El Tiempo en Cuenca

martes, 30 de diciembre de 2008

Nos parece adecuada la medida de recurrir la declaración negativa de impacto ambiental de la Autovía Cuenca-Teruel, pero no debe ser lo única


OPINIÓN.- Nos parece adecuada la medida de recurrir la declaración negativa de impacto ambiental de la Autovía Cuenca-Teruel, está bien, pero con ser buena no debe ser la única medida que se lleve a cabo al respecto. Es más, nos da la impresión que el proceso que ha seguido el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, para que después de 5 años y 7 meses de disimulo concluya de forma desfavorable, más bien parece responder a una decisión de tinte exclusivamente político, que basado en los parámetros que se siguen siempre para dictaminar en este tipo de proyectos.

Pero aún con todo, lo más importante es que se debe insistir en que se liciten los tramos que no están cuestionados, porque es lo único que desarma por completo cualquier argumento que se base en la coartada del medio ambiente.

Por ello desde Independientes por Cuenca, insistimos en que debe ser el Consejo de Ministros, con el precedente de la Autovía de Ávila entre otros, quien decida que se ejecute el tramo de la A-40 que une las ciudades de Cuenca y Teruel, y que ha sido descartado por el Ministerio de Fomento con la excusa del informe negativo sobre la declaración de impacto ambiental.

Hoy se han plantado en Madrid, en Fomento, responsables de las Comunidades Autónomas de Castilla la Mancha, Aragón y Valencia, con unas premisas que además de ser ambiguas y nada claras, nos hacen sospechar de cuál es el verdadero objetivo que persiguen; pues eso de buscar alternativas al trazado propuesto además de ser ambiguo y peligroso, en el mejor de los casos nos llevaría a repetir todo un proceso que nos situaría a finales de la próxima década.

Si la voluntad por parte de todos fuera realmente decidida, estarían cuestionándose solamente los tramos concretos que se ven afectados por la declaración ambiental negativa, y no la Autovía por completo. Es más, exigirían al Gobierno de España que se licitaran los proyectos constructivos y, de una vez por todas, las obras del resto de los tramos que no entran en contradicción en el informe que emitió el mes pasado el Ministerio de Medio Ambiente.

Además, como ya expusimos hace unos días existe una fórmula para que el Consejo de Ministros, como ya sucedió con la Autovía de Ávila, decida que se ejecute el tramo de la A-40 que une las ciudades de Cuenca y Teruel, incluyendo la parte que ha sido objeto de informe desfavorable; y eso lo deberían tener en muy en cuenta los máximos responsables de las tres Comunidades Autónomas en la reunión del lunes; aunque nos tememos que, lamentablemente, vayan por otros derroteros.

Se debe plantear al Gobierno de Rodríguez Zapatero, la aplicación del Reglamento de Ejecución de la Declaración de Impacto Ambiental, RDL 1302/1986 de 28 de junio, ya que el artículo 20, trata sobre la resolución de discrepancias, y establece que en caso de discrepancia entre el órgano con competencia sustantiva y el órgano administrativo de medio ambiente respecto de la conveniencia de ejecutar el proyecto o sobre el contenido del condicionado de la Declaración de Impacto, resolverá el Consejo de Ministros, o el órgano competente de la comunidad autónoma correspondiente, según la administración que haya tramitado el expediente.

Que se liciten los tramos de la Autovía que no ofrecen dudas, como el Cuenca-Cañete; y que se negocien las soluciones para los que sí que pueden presentar problemas; si es que es cierto que realmente éstos son tan graves como expone el Gobierno de Zapatero a través de Medio Ambiente en un informe de a penas 11 folios, para lo que ha “necesitado” 5 años y 7 meses de estudios, que nosotros pensamos que no, pues nos creemos más al geólogo que realizó el informe de geología y geotecnia del estudio informativo, Juan Aparicio; que en un escrito remitido recientemente expresa que la A-40 en el tramo que une las ciudades de Cuenca y Teruel, es compatible con el Medio Ambiente.

Lo del manifiesto de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, no es más que una encerrona que preparaba la Junta reeditando una especie de ente parecido a la tristemente famosa Mesa del Pacto por Cuenca y que se firmara, entre frases ambiguas y dulces en apariencia pero cargadas de veneno, un manifiesto que le da carta blanca para desechar el Proyecto actual de Autovía Cuenca Teruel sin más, y le facilita su plan para que Albacete sea también en este eje el nudo principal de comunicación, relegando a Cuenca a estar en el extremo de un ramal con pocas esperanzas de ejecución.

Por ello, las poblaciones de Cuenca, Teruel y Valencia que están desfavorecidas por esta decisión del Gobierno, deben prepararse bien para lo que todo parece indicar que se dirige hacia un periodo más o menos largo de lucha y de movilizaciones. Y los ayuntamientos, además de ir a la cabeza de las mismas, deben poner todos los recursos posibles para todo esto se pueda realizar con plenas garantías.

1 comentario:

Unknown dijo...

Cuando dice NOS ¿habla es plural mayestático?