse Autovía del Júcar «en homenaje a un río tan importante para Castilla-La Mancha y para ambas provincias».
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